El esclavo del demonio
ANTONIO MIRA DE AMESCUA

(Habla entre sueños DOMINGO.)

DOMINGO

No bajes sin que la goces.

DON GIL

¿Quién me anima y me da voces?

Temiendo estoy. ¡Ay de mí!

Bajar por donde subí

no es posible.

DOMINGO

Espera, espera. 590

DON GIL

Bajar no puedo aunque quiera.

¿Si me vio alguno subir?

DOMINGO

¡Justicia de Dios!

DON GIL

Huir

no la podré.

DOMINGO

Muera, muera.

DON GIL

La justicia de Dios es 595

que me viene a amenazar.

DOMINGO

No la dejes de gozar,

yo te ayudaré después.

DON GIL

Ya me anima. ¿Cómo, pues,

si estoy hablando entre mí 600

responderme puede así

a lo que yo a solas hablo?

DOMINGO

¿Quién ha de ser sino el diablo?

DON GIL

¿Si estoy condenado?

DOMINGO

Sí.

DON GIL

Luego si estoy condenado 605

vana fue mi penitencia.

¿Y ha venido la sentencia?

DOMINGO

Vino, vino.

DON GIL

¿Ya ha llegado?

DOMINGO

Bebe y come.

DON GIL

Si he ayunado

en balde ya comeré. 610

DOMINGO

Brindis.

DON GIL

La razón haré

pues que la carne me brinda.

DOMINGO

Goza la ocasión, que es linda.

DON GIL

Ésta y otras gozaré.

(Éntrase DON GIL, despierta DOMINGO, alborotado.)
 
Página Principal - Poesia - Teatro - Ciberarte - Letras - Alquimias