De cristal temeroso ante el espejo
de tu rostro mas puro que los aires
y los cerros nostálgicos y aguas
de deshielos etéreos,
temeroso de ti,
de tu mirada tan nostálgica
y bella y de tu boca
presea de los dioses
de codicia y el oval de las líneas
que rodean las luces
que surgen de tu frente
hecha de primaveras más arcaicas
que el deseo inspirado en lo aéreo
de la magia que brota
de aquel cincel
que buriló tu imagen.
Oh Drew
que habitas en las líneas de las sombras
más dulces de los bosques donde se
pierde la razón en ardentías
al cabo de imaginarte
como Pan desnudo
trepando el árbol
del misterio de la carne,
y de morder en sueños
el secreto que ocultas
en tus ojos de esmeralda y rubíes.
Ay, temeroso de ti
y de tu belleza
y ser la presa de tu falo insomne
para la eternidad de un éxtasis eterno.
Del éxtasis eterno
oculto en la mirada
que se fuga en segundos a la muerte
y vuelve eternamente a dar la vida.
¿Pues como no temblar
si de cristales fuimos hechos
el frágil sueño del que fuimos creados?
¿Como no preguntarse
si eres aparición
fugas o el vano simulacro
De una ilusión que clama
por esa eternidad que tu
reflejas tránsfugas
como las líneas de tus pómulos?
De cristal es el sueño
de la vida que se enfrenta al espejo
donde la eternidad cae al abismo.
Y entonces vienes tú.
Torrentera de verdes y de trinos,
frágil como el deseo de los éxtasis
que conducen al bronce de lo eterno
que buscamos Oh Drew
Y que tu como brisa insaculada
pones en nuestros corazones
fríos, yertos, para decirnos algo.
Solo el astro fugaz de algún deseo
trae consigo eternidad terrena. |