Leo Kofler, pensador polaco que sigue los postulados de la estética de Lukács, en su libro Arte abstracto y literatura dedica un capítulo a Beckett. Los personajes de Esperando a Godot y Fin de partida según Kofler tienen muchos de los rasgos del hombre alienado de la sociedad burguesa. En esta sociedad predomina una alienación sociológica general. El individuo, la mercancía, la cultura, son masificados por el consumo. El individuo pierde su libertad, vive un "tiempo muerto" y estéril. La división del trabajo y la especialización (Marx, habla de la proletarización del saber) hacen que el individuo se empobrezca anímica y espiritualmente, reduzca su capacidad crítica, hable el mismo lenguaje, etc.
Los personajes de Beckett pertenecen a ese mundo, pero para Kofler solo viven la alienación interior porque han roto el nexo, el tiempo de la realidad histórica y social.
Viven una experiencia nihilista interiorizada, la nada, la angustia, la desesperación, el vacío, la muerte.
Wladimir y Estragón son personajes reificados o cosificados por su alienación y deshumanización, están fuera del tiempo, de la historia y de lo social. Esperan algo, que abre una esperanza, pero como Godot no llega, la espera pierde sentido. |