Una presentación de la obra de Floriano Martins

 

FLORIANO MARTINS
Tributo


Una presentación de la obra de Floriano Martins
Por JOSÉ ALCÁNTARA ALMÁNZAR 


Las primeras nociones de la obra del poeta, ensayista, traductor y editor Floriano Martins [Fortaleza, Brasil, 1957], me llegaron un buen día a través de los medios electrónicos. De golpe recibí en mi computadora informaciones sobre Agulha Revista de Cultura, la valiosa publicación de la que es editor desde hace años, en su ingente esfuerzo de tender puentes entre nuestras culturas y las letras de los países de América Latina, contribuyendo a mitigar en parte el injustificable silencio y la prolongada incomunicación que nos separan, a pesar de las múltiples conexiones entre nuestras diversas culturas.

Martins, que ha realizado numerosas antologías poéticas y traducciones de grandes escritores de ayer y de hoy, tales como Federico García Lorca y Guillermo Cabrera Infante, es también autor de El inicio de la búsqueda [El surrealismo en la poesía de América Latina], 2001, y Escritura conquistada [Conversaciones con poetas de Latinoamérica], 2009.

En los últimos meses he mantenido un fecundo intercambio epistolar con Martins, habiendo recibido noticias siempre novedosas y estimulantes sobre su Proyecto Editorial Banda Hispánica, que con tanto fervor promueve dondequiera que su voz pueda ser escuchada, e innumerables poemas de quien es un imaginativo escritor y al mismo tiempo un dinámico promotor cuya solidaria presencia es desbordante y contagiosa.

Así, entre poemas e intercambios de ensayos acerca de la poesía continental, he logrado conocer muchos de los textos de Martins, hasta que él mismo puso en mis manos una veintena de poemas bajo el título de Antes que el árbol se cierre, pidiéndome que escribiese esta breve presentación, un gesto que debo considerar como verdadero privilegio, ya que no nos conocemos personalmente, sino a través de ese nexo más intenso y perdurable que constituye la poesía.

Aunque el autor cuenta la génesis de su libro en una especie de prólogo titulado «Una semilla», en el que cuenta cuándo y en qué circunstancias escribió los primeros versos de este libro, y cuáles son las obsesiones que lo desvelaron durante mucho tiempo hasta que logró dar voz a sus pulsiones más íntimas, la lectura de Antes que el árbol se cierre constituye un deslumbrante recorrido por una serie de iconos femeninos entrañables que acompañan al poeta en sus horas insomnes y en sus viajes alucinantes por los laberintos de la memoria y el deseo.

Cada una de las mujeres a las que Martins rinde homenaje en sus poemas constituye por sí sola un mundo de referencias literarias, musicales y cinematográficas indispensables del imaginario colectivo, porque han marcado su época y sus respectivas sociedades con una recia presencia, una obra inspiradora, o comportamientos distantes de la convención y las normas aceptadas.

En este orbe poético creado por Martins asistimos a un desfile interminable de figuras emblemáticas, sobresalientes, incomprendidas, solitarias, exitosas, que a veces lograron descollar con triunfos resonantes, no siempre efímeros, pero que casi siempre tuvieron destinos dramáticos, cuando no trágicos, aunque permanecen en la memoria de muchos debido a la impronta de su obra, su carácter, sus acciones, su más hondo significado para quienes las aman por su legado artístico, o el impacto emocional provocado por sus respectivas trayectorias.

Por lo general, el poeta evoca fragmentos de cuerpos a los que logra asirse para atrapar la esencia de esas mujeres: los labios de Alejandra Pizarnik, la voz de Alberta Hunter, las piernas de Anne Darwin, los músculos de Annie Leibovitz, el espinazo de Bjork, los talones de Bonnie Parker, las manos de Clarice Lispector, las rodillas de Dora Ferreira da Silva, las caderas de Emily Brontë, los brazos de Janis Joplin, el ombligo de Lee Miller, los ojos de Linda Porter, los hombros de Madeline Millán, las venas de Mattie Ross, las nalgas de Nina Simone, el vientre de Ruth Underwood, los senos de Sara Saudkova, los huesos de Susana Wald, y alguna a la que identifica por el atributo inasible, pero decisivo, de la memoria (Consuelo Benevides).

Con estos trozos de materia corporal femenina diseña Martins –mediante palabras que a ratos desconciertan por las insólitas asociaciones y metáforas alucinantes– el océano inconmensurable del deseo, la nocturnidad y el delirio en el que se sumerge con plena libertad para saborear los placeres de la carne, entre gemidos y misterios, tratando de descifrar los enigmas del cuerpo, o de adentrarse en los sofismas de la noche y vivir la locura de los cuerpos trenzados en el furor de los besos.

Si algunas veces la intertextualidad es inevitable debido las referencias a poetas (Pizarnik) y narradoras (Lispector, Brontë, Shelley), otras veces la fijación proviene de imágenes espectaculares de la fotografía (Miller, Leibovitz), de una particular debilidad por las cantantes (Hunter) e intérpretes (Lechner, Bjork), e incluso de algunos símbolos de la existencia efímera (Annie Darwin), la transgresión a la ley (Bonnie Parker), o de personajes que sólo cobran vida el celuloide (Mattie Ross).

Antes que el árbol se cierre puede también leerse como un entrañable símbolo de la huidiza memoria que busca atrapar aquello que está a punto de disolverse en el olvido. O sea, mediante palabras envolventes, capturar entes fugaces y volátiles que el poeta evoca valiéndose del tacto de la piel (ahí está ese elocuente poema a las manos de Clarice Lispector), el sueño de un beso inolvidable, unos ojos que miran sin pestañar, los cataclismos del deseo, unos senos que se yerguen desafiantes. En otras palabras, la anatomía femenina segmentada, dividida en sus partes adorables, y que el poeta va reunificando hasta configurar una totalidad que exprese las conmociones de su desbocado corazón.

Con su alucinante despliegue de imágenes que por momentos bordea los automatismos surrealistas, o nos sumerge en un ámbito de símbolos perturbadores de una posmodernidad que nos aturde con la seducción de un placer inagotable, Floriano Martins ha logrado estructurar un libro cuya fulgurante presencia quedará en el público lector mucho tiempo después de haber concluido su lectura.


Floriano Martins (Brasil, 1957). Poeta, ensaísta, editor, tradutor. Dirige a Agulha Revista de Cultura e o selo ARC Edições. Colaborador das revistas Altazor (Chile), Matérika (Costa Rica), La Otra (México), Blanco Móvil (México), Triplov (Portugal) e Acrobata (Brasil). Estudioso da tradição lírica na América Hispânica e do Surrealismo.
Contato: floriano.agulha@gmail.com.
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Agulha Revista de Cultura:
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Escritura conquistada:
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Atlas Lírico da América Hispânica:
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