MANUEL VILAS

RESURECCIÓN:

1. Mujeres

2. 1977

3. Me largo esta noche

4. Literatura

5. Nueva York

Notas, selección y comentarios por Leo Lobos

Notas, selección y comentarios
por Leo Lobos
Nota de edición. Poema 1

Actualidad, mundo contemporáneo, violencia contra la mujer, contra las mujeres. Recientemente llamado como femicio, visionario. “Resurrección” es un libro dividido en siete partes, comienza en el Mac Donald’s de la plaza de España de Zaragoza y se cierra con nueve poemas de “Nueva York”, numerados y sin título. En medio hay muchas cosas: todo el mundo de Vilas, cargado de crítica, de ironía, de desgarro, de visiones entre complacientes y provocadoras del mundo urbano. Por cierto, un tema se impone al menos en dos ocasiones, como es “El nadador”; me gusta mucho ese inicio de “Puedes bañarte en Puyarruego”. Pero Manuel Vilas habla de muchas cosas: de las cajeras bonitas, de los bares, de un autobús urbano como el 42, de arrabales, de pueblos aragoneses, de un viaje a Venecia, de personajes que escriben una suerte de biografía como Doug Yule, "un tipo que tocó, // cuando todo estaba acabando, en la Velvet Underground"; reflexiona sobre la literatura, como se ve en “Michaud” (creo que se refiere a Henri Michaux), donde habla mucho de lo antipático que cae en España Joyce y su “Ulises”, habla de Kafka, Ezra Pound, de Cernuda (al cual le rinde un homenaje en “Alguien habla de su tierra”), de canciones, de Lou Reed, Patti Smith… El mundo que propone Manuel Vilas, sustancialmente, es conocido, e incluso ese procedimiento narrativo, que recuerda un poco –sobre todo en los poemas en verso- a los versículos extensos de Walt Whitman en “Hojas de hierba” y a Charles Bukowski poeta, por su forma de mirar y su construcción tan narrativa.

Nota de edición, Poema 2
: ídolos contemporáneos, Siglo XX, y nuevamente Manuel Vilas da con un tejido de cultura pop, rock and roll, y hard rock de temer, una selección internacional de la elite de la música popular inglesa y norteamericana de finales del XX y comienzos del siglo XXI. Aquí sin duda incluiría a Charly Garcia, Nito Mestre, Gustavo Cerati, y Andrés Calamaro y cuantos más de la sur América. Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, España, 1962) un poeta impecable e implacable, imprescindible, magnífico y deslumbrante, sarcástico e intenso, corrosivo, vitalista y tantas otras cosas que estas líneas pueden sólo apuntar, el personaje arrollador desde el que habla el poeta plantea en los poemas de Resurrección, XV Premio Jaime Gil de Biedma de la Diputación de Segovia, España, editorial Colección Visor de poesía, España, 2005, una sugestiva y arriesgada propuesta poética y un estado de conciencia en el que nos reconocemos.
Nota de edición. Poema 3
Es interesante vernos como parte del fin del mundo al que quiere largarse Manuel Vilas, me agrada, la selección tiene que ver con esta empatia que el poema presenta. Muchos chilenos también inconcientes de esta condición de lejanía del territorio físico en el que siempre han habitado la lectura produce una serie de relaciones y asociaciones muy particulares. (Por favor ejerciten la lectura del poema en voz alta, puede ser leído a una voz mediana, no es necesario gritarlo, leerle al oído a alguien por ejemplo: sabes me largo esta noche…). Nos comenta el critico español Francisco Díaz de Castro: “Tanto en sus estampas urbanas –Zaragoza, Madrid, una Venecia nada venecianista, la Nueva York en la que desemboca el libro, etc.– como en los interminables recorridos que organizan la metáfora básica de este homo viator (“Estoy cruzando la tierra, le dice al gasolinero”), así como en su particular homenaje a la literatura y a la música de las que se ha nutrido, Manuel Vilas acierta a ser emocionante dominando una torrencialidad muy efectiva (“Toda esa gente en la que me convierto para no morir,/ para resucitar y reír y amar”); compone una crónica irónica de su generación en “vida española”, satiriza ciertas solemnidades líricas de diverso pelaje y, sobre todo, desde la celebración y desde la denuncia, afirma un vitalismo vehemente que resulta decisivo y que encuentra su más amplia y matizada expresión en los nueve poemas de “Nueva York”: “He sido muy feliz y os lego la vida./ Mañana resucitaré y me daré una vuelta por ahí./ Eh, mira, mira, ¿qué es esto? La vida. Es la vida”.
Nota de edición. Poema 4
nuevamente ídolos de la literatura universal, excluyendo la literatura china, hindú, la oriental y a Ezra Pound. La fundación Pablo Neruda y este verso sobre la mano aulladora de Pablo Neruda, son imágenes que como lector vienen a mi pensamiento en asociación, en la constelación de autores a los cuales se refiere el poeta español Manuel Vilas. La soledad del trabajo creativo, serio, vital, la soledad y palabras como estas. Ante la pregunta -¿Qué significa para usted haber ganado el premio Gil de Biedma?, Manuel Vilas contesta: “Me encanta. “Pandémica y celeste” de Jaime Gil de Biedma es uno de los grandes poemas de amor del siglo XX y uno de mis favoritos. De él me interesa mucho la pasión la claridad, la representación exacta de los sentimientos, su enorme inteligencia y su facilidad para decir la verdad en cuatro palabras. El galardón me produce una gran satisfacción por el nombre del poeta, que marcó mi aprendizaje, y por el prestigio del premio, que además se publicará en otoño en Visor, en una editorial mítica”.
Nota de edición. Poema 5

Y nos dice más ante la pregunta ¿Establece usted diferencias entre escribir prosa y poesía?: ”No es fácil contestarle a eso. La prosa es más analítica, puedes articular un discurso más reflexivo y a la vez más narrativo. Y la poesía es canto, exaltación, música”. ¿Ya sabe por qué escribe?: ”Intento escribir todos los días, aunque sólo sea una carta. Me falta mucha disciplina, tiendo a vaguear, pero creo que ahora, tras mucha búsqueda, tras muchas tentativas, puedo responderle: escribo por amor a la vida. Y tengo la certeza de que la gran literatura es canto a la vida siempre”.

Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962)