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La Pianista

Avidez
Contra la opresión una lengua violenta y radical
Bambiland (Tierra de los chiquillos)
Jelinek, traductora
Tres preguntas a Isabel Huppert
Apartes del discurso de Jelinek
Bambiland (Tierra de los chiquillos)
 

Jelinek se ha destacado también como autora de teatro con un acento muy satírico. Ha escrito Lo que ocurre cuando Nora dejó su marido (1982), en la que imagina continuar La casa de muñecas (1879) de Ibsen. En esta obra que produjo el efecto de una bomba, Nora es presentada como una mujer liberada y dueña de su destino. Nora, en la pieza de Jelinek, joven mujer, intenta liberarse a través de la militancia obrera, el amor y la sexualidad, pero su complicidad con los hombres le impide escapar al poder opresor.

Bambiland está inspirada en la guerra de Irak y es un colaje de citaciones de Los Persas de Esquilo, de notas mediáticas, de listas de armamento americano y de un monólogo que ha elaborado como espectadora.

El director alemán Christoph Schlingensief se ha encargado de la puesta en escena de la obra. Los dos son tan solidarios que cuando él en el verano de 1998 invitó a los 6 millones de desempleados alemanes a lanzarse juntos a Wolfgangsee, cerca de Salzbourg para sumergir la ciudad natal del canciller Kohl, Jelinek también lo hizo. Ella participó también en una parodia montada por el mismo director para ridiculizar el voto por Internet de los partidarios de expulsar a los que pedían asilo en Austria.

La obra se desarrolla así:

" Al cabo de una hora y media de ruido y de furor, contada por un idiota omnisciente y universal creado por CNN. Sobre escena, el decorado es un bastidor kitsch, donde se fijan por instantes pedazos de nuestro universo mental. Un salón pequeño burgués, una tribuna política antes de la caída del Muro y arcadas orientales. Ordenador de este caos, el director pasea sus crines rimbaldianas y su aire de eterno pillo.

En contrapunto, las pantallas laterales producen una historia aproximativa del arte contemporáneo: al discurso del músico Pierre Boulez suceden los rituales orgiásticos de los accionistas vieneses, o imágenes de "Ausländer raus".

Pero lo esencial pasa sobre la gran pantalla que domina la escena. El director de Burgtheater filma en negro y blanco una tropa heteróclita alrededor de Udo Kier y Margit Carstensen (actriz de Werner Fassbinder) pareja burguesa acompañados de "celebridades" locales y de manifestantes que enarbolan banderolas "Terror para todos". Los hace desfilar a pie, o en carreta, del teatro a la Ópera pasando por los salones del hotel Sacher. El periplo termina bajo el subsuelo del Parlamento, con escenas pornográficas representadas por tres profesionales, 35 años después del enorme escándalo provocado por los accionistas vieneses, que se habían masturbado y aliviado en público, en junio de 1968, en el gran anfiteatro de la universidad de Viena, justo al otro lado del Ring, un recinto más sagrado aún".

Este comentario es de Joëlle Stolz y ha aparecido en Le Monde (París, 7.10.04).

 
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