Antes del Nóbel 2005 la crítica teatral consideraba a Hárold Pinter uno de los grandes innovadores del género con Beckett y Brecht.
La Academia sueca al otorgarle el Nóbel ha reconocido en Pinter a un autor que “retornó el teatro a sus espacios originales, el espacio cerrado y el diálogo imprevisible. Con un mínimo de intriga, del drama salen las luchas de poder y los juegos de escondite a través del intercambio de palabras, que en sus dramas, descubre el abismo bajo los balbuceos cotidianos y que irrumpe en los espacios cerrados de la opresión”.
Ha renovado el teatro al romper con la tradición clásica y burguesa y proponer una visión y un tono nuevos.
En una entrevista ha declarado que el Ulises de Joyce, Hemingway, Dostoievski, Sartre y Proust, fueron sus primeras lecturas y que en el cine club de su barrio descubrió a Eisenstein, Buñuel y Renoir. En otra cuenta cómo conoció a Beckett en París. El irlandés lo llevó por los bares y finalmente tomaron una sopa de ajo al amanecer. Su interés por Beckett era tan grande que de una biblioteca del barrio tomó en préstamo Murphy y no lo devolvió jamás.
Autodidacta, comienza a escribir a los 13 años poemas de humor amargo, y como comediante se inicia en 1940.
Pinter ha escrito 29 obras de teatro; 21 guiones, la novela Los enanos, relatos cortos y poemas.
Escribir para Pinter es un acto de búsqueda en un espacio desconocido. Cree que la mejor escritura proviene del inconsciente.
Como escritor ha asumido un compromiso humano y político y ha librado grandes batallas por la libertad de expresión y los derechos humanos
Sus primeras piezas se caracterizan por la actuación de pocos personajes en espacios cerrados. A este ciclo pertenecen: El cuarto, El cuidador, El amante, Escuela nocturna, La colección.
En El cuarto (1957) la muerte está representada físicamente, alude a los desarraigados de la segunda guerra mundial y anuncia un teatro de “la amenaza sorda, del silencio intempestivo”.
Luego escribe El aniversario y El Monte.
El Cuidador (The caretaker) , (1960) le dio mucha fama. En ella actúan tres personajes: Aston, dueño de un cuarto que aparece en completo desorden y con goteras, Mick, su hermano bromista y Davis un viejo pobre, ruidoso y racista.
Davis llega a la habitación de Aston y le propone trabajar como cuidador, oficio que finalmente logra a pesar de que el extraño visitante contamine el cuarto de mal olor.
Mick no está de acuerdo con Aston y se burla despiadadamente de Davis pero en la escena III paradójicamente los papeles se invierten y Mick y Davis terminan de amigos y echan al cuidador.
En Escuela nocturna (1960), intervienen más personajes. Pinter la compuso para la radio y luego la adaptó al teatro.
Walter sale de la cárcel luego de nueve meses de detención y llega a la casa de sus tías Annie y Milly pero se encuentra con que la habitación que él ocupaba en la casa de propiedad de Solto, un viejo jubilado, solitario y prestamista, ha sido arrendada a Sally, una maestra.
Wally, ha estado en la cárcel repetidas veces por falsificador y por atracos a mano armada.
Sus hermanas le cuentan que han alquilado el cuarto porque la pensión no les alcanzaba y necesitaban compañía.
Wally las insta a devolverle el cuarto, su cama, su valija y su intimidad.
Cuando conoce a Sally y luego de discutir el impasse logran entenderse, simpatizan y acuerdan compartir el cuarto alternativamente.
La búsqueda de una bella mujer encomendada por Wally a Solto a partir de una fotografía permite a aquél descubrirla en un club nocturno y saber que se trata de Sally, la presunta maestra de idiomas. Sally le gusta y se propone conquistarla.
Como salida Solto le dice a Wally que la mujer de la foto no existe. La decepción de Wally aumenta cuando sabe que Wally se ha ido y ha dejado una nota de despedida.
Los enanos (1961), es la única novela de Pinter que contiene pasajes de su juventud vivida en Hackney y que él adaptó para la radio. Lo hizo porque consideró que la novela era muy larga y mezclaba estilos.
En la pieza teatral Len, personaje principal, Pete y Mark, sus amigos, intervienen en escenarios y en ambientes que cambian a su gusto.
Len es maletero en Baddigton, una estación de tren, toca la flauta, gusta de las matemáticas y de la reflexión.
A Pete se entretiene con el juego pero se ve lejano, ausente.
Marc es actor, vive en un apartamento moderno, su cara no tiene rasgos y come desaforadamente. En la única escena exterior pasea por el río, describe el paisaje hasta darle un aspecto surrealista.
Los enanos trabajan para Len como vigilantes, hacen el aseo y juegan. Figuran en pocas pasajes con lo que el nombre parece artificial. Hay pasajes oscuros y confusión de cosas y de personajes.
En esta pieza Pinter reconoce que ha experimentado con la forma.
En El Amante, (1963) Richard está de acuerdo en que Sarah, su esposa reciba a John, su amante tres días por semana. Sarah, por su parte autoriza a Richard, para que visite en forma regular a una prostituta. Pero una lectura más atenta permite establecer que se trata de un juego de simulación.
O, ¿el juego lo hacen una prostituta y su cliente para parecer esposos?- se pregunta un crítico de Pinter. Esta simulación recuerda a los personajes de Las Sirvientas, de Genet.
En La Colección (1963), Jarry el personaje principal telefonea a Bill, a quien acusa de haberse acostado con Stella, su mujer. Bill lo visita y desmiente el hecho con humor, y sólo cuando el esposo burlado está encima de él y lo sujeta bajo su zapato le dice que sólo se besaron, a pesar de que Jarry conoce toda la verdad.
Luego, James y Bill se visitan alternativamente y llegan a entenderse por sus gustos comunes.
El invernadero, comedia escrita en 1958, está inspirada en la intervención soviética en Hungría para conjurar la revolución. El nombre corresponde a un sitio de reclusión que podría ser una prisión o un sanatorio. Los internos han perdido su nombre y se los identifica por números. Cuando se los llama algunos no responden porque han fallecido o se han ido.
En 1987 escribe y estrena Uno para la ruta sobre la tortura, inspirada en la visita que hizo con su amigo Arthur Miller a Turquía que señala un cambio en su obra y el comienzo de un ciclo político que culmina con Ashes to ashes.
De los años 90 se han publicado: El lenguaje de la montaña, Luz de luna, Tiempo de fiesta.
El lenguaje de la montaña, está compuesta de tres escenarios: El muro de la prisión, El cuarto de visitas, Voces en la oscuridad. Actúan un oficial, un guardia, un sargento, una anciana, una mujer joven y el prisionero.
El sargento se dirige a las dos mujeres, la madre, hija y esposa del prisionero, a quien ellas buscan y les pregunta sus nombres. Entretanto la anciana ha sido mordida por un perro dóberman pindcher, tiene la mano desgarrada y sangra, se oyen las voces del prisionero y de su madre.
El oficial pregunta qué ha pasado y dice al sargento que tome nota de lo sucedido y notifica a las mujeres que como son montañeses sólo pueden hablar la lengua de la capital, porque la suya ha muerto y es una mierda.
El sargento las trata con dureza, vulgaridad y le toca las nalgas a la joven.
En el cuarto de visitas el guardián prohíbe a la anciana y a su hijo que hablen la lengua de la montaña. La anciana le dice al prisionero que su hijo lo espera.
En la oscuridad se oyen las voces del sargento, del guardia, de la esposa. El sargento protesta porque han dejado entrar a la mujer y la trata mal. Hay un diálogo de ensueño y de amor entre el prisionero y su mujer, cortado brutalmente por el sargento, cuando arrastra al esposo.
En el cuarto de visitas se encuentran el guardia, la anciana, el prisionero. Este tiene el rostro ensangrentado y tiembla.
El guardia les dice que las reglas han cambiado y ya pueden hablar en su propio idioma. El prisionero llama a la anciana pero esta no responde y continúa inmóvil. El prisionero tiembla, cae de rodillas al piso y boquea.
El sargento se dirige al guardia:
-Mira esto. Te esfuerzas por ayudarlos y acaban jodiéndolo todo-. |