El estómago de Vladimir Spider Sabich
arde como una estrella de azufre.
Esta madrugada es el beso de la madre,
fugaz en su veneno.
El sueño me condena a cadena perpetua,
entreteje la dulzura de Claudine
con el cordón de mis zapatos rotos.
La llaga en su vientre de nieve
duele a escombros, sabe a corazón:
el rencor tiene nombre de formas vegetales.
(De Vacaciones)
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