1.

Acércate oh piadosa con tu cántaro luminoso

cuando te alejas entre los gestos de la gente

y tu cuerpo levita como una constelación relampagueante

cuando pregunto: ¿quién es esa que se desnuda frente al crepúsculo?

2.

Extraviada sobre el ligero brillo del corcel

tu imagen aun en la  secreta vislumbre de estas sílabas.

Oh voluntad dime quién fui y qué debe hacer mi yo

cuando mi corazón se obstina en la tibieza de otro cuerpo.

3.

Bocas que nunca fueron correspondidas

en la agonía de su cautiverio y en el canto más prístino

 yo os concedo mi cuerpo perdido en las palabras

 de este bosque infinito que nos nombra.

4.

Oh amada mía otra vez desplázate sin ser notada

en este río de sílabas fugaces

cuando tu cuerpo insinúa que me ama

y huyes frente a la indiferencia del mundo. 

5.

Yo he visto tu cuerpo inclinado sobre la levedad

cuando el gorrión se abandona al  sacerdocio de su cántico

cuánta belleza en la profundidad de tus ojos

cuánta dulzura en los placeres del mundo.

6.

La ternura contra mi obscuridad

oculta el pájaro que traspasa

el verdor de los árboles y la sombra

que se desliza junto a tu cuerpo.

7.

 Yo enmudecí frente a la mañana

y abrí mis brazos para escuchar el viento

nunca comprendí qué era más hermoso

si los lugares que nunca visitamos

o la ilusión de verte en la transparencia del bosque.

8.

Pero ya estoy aquí frente al paisaje

que sustenta mi alma

mientras mi pensamiento recorre lejanas leyendas

escribiendo palabras que rescatan tu nombre.

9.

Ámame si me buscas más lejano más solitario

cuando el amor aguarda como un lirio inclinado

el impreciso acontecer que se agita en silencio

lejos de mí sin ti mirando las magnolias.

10.

Asómate cuando la lluvia abra sus alas

en el leve murmullo de la noche

para que tu perfil cubra mi cuerpo

y tu desnudez oculte mi abandono.