El esclavo del demonio
ANTONIO MIRA DE AMESCUA

(Salen DON DIEGO y DOMINGO, con prisiones.)

DON DIEGO

¡Si es de día!

DOMINGO

Si de mí 765

entender eso procuras,

en estas cuevas oscuras

toda la vista perdí.

En el Limbo estoy, por Dios,

cual sin bautismo y pecado. 770

DON DIEGO

Yo en un infierno abrasado.

DOMINGO

Vecinos somos los dos.

(Suena la cadena de LISARDA.)

¡Jesús!, de alguna cadena

fue aquel extraño ruido.

DON DIEGO

¿Qué será?

DOMINGO

El alma habrá sido 775

de Lisarda, que anda en pena.

Sin duda aquí la mataron,

y como te amaba tanto

se condenó.

LISARDA

¡Ay!

DON DIEGO

¡Qué espanto

estos suspiros causaron! 780

DOMINGO

Habla paso, ten sosiego.

LISARDA

¡Ay, desdichada Lisarda,

qué tribunal que te aguarda!

¡Qué mal me hiciste, don Diego!

DOMINGO

¿Has escuchado?

DON DIEGO

Ella es, 785

y de mí se queja.

LISARDA

¡Ay, triste!

¿Por qué tanto mal me hiciste?

Tú has de pagarlo después.

DON DIEGO

Alto, mi fin es llegado.

Marcelo me ha de matar 790

pues dice que he de pagar

el haberla yo adorado.

DOMINGO

Temblando estoy. ¡Oh, quién fuera

escolar conjurador!

LISARDA

Sufre y calla, pecador, 795

antes que tu cuerpo muera.

DON DIEGO

Domingo, ¿tan malo soy?,

¿tanto peco?

DOMINGO

Sí, has pecado

en haberme a mí enredado

en las penas en que estoy. 800

DON DIEGO

Éntrate al otro aposento

donde estábamos los dos.

(Suena la cadena de DON DIEGO.)

LISARDA

¡Qué extraño rumor, ay Dios!

Presagios son de tormento.

DON DIEGO

Hablarla quiero. Lisarda, 805

mi inocencia me disculpa

que en tu mal no tuve culpa.

LISARDA

Aquesta voz me acobarda.

¡Jesús! Don Diego parece.

¡Si es don Diego!

DON DIEGO

Tu perdón 810

espero en esta ocasión.

LISARDA

Esta alma triste le ofrece.

DON DIEGO

Tu padre ha sido cruel

comigo de aquesta suerte.

LISARDA

Él sin duda le dio muerte 815

por vengarse de mí y dél.

DON DIEGO

Sin culpa estoy, pues podía

llevarte a mi casa yo,

y la ocasión me quitó

don Gil Núñez de Atoguía. 820

LISARDA

¿Cómo tú me lo llevaste

a dejarme deshonrada?

DON DIEGO

En la noche desdichada

y última que me hablaste,

en la cual, dices, quedaste 825

engañada y deshonrada,

me predicó de manera,

subiendo yo a tu balcón,

que me trocó la intención.

Fuime al fin. ¡Nunca me fuera! 830

Mira lo que has menester,

Lisarda, y dame lugar

que me vaya a reposar.

LISARDA

Presto nos podemos ver

en la otra vida.

DON DIEGO

¿No oíste 835

pronosticarme la muerte?

Triste voy.

DOMINGO

Yo voy de suerte

que hiedo de puro triste.

 
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