La reducción de Loreto, el pueblo  donde nací y cuyo nombre puede rastrearce hasta en localidades historicas de Turquía, Roma, España, y desde Estados Unidos hasta el Sur Argentino -, significa el corolario de una épica-, la que se narran los milagros (¿pacificos?), paradojicmente, que una orden religiosa logró establecer en el Continente Americano y fué abortado por una conspiración del Vaticano y algunos Reyes Catolicos Europeos, frente al avance territorial que los jesuitas lograron, desde el Paraguay a la Argentina, tanto en lo Cultural como en lo Económico, lo que ponía en peligro el arbitrio de aquellos poderes.

De éste modo estos  prefirieron dejar las Misiones abandonadas a intereses económicos y territoriales, que tuvieron su epicentro en los avances portugueses y el comercio con el Paraguay, todo lo cual, como se sabe, pemitió que abortara una empresa milagrosa que en estos episodios se narra parcialmente, y que logro salvar una imagen del mundo, fundando pequeños poblados  a lo lago de la Provincia de Corrientes (Argentina), rastros de ese sueño que no pudo ser realizado, y que acabó con la expulsión de los jesuitas de America.