El esclavo del demonio |
(Vuélvese una tramoya, y aparece una figura de demonio, y disparan cohetes y arcabuces, se va ANGELIO.) |
DON GIL Santo Dios, con razón temo la pena de mi locura, pues siendo tú, Dios supremo, extremo de la hermosura, 655 te dejé por otro extremo. Libre me vi siendo tuyo, cautivo soy siendo suyo, y en la visión que mostró no sólo he visto que yo 660 «esclavo soy, pero cuyo». Ser tu igual ha pretendido, y hoy, aunque está derribado, el mismo intento ha tenido, que es ya mortal su pecado 665 porque no está arrepentido Pero este aspecto mostró porque si el alma temió diga que es Dios en poder, y aunque le empiezo a temer, 670 «eso no lo diré yo». Su potestad negaré, que sólo de ti la alcanza, y yo cuando te dejé nunca perdí la esperanza, 675 aunque he negado la fe. La caridad me faltó; teniendo tal dueño yo mis obras son maliciosas, pues hice todas las cosas 680 «que cuyo soy me mandó». Si eres, Señor, el ollero que la escritura nos dice, vaso tuyo fui primero, y aunque pedazos me hice 685 volver a tus manos quiero. Haz de nuevo un vaso tuyo, que ya deste dueño huyo, porque es tan malo y tan feo que me es fuerza si le veo 690 «que no diga que soy suyo». justamente me recelo que estando libre en mí mismo a Dios negué con mal celo, a la Virgen, al baptismo, 695 fe, Iglesia, santos, y cielo. Intercesor no me queda. Dios airado me acobarda. ¿Quién hay que ampararme pueda? Sólo el Ángel de mi guarda 700 no he negado. Él interceda. (Pónese de rodillas.) Ángeles cuya hermosura no alcanzó humana criatura, vencer sabéis; rescatadme. Desta esclavitud sacadme; 705 borrad aquella escritura. (Desaparece la visión, suenan trompetas, aparece una batalla arriba entre un ÁNGEL y el DEMONIO, en sus tramoyas y desaparecen.) De alegres lágrimas llenos los ojos el bien me halla; porque en los aires serenos se dan por mí otra batalla 710 ángeles malos y buenos. Coro de virtudes bellas, vencer sabes, que no es sola esta vez la que atropellas el dragón que con la cola 715 derribó tantas estrellas. |