Tomavistas 2

 

Rolando Revagliatti en marzo 2021 – Foto Mirta Dans

 

 

 

 

 

 

 

Poemas de Rolando Revagliatti de su libro ‘Tomavistas’.


“ED WOOD”

 

Descreemos que logren ustedes resistir

la estética hórrida, urticante, pingüe

que los incitaría a ulular, persignarse, contraer

en menos de lo que tardarían en aterrizar

nuestros ígneos platillos voladores

o en menos

de lo que cede al trueno el relámpago

 

Cualquiera de nuestras enrarecidas atmósferas

los liquidaría rara y atmosféricamente

cualquiera de nuestras polvorosas estampidas

los pulverizaría en sus butacas

 

Jalamos los hilos, cortamos:

¡ESTUVO PERFECTO!:

casamos en una alta iglesia cósmica

a la travesti Angora, fresca, repentista

con el cavernario Metadona, talentoso, ubicuo

(cualquiera de estas mancomuniones

inasumidamente

los conmovería)

 

El Emperador Galáctico oficiaba

con nuestros bautistas.

“ED WOOD” de Tim Burton.


“LE MORT EN DIRECT”

 

Estoy listo

aunque borroso en las panorámicas

para los acercamientos, para la vigilia

 

Estoy listo

para tanto como hay en esa mujer

en los parques, en el cementerio

 

Lloro, pestañeo

pero sigo listo

aunque me resienta en la oscuridad

 

Tomas largas

para llevarla al mar

en mi cámara

 

Estoy listo

para interceptar

la trasmisión

 

Estoy ciego.

 

 

“LE MORT EN DIRECT” (“LA MUERTE EN DIRECTO”) de Bertrand Tavernier.


“POLICE PYTHON 357”

 

Sus propias balas lo llevaron al último tren de París

a ser fotografiado en la noche

a lamerse solo

 

No requirió a otro balas

para ser el positivo de esos negativos recuperados

para seguirla y golpearla a la fotógrafa

 

Sus propias balas lo llevaron a desaparecer

con sus objetos por el fuego

al estigma del vitriolo

a la escena del crimen

 

Sus propias balas lo llevaron a la bala que lo mata

al asesino.

 

 

“POLICE PYTHON 357” (“POLICÍA PYTHON 357”) de Alain Corneau.


“YOUNG AND INNOCENT”

 

La resolutiva hija del Señor

Jefe de la Policía, tan moderna

tan ella misma, se prendó

de un sospechoso, el único

de un crimen en la playa por

estrangulamiento de un fino cuello de actriz

hollywoodense, con el incriminante cinturón

del impermeable de él

quien la caldea en platonismo insufrible

 

Así es él, de mundo, aun en las malas

huyendo, ocultándose, tan sádico

 

e impermeable.

 

 

“YOUNG AND INNOCENT” (“INOCENCIA Y JUVENTUD”) de Alfred Hitchcock.


“STRIKING DISTANCE”

 

“Esas carnadas en el río

me las ponen a mí”

dijo Bruce

 

“Eres un pez envenenado”

pensó de sí mismo

 

“Pero aún vivo y hambriento”

dijo.

 

“STRIKING DISTANCE” (“ZONA DE IMPACTO”) de Rowdy Herrington.


“VICTIM”

 

A la luz del día más claro

nos interceptan

 

y en la noche

 

En la propia casa

nos interceptan

 

y en las casas ajenas

 

En las calles, en el trabajo

en las bibliotecas nos interceptan

 

y en los bares

 

Solos, acompañados por las esposas

rodeados por los amigos

o abandonados por los amigos

 

nos interceptan

 

A la luz del día más claro

nos anulan los victimarios

 

en una celda.

 

 

“VICTIM” (“VÍCTIMA”) de Basil Dearden.


“THE FOG”

 

La niebla

 

las palabras son:

la niebla

 

las palabras de la niebla son:

la venganza y el resarcimiento

 

Aun cuando un banco de niebla

lo haya sido de sangre

se invoca la disipación

 

Y que no vuelva por nosotros.

 

 

“THE FOG” (“LA NIEBLA”) de John Carpenter.


Ese vestido verde

 

Ese vestido verde

feo

en el cuerpo desmayado

entre los brazos de Frank Sinatra

le queda bárbaro

a Kim Novak.


“STARMAN”

 

Con la desnudez en el aprendizaje

arrancado a un milagro

el mimo no se extingue:

insemina a su Estrella

y a tu Tierra

 

¡Apunten sobre el fuego de este reanimador!:

el reencontrado al despertar en criatura y oriflama

 

En cincuenta y cuatro idiomas llegando a tiempo

a la estación de reconocernos

no es lastimarte lo que quiero

 

Y aprende a despedirse el invitado.

 

 

“STARMAN” de John Carpenter.


“ELMER GANTRY”

 

Evangelistas:

a toda orquesta la enormísima

carpa del gracioso

Amor Omnímodo

 

El Recalcitrante Amor acertaba

en un tema rápido de Iglesia

 

El Amor infla los tríceps del físico-culturista

participante más esponjado del Torneo

Intercontinental de Grandes Patos

 

Jesús, en tanto Locomotora Cristo

ya había boxeado por el título universal

de todos los pesos en el Paradise Center

 

Fortalezas para ti, hermana

y para ti, primo dilecto

¿Pero qué tipo específico de fortaleza

prescribir para cada adepto consubstanciado

con la Antigua Religión?

 

Sólo aúlla el Demonio a través de este

o aquel oportuno acólito de la manada

 

Renovadores Aleluyas despide

la imprecisa chusma de las ciudades

¿Se hinca el escepticismo metropolitano

ante el Supremo Arremetedor?

 

¿Perdidos o salvados?

¿Y cuántas veces convertidos?

 

En tabernas y tabernáculos enfatizo:

Amor Divino

¿como reguero de polvo eres?

 

 

“ELMER GANTRY” de Richard Brooks.


“SOPHIE’S CHOICE”

 

Volvé a Cracovia

a tu floración

antes de la guerra

al piano de tu madre

o al tuyo

 

Volvé plurilingüe al poema

de Emily Dickinson.

 

 

“SOPHIE’S CHOICE” (“LA DECISIÓN DE SOFÍA”) de Alan J. Pakula.


“NO MAN OF HER OWN”

 

Clark es Clark

Clark es esa marca: Clark: sustancia registrada

 

Desestimando que Jack London o Shakespeare

[alcanzaran a involucrarlo

aparenta imbuirse de Byron en una biblioteca

[municipal

Tomando helado con la bibliotecaria y los padres

[de la bibliotecaria

es el digno tomador de helados

en el digno living de la casa de los padres de la

[bibliotecaria

 

Él nunca decepcionaría a la bibliotecaria no

[procurando desquiciarla

gozosamente con aplomo y liviandad en alguna

[agradable cabaña de las inmediaciones

 

Una bibliotecaria en piyama de seda a solas con él

es bastante más que una bibliotecaria de Glendale

(en los suburbios de Los Ángeles, estado de

[California, 1933)

 

Ni qué hablar de cuando una bibliotecaria como

[Carole

se confiesa fascinada por Clark ante Clark y la luna

[adorable

 

Clark revolea una moneda de veinticinco centavos

como si fuera el provinciano e imperioso corazón

[de Carole

y arriesga suficiente su valorada soltería:

pierde y se casa Clark:

gana y le hace el amor en el camarote de un tren

[maravilloso

 

En Nueva York presenta su banda de pequeros

a la muy confiada y reciente esposa

 

Clark es Clark, aunque la policía le pise los talones

(apostar al Clark recto y socializado que palpita

debajo de los prístinos pliegues del libertino)

 

Él opta por dar con su pinta a la cárcel

pena breve/ reencuentro

 

¿Una bibliotecaria no puede llorar si está feliz?…

 

“NO MAN OF HER OWN” (“NINGÚN HOMBRE ME PERTENECE”) de Wesley Ruggles.


Han sido así conmigo

 

Cuatrocientas mil las liras que me cobraba

Romy Schneider cada vez

siendo mi esposa

 

Con Stefania Sandrelli

con Ellen Burstyn

con Anouk Aimée

nunca estuve casado

 

pero sin empacho les confieso

con la naturalidad y hasta simpleza

que me caracteriza

 

que también éstas

me cobraban.


“BARTON FINK”

 

El dueño de esa voz alude a pertenencias

y declama:

“No dejes al hombre común, trabajador, para

[mañana

si lo puedes encarar hoy

artísticamente”

 

El dueño de esa Underwood entra al paisaje

de la lámina en su cuarto de hotel

sin aspavientos, rodeos, preciosismos

 

El dueño del airecito que proporciona

el pequeño ventilador de su cuarto de hotel

es el dueño de su impertérrita página en blanco

inserta en el rodillo impecable de la Underwood

 

en la que no luchan los malditos

apestosos insignificantes catchers clase B

de la Capitol Pictures.

 

“BARTON FINK” de Joel Coen.


“I COMPAGNI”

 

A las ideas disparatadas

les han brotado revoltosos

asalariados y enfrentativos

militantes

 

A las ideas disparatadas les florecieron

unos inconformistas recalcitrantes

 

A las ideas disparatadas

se les atraviesan los efectivos recapacitantes

disparos comunes de los soldados

y la infaltable policía

 

A las ideas disparatadas les germinaron

amorosos disparates reivindicativos

(al principio con las hojitas vacilantes)

 

Y todo logrado

con poquita agua cada día

 

Fuera de lo común

el mucho sol.

“I COMPAGNI” (“LOS COMPAÑEROS”) de Mario Monicelli.

 

ROLANDO REVAGLIATTI

Tomavistas

5ª ed.,2021