Si hubiese que identificar una fecha
histórica que marque un comienzo "oficial" -si se pudiese usar este
termino- en la historia del modernismo brasileño, ésta sería la Semana
de Arte Moderno. De este suceso histórico que se presentó en Sao Pablo,
podríamos rescatar algunos nombres. En el campo de la pintura resaltarán
los nombres de Anita Malfati, Di Cavalcanti y Tracila do Amaral. En las
letras encontramos a Menotti de Piccina, Graça Aranha y Mario de
Andrade. Pero si bien la Semana de Arte Moderno marca un acontecimiento
histórico -que de alguna forma determina un comienzo público y oficial
de este grupo de vanguardia presente sobre todo en Sao Pablo - no quita
esto que desde ya antes hubiera casos de artistas que estaban
experimentando con estéticas relacionadas directamente con la vanguardia
europea. Este fenómeno y cambio, que cortará con las líneas parnasianas
y simbolistas -en términos generales- comienza con las experiencias de
muchos de los artistas en visitas al viejo continente. Por ejemplo,
Oswald de Andrade conocerá en París el futurismo de Marinetti proclamado
en las páginas del Figaro, en aquel tan conocido manifiesto fundacional
de 1909; Ronald de Carvalho, por su lado, trabajará en la revista
futurista portuguesa Orfeo. Pero quizás el trabajo cultural más
importante lo podemos ver en Anita Malfatti en su exposición de 1917 (Bosi,
332-333).
La Semana de Arte Moderno será el
acontecimiento que entre el 11 y 18 de febrero de 1922 juntará a todos
estos experimentadores del arte nuevo, en un acontecimiento oficial
propuesto por el estado de Sao Pablo. Dentro de la semana, se expusieron
obras de pintura, poesía, música y lectura de manifiestos. Quisiera
detenerme aquí para prestar especial atención a dos manifiestos leídos
en la semana: el de Graça Aranha "A emoção estética na arte moderna", y
el de Menotti del Picchia, "Arte moderna".
Graça Aranha "A emoção estética na arte
moderna"
Este manifiesto fue leído el 15 de febrero
de 1922. Éste proclama una defensa del Arte Moderno, arte que por sus
propias características innovadoras, según Aranha, causa horror a los
conservadores. Aranha partirá de una pregunta fundamental para la esfera
de la estética artística: ¿qué es lo bello? En respuesta a esta pregunta
propondrá algunas ideas:
* Lo bello no tiene una respuesta
definitiva en el campo estético, el arte es independiente de estos
conceptos.
* Hay una fuerte relación entre el
arte y la superación cósmica, de ahí que el arte transforme y nos
lleve a espacios diferentes. El hombre es un animal artístico.
* El arte no genera anécdotas, pero sí
sentimientos inefables.
* Cada uno es un creador de imágenes
subjetivas, de ahí que el arte reciba las manifestaciones culturales
del espíritu humano.
* El arte moderno es subjetivo y libre,
este propone un subjetivismo enmarañado que se expresa ahora
avasalladoramente. Este subjetivismo es tan fuerte que se transforma
en un objetivismo desinteresado.
* Hay que ir en contra de la tiranía
de la moda.
Al leer el manifiesto de Aranha, uno no
puede dejar de escuchar el eco de las ideas de vanguardia europeas. Más,
para que no quede ninguna duda en el mismo manifiesto se nombrarán
movimientos como el Dadaismo, y artistas europeas como Debussy, Cézanne,
Eric Satie. Lo interesante en esta alineación de Aranha es que se
plantea un punto fundamental en las escuelas de vanguardia: en este
campo de artistas y movimientos queda claro que cada uno está haciendo
algo distinto ya que responden a su llamado interior con su propia
subjetividad. Es importante este concepto que ya ha sido trabajado por
analistas del movimiento de vanguardia -como el caso de Peter Bürger en
su libro Teoría de la Vanguardia. Bürger dirá que en sí no hay un
Dadaísmo o un Cubismo, sino un movimiento heterogéneo de vanguardia.
Esto se alinea con lo que estaba proponiendo Aranha muchos años antes.
Es decir que si hay algo que caracteriza a los movimientos modernistas
brasileños, será su polifonía y distintas formas de encarar esta
reconstrucción del concepto de lo estéticamente artístico.
Por otro lado Aranha reconoce que en
Brasil, existe una tema común, que es un cierto lirismo triste, una
melancolía racial que provoca un humor sarcástico; un arte de los
vencidos en términos de la imitación que genera un producto artificial.
Pero hay quienes se liberan de estas ideas. Nombra a dos poetas que han
logrado trascender este problema: Guilherme de Almeida y Ronald de
Carvalho. Para Aranha, los nombres de la "renovación" serán los de
Villa-Lobos, las esculturas de Brecheret y la pintura de Di Cavalcanti,
Anita Malfati, Vicente do Rego Monteiro y Zin Aita. Parte de su
interpretación y afirmación de los trabajos de estos artistas irá de la
mano de una línea que va en contra del academicismo, arcaísmo y
provincialismo Menotti del Picchia, "Arte Moderna".
El segundo manifiesto que analizaremos es
el de Menotti del Picchia que fue leído la noche del 17 de febrero. El
manifiesto de Picchia -así como el de Aranha- cuenta con ideas
inseparables del contexto de la vanguardia europea; sobre todo del
futurismo. Estas ideas serán:
* Directa alusión al movimiento (velocidad)
y al "urbanismo estético".
* Propuesta de los que son: "escándalo"
y aceptación de este desafío.
* Corte con el romanticismo: "mejor
que una princesa es una dactilógrafa". Dirá que se terminó la "mujer
fatal", la nueva mujer es una mujer activa y "secretaria",
independiente que "baila tango"
* Quieren: velocidad, liberación
obrera, idealismo, tecnología (ventiladores, aeroplanos, chimeneas)
Todos estos conceptos son prácticamente
los mismos que los del manifiesto de Marinetti. Por otro lado, este
fuerte discurso futurista está junto a una inmediata negación de ser
encasillado en este único movimiento: "No me gusta esta escuela", y
afirma que "nunca fuimos futuristas". Esto, en relación con otras
vanguardias latinoamericanas, será una particularidad muy evidente en el
modernismo brasileño. Y pensemos esto como un presagio de las ideas del
"Manifesto antropófogo" de Oswald de Andrade, del 1 de mayo de 1928; el
alimentarse de una cultura pero al mismo tiempo no convertirse en ésta.
Otros de los conceptos presentes en este manifiesto serán:
* La nueva estética es como una
nebulosa que dará a luz un nuevo mundo. No somos el alfa de la nueva
generación, sino el omega de la anterior.
* Liberación de las artes de la
presión académica, cambios en la métrica y la forma por ejemplo del
verso. Basta de Zola, Wilde o Verlaine.
Una nueva escritura eléctrica y con
sangre. Una nueva escritura brasileña.
* Burla de la opera y de los
parnasianos. Basta de las tragedias homéricas. El nuevo drama es una
ciudad como un pulpo, con miles de personas y problemas
socioeconómicos, lleno de nuevas tecnologías urbanas.
Partiendo de estas ideas vistas en los
manifiestos, veamos ahora como esto se presentó en la poesía de su
momento; tratemos de encontrar ecos en los distintos escritores del
momento.
Manuel Bandera (1886-1968)
Manuel Bandera será el más viejo de los
poetas de este primer momento. De ahí que parte de su poesía tenga en
muchos momentos ecos neoclásicos -por ejemplo la imagen del jardín- no
tan presentes en otros escritores de su generación asociados al
modernismo. Pero por otro lado este neoclasicismo es cortado en muchos
momentos por una profunda ironía. Un ejemplo de esto se puede ver en su
poema "Pensão Familiar", donde no sólo encontramos un ataque a la
burguesía, sino una mutación de la imagen clásica del jardín por algo
banal: "un gatito hace pipi". Se ha visto en su poesía influencia del
surrealismo, en conceptos como el irracionalismo de base. Pero si
hubiese algo que rescatar en relación con la vanguardia en general es su
fuerte agresión a la línea parnasiana. Esto se ve claramente en el poema
"Os sapos". Por último podrimos agregar que un tema particular en de
Bandera es "la muerte". Esto se ve en el poema "Pneumotorax", en donde
el paciente en diálogo con un médico que lo trata de una afección
pulmonar -problema que en la realidad tenía Bandera- recibe el nefasto
consejo de prepararse para la muerte, que en el poema es representado
por el tango argentino. Pero la ironía de la poesía de Bandera puede ser
vista en la propia vida del poeta, quien se preparó para la muerte toda
su vida y en lugar de morir joven, tuvo una vida mucho más longeva que
sus compañeros de causa.
Oswald de Andrade (1890-1954) Oswald será quizás el más significativo de su momento. No tanto por la
producción poética, sino por sus ideas sobre la antropofagia cultural.
Se ha
dicho que ha sido mucho más importante su papel en la "militancia"
vanguardista que en su producción poética. Pero exagerar esta idea sería
una
injusticia para con algunas de sus obras, como por ejemplo su trabajo
Pau
Brasil. Oswald creía en una estética reductora, una poesía en contra de
la
estética áurica parnasiana. Pondrá atención en algo que caracterizará
mucho
a otros poetas de vanguardia, el énfasis en el ojo del poeta que como
una
cámara irá fotografiando-filmando la realidad que le rodea. Propondrá el
concepto de una naturalidad salvaje que ya había sido propuesta por los
surrealistas. Pero en lugar de tomar patrones europeas, pondrá absoluto
énfasis en la creación de una estética netamente nacional. Todo Pau
Brasil
sustenta esta idea. Su obra contará con poemas cortos y directos; cortos
en
medida y cargados de elementos netamente nacionales como por ejemplo el
carnaval, los barrios pobres, las riquezas vegetales. Irá también a lo
regional, a describir el paisaje minero. Será evidente el proyecto de
re-escribir la nación, partiendo de momentos históricos que serán
significativos en la historia del Brasil. Pero si bien el proyecto es
netamente nacional, no se priva de introducir elementos de indudable
contexto europeo, como por ejemplo el de la flaneur en "Postes da light".
En
el "Manifiesto da Poesía Pau-Brasil" (18 de marzo de 1924) Oswald
propondrá
su propia interpretación de lo que es en sí la poesía. Dirá que la
poesía
existe en los eventos, es ágil y cándida. Ésta existe, como ya hemos
mencionado, en las cosas simples de la vida brasileña, no en espacios
áuricos y sublimes. En este enunciado podemos ver el claro corte con la
estética parnasiana, que fue un pregonar prácticamente indistinto en los
artistas del movimiento modernista. Dirá también Oswald que la poesía
está
relacionada con cierta ingenuidad, con un cierto "no saber" que va en
contra
de lo culto y de la academia. También planteará hay que exaltar la
originalidad nativa para contrarrestar la academia. El lenguaje poético
tiene que carecer de arcaísmo, simple: fruto de mil errores. Una "poesía
como somos", dirá Oswald. Propondrá también un no a la poesía importada,
y
un sí a la poesía brasileña de exportación. Por último tomará elementos
que
son ya no exclusivos de la vanguardia brasileña, que será la exaltación
a la
máquina y a la fotografía porque es un arte que atrapa lo casual. Ya
llegando al final, Oswald propondrá que la nueva estética nacerá de la
"rotación dinámica de los factores destructivos". Hay que sustituir la
perspectiva naturalista (realista) por una perspectiva irónica,
intelectual,
ingenua y sentimental. Terminará proponiendo de una forma metafórica lo
incompleto de movimientos como el futurismo al enunciar que el trabajo
de
las generaciones futuristas fue "ciclópico". El otro gran manifiesto de Oswald -y quizás la idea más original y
productiva de la vanguardia Brasileña y Latinoamericana- es el
"Manifesto
antropófogo", 1 de mayo de 1928. Oswald formulará en este manifiesto de
una
forma violentamente militante y con momentos que nos hacen recordar a
las
expresiones fuertes de Marinetti, que lo que une a la sociedad brasileña
en
su totalidad es una antropofagia: social, económica y filosófica. En el
marco de su famosa frase "Tupy of not tupy, that is the question" Oswald
describe su concepto de lo que es un antropófago:
* Una visión del mundo Anti-eclesiástica, ya que "nunca fuimos
catequizados, vimos nacer a Cristo en Belen do Pará".
* Un ser absolutamente natural, que no admite el nacimiento de la
lógica. Un ser natural que es la transformación del tabú en tótem.
* Un ser que no reconoce lo urbano, suburbano o rural; un ser que
rompe con espacios.
Dirá también Oswald algo que en sí no justificará sus ideas. Rechazará
primero a los importadores de teorías enlatadas y culturas europeas en
general: no a Napoleón o César. Por otro lado las justificará al
constantemente hacer referencia a Freud: al decir que Freud acabó con el
enigma de la mujer (medusa, vampira romántica) en relación directa con
el
psicoanálisis. Algo similar ocurre cuando habla de una antropofagia
carnal,
sexual y catártica; y que ya teníamos en América el comunismo y la
lengua
surrealista antes de que llegaran los europeos. Por último, expone que
el
espíritu local es fuerte ya que se está comiendo las culturas europeas;
lo
que es de alguna forma una imagen bastante nietzscheana en relaciona a
la
idea del "súper hombre". |