El Nobel no debe ser considerado como "una flor en la solapa de Austria", pero se trata de un gran honor dijo la escritora austríaca al conocer con sorpresa la noticia del premio. Y se anticipó a declarar que no iría a Estocolmo a recibirlo el 10 de diciembre por razones de salud y sobre todo, por su fobia social, anuncio que cumplió al enviar a la ceremonia del premio un vídeo con su voz y su imagen.
Consecuente con esta actitud a fines de enero de 2005 se opuso a que la compañía de correos Post emitiera un sello en su honor.
Por escribir y denunciar en sus libros las relaciones de dominación política, económica y sexual existentes en Austria y en los países occidentales, Jelinek ha sido hostilizada y declarada persona no grata por los sectores neoconservadores de su país. |
Pero ha recibido también voces de apoyo: "Genial ¡", ha dicho el escritor Peter Handke. Robert Menasse, por su parte ha afirmado: es "Una victoria de la literatura y un fracaso de la mediocridad". El presidente de la república, el social demócrata Heinz Fischer, se ha limitado a expresar es "alguien que va contra la corriente". Su militancia política, si cabe llamarla así fue breve: de 1974 a 1991 perteneció al pequeño Partido Comunista pero su feminismo y su rechazo a la xenobofia han sido radicales. |
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El Nobel a pesar del pesimismo de Jelinek, ha sido un gran reconocimiento a su obra literaria y una forma de resarcimiento moral.
La Academia le otorgó el Nobel por "la ola musical de voces y contravoces en sus novelas", porque su obra muestra "con una excepcional pasión del lenguaje lo absurdo y el poder autoritario de los clichés sociales".
En otro aparte el acta dice que "Estas novelas representan cada una en el cuadro de su problemática un mundo sin gracia donde el lector está confrontado a un orden asediado de violencia dominante y de sumisión, de cazador y presa". Y agrega: "Jelinek revela cómo los clichés de la industria de la diversión se instalan en la conciencia de los seres humanos y paralizan su resistencia a las injusticias de clase y a la dominación sexual".
Antes del Nobel Jelinek había recibido otros premios literarios: el austríaco de poesía de los colegios universitarios (1969) el único en su país, el de excelencia del ministerio de las Artes y de la Educación de Alemania Federal (1983), el Heinrich Boell de la ciudad de Colonia (1986), el de teatro de Berlín (2002), el Stig Dagerman de Aelvekarleby , Suecia, (2004).
Su obra es sobre todo novelística y teatral y ensayística. Ha escrito Los amantes (1975), Los excluidos (1980), La Pianista (1983), Lust, (1989), novela pornográfica, Ce qui arriva quand Nora quitta son mari (1993, teatro), Totenauberg (1994), Méfions-nous de la nature sauvage (1995), Désir et permis de conduire (1998, teatro), Maladie ou femmes modernes: comme une piece (2001), Avidité (2003). |