Juan Manuel Sánchez Arteaga:
LA DESIGUALDAD DE LAS DESIGUALDADES:
IDEOLOGÍA Y CIENCIA EN Mlle CLÉMENCE ROYER (1830-1902)

INDEX

Resumen
Introducción
Royer y las teorías sobre evolución...
La antropología feminista de Royer...
Royer y la desigualdad de las desigualdades...
Conclusiones
Bibliografía citada

Hasta fines del S. XIX, el debate científico sobre la evolución de la especie humana a partir de otros primates estuvo monopolizado por los hombres. En dicho periodo, tan sólo destacó verdaderamente una mujer entre los principales participantes al más alto nivel científico en dicho debate. Nos estamos refiriendo a Clémence Royer, una figura sin duda excepcional en su época.

Pensadora de carácter autodidacta –recordemos que durante el periodo de su formación la universidad se encontraba aún cerrada al mundo femenino-, algunos rasgos de su biografía intelectual la convierten en un personaje vanguardista, de ideas muy avanzadas con respecto al pensamiento ortodoxo y políticamente correcto de la ciencia de su época. Por ejemplo, podríamos recordar que Royer fue miembro destacada de una de las primeras logias masónicas de carácter mixto. Anticlerical decidida –más adelante profundizaremos un poco más en la relación de esta faceta de su pensamiento con su militancia científica a favor del evolucionismo-, rechazó el matrimonio y se unió libremente a su compañero Pascal Duprat, con quien tuvo un hijo entonces considerado “ilegítimo”. Mostró un interés decidido por un amplio espectro de conocimientos, aportando ideas novedosas en numerosas disciplinas que en su época estaban sufriendo cambios revolucionarios, desde la economía política a la filosofía y la antropología, y en el terreno político destacó proponiendo una reforma general del impuesto y militando a favor de la instrucción femenina. Pero quizá sus contribuciones más importantes en el campo del pensamiento estuvieran ligadas a los estudios biológicos sobre la naturaleza humana y a la antropología física, siendo la primera mujer en recibir la Legión de Honor francesa en reconocimiento a sus trabajos científicos.

En este sentido fue autora de obras polémicas y vanguardistas, como su famoso Origine de l´Homme et des sociétés (1870), una de las primeras monografías dedicadas específicamente a exponer la doctrina de la evolución humana –tanto en un sentido biológico (ultradarwinista) como social-. Royer fue además la primera traductora de las obras de Charles Darwin al francés, lo que da una idea de su altísima categoría intelectual. Por lo demás, si bien es cierto que otras mujeres asistieron en ocasiones a los primeros Congresos Internacionales de Antropología –como algunas familiares de Rudolf Virchow-, éstas nunca tuvieron un papel activo en aquellos foros científicos donde por primera vez en la historia se debatieron al más alto nivel científico las bases biológicas de la evolución de nuestra especie. Sólo Clémence Royer participó activamente como mujer en dichos Congresos Científicos Internacionales, en los que expuso numerosas comunicaciones especializadas, y en la que su rechazo científico a la idea de una superioridad intelectual del hombre sobre la mujer, basada en diferencias biológicas, no pasó desapercibido para la ciencia del periodo, marcada, como enseguida veremos, por un tono decididamente machista.

Como bien puede suponerse –y como ha sido señalado por diferentes autoras-, l a situación de casi absoluta dominación de la ciencia antropológica por parte de los hombres desde los mismos orígenes de esa ciencia en el siglo XIX, hasta las últimas décadas del siglo XX, se refleja de forma palpable en el diferente papel asignado a cada género dentro de la evolución humana, un asunto perfectamente estudiado en numerosos estudios recientes (1). Sin negar la importancia y la pertinencia crítica de dichos trabajos, en esta comunicación nos ocuparemos de otros aspectos concernientes a la crítica de los aspectos ideológicos implícitos en el discurso de las ciencias naturales: en concreto, utilizando la figura excepcional de Royer como un ejemplo paradigmático, reflexionaremos brevemente sobre las dificultades que un discurso científico de carácter progresista e igualitario –como la antropología feminista de Clémence supuso en su época- puede encontrar en numerosas ocasiones para escapar de los mismos esquemas mentales quese critican en el opresor (en este caso, las jerarquías biológicas defendidas por el hombre europeo del siglo XIX). En definitiva, por medio de la figura de Royer y su lucha contra el machismo científico, intentaremos reflexionar sobre las dificultades para escapar del monopolio de una Lógica del dominio en la ciencia, como instrumento simbólico de legitimación al servicio de las estructuras de poder contemporáneas.

Fernanda Frazão - Apenas Livros Lda
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