15 Marzo, 2010 | Del bicentenario
Esto es México, DF una de las ciudades más
grandes del mundo, el aire esta enviciado
por una especie de nube gris que en los días
nublados y los mas fríos de invierno lo
cubre todo como un manto caprichoso pero que
no hace tanto daño como parece, al menos los
mas de veinte millones que habitamos aquí,
andamos de pie, dicen que el hombre es un
animal de costumbres capaz de habituarse a
las situaciones mas adversas y somos la
prueba ambulante.
Aquí la gente habla de cosas como la crisis
económica o las guerras como algo muy lejano
y muy ajeno, igual que la moda parisina o de
nueva york, somos un país de paz aunque ésta
nos cuesta cada vez mas cara, el precio ha
sido tener que subyugarnos bajo un régimen
autoproclamado como democrático pero que no
tiene idea alguna de lo que la verdadera
democracia significa, y de lo que todos
nuestros predecesores tuvieron que mover
para sentirnos alguna vez como un país
libre, soberano e independiente.
Estoy segura de que más de un personaje
histórico se revuelca ahora mismo en su
tumba debido a los festejos que están dando
inicio con motivo del bicentenario de la
independencia de México.
Independencia, simpática palabra, “situación
de un país o nación que no esta sometido a
la autoridad de otro”, pues claro, nos basta
y nos sobra con estar sometidos por nosotros
mismos, por la ceguera, la indiferencia y la
intolerancia que nos gusta ejercer para con
todos los paisanos que nos rodean, por que
el mexicano ha perdido la capacidad de
sentir el dolor, el hambre y la
incertidumbre del vecino, del hermano, ahora
tenemos la proclive prioridad de mirar por
el bienestar personal antes que por algo tan
tonto como el bien común.
Al mexicano promedio sobre todo al
capitalino le bastan varios ingredientes
sencillos para sentir que su vida es plena,
un trabajo estable en el que aunque no gane
lo que merezca, aprecie lo que gane, un
departamento con renta congelada o una
casita duplex que se pague mensualmente por
una eternidad, una pareja que le espere en
casa o que llegue del trabajo al mismo
tiempo y dos o tres chamacos sanos y
creciendo, fuera de esa burbuja no hay nada
que pueda preocuparle, el país, el mundo, el
universo entero podrían estarse cayendo a
pedazos sin que nadie aquí saliera a hacer
algo, así es como veo nuestra situación
actual, el estado de hibernación en el que
hemos caído, nuestra vida cotidiana en una
ciudad que ha dejado de formar parte del
tercer mundo para ser llamada cosmopolita
aunque nuestro nivel de vida siga dando
mucho que desear, el producto interno bruto
y el crecimiento económicos están en una
especie de Stand By como todo lo demás, el
nivel académico, la cultura, las artes,
pareciera que no queremos conocer nada mas
de lo que ya conocemos de sobra, ver mas
allá de los confines del pequeño hábitat que
nos han creado, definitivamente nos han
domesticado.
La fierecilla incorruptible moralmente
honesta y brutalmente justa que fue alguna
vez mi gente es ahora una especie que ha
sido genéticamente modificada diseñada para
realizar cualquier tipo de trabajos
forzados, soportar tratos indignos,
gobernantes idiotas y burócratas soberbios
con sueldos estratosféricos, aquella raza de
bronce que alguna vez cubrió esta masa de
tierra ha sido acorralada en las partes mas
altas de las sierras, en las cuevas oscuras
y en las mas siniestras circunstancias, para
que nadie le escuche, para que nadie sepa
por que las bisagras de la puerta cuando la
abren, crujen.
Muchos alrededor del mundo conocen mas de
nuestra situación interna que nosotros
mismos, de los problemas entre partidos, las
mafias sindicales y las huelgas ficticias
que únicamente tienen como propósito taparle
la boca a la prensa, ya que la información
es poder y nosotros que somos tan ingenuos
como sencillos e ignorantes, aunque no hay
peor ignorancia que aquella del que no
quiere saber, somos como un alcohólico que
no quiere que lo ayuden por que el mismo no
sabe como ayudarse.
Aquí los días pasan y las noticias siempre
son las mismas o mas o menos parecidas, la
primera plana se la llevan cosas como que la
cantante fulana de tal se casa con el actor
perenganito luego que ambos les fueron
infieles a sus respectivas parejas, que el
presidente se anda paseando por Cancún, que
mataron al sicario de conocido
narcotraficante en un enfrentamiento armado,
que la policía detuvo a banda de
secuestradores que asolaban tal o cual
estado de la republica, que el mundial se
acerca y la selección nacional califico por
la obra de alguna mano divina, hay concierto
en el auditorio nacional pero ya no hay
boletos. Las noticias que nos llegan del
mundo a muchos nos dan lo mismo pues son
países que no conocemos ni conoceremos
jamás, es como venir a contarnos que la hija
del vecino de la comadre de la tía que vive
enfrente de nuestro primo tercero se corto
un dedo mientras preparaba el asado, a
nosotros por que habría de importarnos algo
semejante, si es una persona que nunca hemos
visto, en una cocina muy lejos de la propia,
un dedo de una mano que no se parece en
ideas o costumbres a la nuestra y un asado
del cual no comeremos un solo taco.
Han sido muy pocas las personas que he
conocido a lo largo de treinta y cuatro años
que a la hora de cuestionarles sobre la
situación actual hablan con cierta pasión y
coraje de lo que somos ahora, de cómo
vivimos y vemos el mundo, la vida, incluso
el amor.
Si bien ahora somos libres de casarnos aun
cuando tengamos preferencias sexuales
diferentes, el machismo cultural de siglos
es difícil de sacudirse del cristal que
nubla nuestra visión, el que las mujeres
ahora se levanten a la misma hora para salir
a trabajar y ganen los mismos pesos o
incluso mas que el marido, no hace que la
situación de violencia intrafamiliar o el
trato humillante para con las damas se siga
dando todos los días, aquí es donde llego la
gripe porcina y todos corrimos a escondernos
a nuestro cubil, somos una mole que se deja
manipular, a nosotros como a los romanos,
mientras nos den pan y circo.
Hace poco platicando con el dentista
mientras me sacaba el molde para una
incrustación me di cuenta que todavía existe
en nuestro interior esa flama furiosa que
arderá eternamente en nuestro corazón aunque
nosotros nos ocupemos de mantenerla todos
los días como una chispa que agoniza, “ya
muchos estamos hartos de lo mismo, de que
nos utilicen, de que nos roben, si la gente
se uniera yo seria de los primeros en dejar
todo para morir como hombre luchando por lo
que esto debe ser y no lo que nos hacen
creer que es”.
Es domingo por la tarde en la alameda la
gente pasea por las calles del recién
rescatado y remodelado centro de la ciudad,
las calles pululan cristianos con ropa de
verano, el calor de estos días es tremendo,
los puestos de helados y aguas frescas hacen
su agosto mientras que en el zócalo se ha
construido el museo expuesto más grande del
mundo, estoy segura que la fiesta del
bicentenario será algo grande que no
olvidare, no por las razones de los demás o
por que ustedes crean que debo, si no por
mis razones muy personales y por que me
indigna y me duele, probablemente no
entiendes aun, imagina que a los cinco años
te dicen que eres un sapo, tú te la crees y
cada año te celebran el día del sapo, hasta
ese momento en el que te ves al espejo y al
mirarte te das cuenta de que no eres un
sapo, eres un niño como cualquier otro pero
cínicamente aunque todos saben la verdad y
que lo sabes todo año tras año te siguen
festejando.
Así es como se siente todo este asunto del
bicentenario.
Muchos sabemos que este es el país del “no
pasa nada” nos gusta hacer como que no vemos
cuando algo nos afecta ya sea directa o
indirectamente por que es mas conveniente
seguir con nuestras tareas de todos los días
que armar una nueva revolución, salir al
trabajo, vestir a los niños para la escuela,
preparar la cena, echarle agua a las
plantas, sacar la basura y alimentar al
gato, la moda no es la que mejor nos acomoda
sino la que podemos pagar, nuestro auto no
es el que rinde mas kilómetros por litro
sino el de mensualidades mas bajas, la vida
que tenemos no es la mejor pero no esta tan
mal, dicen que podemos acostumbrarnos a todo
menos a no comer y que donde se amen dos con
uno que coma basta.
Los amigos que han llegado del extranjero me
cuentan asombrados que no esperaban ver un
México tan moderno, tan limpio, tan lleno de
adelantos tecnológicos y cultura, yo solo
pienso con algo de tristeza que nos hemos
dedicado a pintar y embellecer la fachada
cuando es el interior lo que en realidad
importa, tenemos una infraestructura que
solo en sueños al estilo Verne habríamos
pensado que podía ser realidad, me siento y
me quedo pensando que ojala lo económico y
lo político avanzara con la misma velocidad
con la que hemos construido líneas del
metro, puentes elevados y distribuidores
viales, que ojala la intolerancia
disminuyera al mismo ritmo en el que son
permitidas las bodas gay o las adopciones
por personas solteras, que la diferencia
siempre fuera en porcentajes menores y no al
revés.
Por que hasta matemáticamente resulta
ilógico.
Pero, no te alarmes amigo, amiga, México
sigue siendo un país sumiso pero armonioso,
pacifico, uno de los países con mas variedad
de flora y fauna en el mundo, donde las
mujeres somos de cabello oscuro igual que la
tierra que cubre nuestros campos y que es
fértil a mas no poder, donde los niños
crecen con ideas anticuadamente machistas
pero físicamente sanos por que somos una
mezcla de bronce y maderas que ha mejorado
con los años, que aunque los índices en los
noticieros indiquen lo contrario se puede
pasear por el centro a altas horas de la
noche sin correr ningún peligro de ser
asaltado o secuestrado, un país con paisajes
excepcionales y personas fantásticas,
oficios ancestrales y comida inigualable,
esa es la cara del México que todos queremos
ver y la que a fuerza de sufrir nos
esforzamos por que no cambie aunque nos
caigan los siglos y la tecnología encima,
nuestras fiestas, tradiciones, las trenzas
largas con listones de colores, los dioses
del cielo y de la tierra, los sacrificios en
las pirámides, la serpiente emplumada que
corre por la planicie con la cuenta
astrológica exacta de las estaciones, la
hierba verde que alimenta el alma, los
ópalos, el oro, la plata, las sonrisas de
dientes blancos, las manos cayudas y la piel
bronceada, las canastas de juncos tejidos a
mano pintadas con los colores fabricados con
cochinillas trituradas, zarapes, rebozos,
agave, maíz, tequila, mezcal, viento, agua.
Eso es lo que es México, lo que somos los
mexicanos, somos uno con esta tierra que ya
era vieja cuando nosotros éramos nuevos, por
eso nos hacemos de la vista gorda y nos
callamos, de que sirve quejarse teniendo
tanto trabajo por hacer, tanta tierra que
sembrar, tanto fruto que cosechar, vino que
añejar, cabellos que trenzar, el mexicano
como buen hijo de la tierra no se queja, se
sonríe por dentro y sigue trabajando.
Así es como festejamos el bicentenario,
apretando los dientes pero sonriendo.
11 Marzo, 2010
|
Uno + uno = Amor
La conoci por internet como suelo conocer a
la mayoria de las gentes que entran en mi
vida pues al ser una persona con actividad
social inexistente y amigos que se cuentan
con las orejas de mi cabeza pues es el
internet muy buen medio para hacer “migas” y
distraerme un poco (tal vez un mucho), desde
el principio intui que se trataba de un ser
elevado que queria desprenderse de las
ataduras vanales de un mundo como este,
cuando note que el acercamiento nuestro era
cada vez mas intimo e incluso era algo que
se sentia sobre la piel, decidi tomar
ciertas medidas y alejarme un poco, el dia
que ella me dijo “Te Amo” asi como si me
estuvese dando los buenos dias procure no
caer en panico o dar un paso mas a la
locura, espere a que de ella saliera una
explicacion a esa exclamacion de afecto.
“Para mi el amor puede estar en cualquier
parte, sobre cualquier ser vivo sin importar
su sexo, forma, religion o circunstacia, el
amor es libre de habitar en cualquier lugar”
No pude dejar de sentirme ridicula y sucia
al pensar que se trataba de un simple
coqueteo cuando en realidad era una leccion
de vida, de amor, de claridad y profundidad
emocional, y cuanta razon tenia, el amor es
libre de habitar en cualquier lugar.
Luego de que el gobierno del distrito
federal inició los movimientos que fueron
necesarios para legalizar las bodas entre
personas del mismo sexo, las reacciones de
grupos retrogradas no se hicieron esperar
así como campañas con frases como “Uno + Una
= matrimonio” donde se hacia gala de la
intolerancia a las personas con preferncias
diferentes.
En medio de un ambiente de fiesta, rodeados
por sus familiares y amigos el dia de hoy se
casaron las primeras parejas homosexuales en
la hermosa ciudad de mexico, el gobierno
capitalino se ha defendido contra aquellos a
favor de la iglesia y las antiguas
costumbres, afirmando por milesima vez que
en este pais la iglesia y el gobierno son
entidades autonomas e independientes.
En lo personal, un aplauso para el gobierno
del distrito federal, para las parejas
recien unidas en matrimonio y que apartir de
hoy gozaran de los mismos derechos y
obligaciones que cualquier matrimonio, ojala
y adopten niños si tienen planeado ser
padres en un futuro, miles de niños
hambrientos de un hogar decente, cariño y
estabilidad economica estan aguardando, no
dudo que tengan la misma (sino es que mayor)
capacidad de poner atencion a las
necesidades de un niño, tanto afectuosas
como materiales.
Dos cachetadas con guante blanco me ha dado
el gobierno de la ciudad esta semana,
honestamente me han cerrado el pico, ah que
es bella la vida… que viva el amor.
09 Marzo, 2010 | La cueva del monstruo
Durante el ultimo par de meses cada vez que
pasaba por la plaza del zócalo capitalino
aquí en la ciudad de México me encontraba
con una construcción horrorosa metálica que
cada vez se iba comiendo mas a la plaza con
el paso de los días, mordida a mordida, mi
indignación era tanta que cada que miraba yo
ese artifundio comprendido de laminas,
tornillos, vigas y demás solo salían
improperios de mi boca blasfema “Pues que
demonios es esto” mi imaginación tan pobre y
putrefacta no me daba para imaginarme el
propósito de tan extraña caparazón.
El día de ayer por la tarde me encontré con
que esta cueva metálica tenia la boca
abierta y los capitalinos entraban en ella
como el caballero de dorada armadura que sin
miedo se adentra a las fauces del dragón.
“Dígame usted, que hay allá adentro” le
pregunte a un chico de apariencia agradable
y traje oscuro que con un radio vigilaba la
parte de afuera de la susodicha cueva, “ah
mire señorita la entrada es por la puerta de
allá, es una exposición para festejar el
bicentenario” si, están ustedes en lo
cierto, los mexicanos este año festejaremos
a lo grande el bicentenario de nuestra
independencia (no se que diablos festejamos
en realidad pero en fin) y este es uno de
los pequeños detalles que ha preparado el
gobierno capitalino para ir preparándonos
para la fiesta grande.
Aunque ya teníamos mi Sam y yo nuestro
recorrido bien planeado y el tiempo estimado
de nuestra excursión por el centro,
decidimos abrir un espacio para poder entrar
a la cueva del monstruo, nos dirigimos a la
entrada donde se nos desinfectaron las manos
con gel antibacterial y se nos pidió entrar
al lugar sin alimentos o bebidas, no usar
cámaras fotográficas ni teléfonos celulares
dentro y comportarnos “como la gente”.
No era mucha la multitud la que estaba
esperando y la fila avanzaba de una manera
fluida así que fue rápido el acceso, nos
recibieron imágenes hermosas de cientos de
ojos hermosos, ojos mexicanos.
Conforme fuimos caminando mi espíritu se fue
quedando a pedazos en cada etapa del
recorrido, me encontré con una hermosa
colección de imágenes, color, luces y
sonido.
Cada fotografía fue ablandando mi duro
corazón, no saben como afloro mi amor por
esta tierra, por mi gente, gente de rasgos
como los míos, pómulos prominentes, cabello
negrísimo, ojos rasgados, manos fuertes, la
piel tostada haciendo divinos contrastes con
los colores de nuestros trajes típicos,
paisajes, comida, trenzas con listones de
colores, oficios y costumbres, terminando la
sala de fotografías nos reunieron en un
grupo de unas doscientas personas, nos
hicieron entrar de manera callada y
organizada a una gran sala con tres enormes
pantallas centrales y otras mas pequeñas
dispersas por todo el salón que es enorme,
tomando a mi Sam de la mano izquierda nos
acomodamos de pie al centro del lugar frente
a la pantalla central.
Puedo decir con toda la humildad que me
provoca recordar el momento que solo fui
capaz de apreciar la mitad del video que nos
proyectaron pues el resto me la pase con
lágrimas recorriendo mi rostro, he salido de
ahí conmovida hasta el llanto ese que al
brotar sin ninguna intención resulta harto
inocente.
Cualquiera que no tenga una idea clara de lo
que México es, de lo que los mexicanos
somos, de lo que esta masa de tierra mueve,
produce y dibuja para el mundo, lo invito a
que visite esta maravilla, aunque se que las
lagrimas solo le brotaran a bichitos raros
como yo, es una producción montada de manera
tan sencilla que resulta hermosa, espero si
están en el distrito federal se regalen unos
minutos y disfruten.
08 Marzo, 2010 | Día de la mujer?
Hoy día de la mujer me han llegado un montón
de correos conteniendo archivos,
presentaciones, tarjetas y felicitaciones de
amigos en distintas partes del mundo, como
si ser mujer fuera cosa de un solo día, como
si acordarse de celebrar la dicha de ser
mujer fuera fiesta de una sola vez, por la
tarde salí de compras al centro con mi hija,
saliendo de la estación de metro un chico
con sonrisa de marfil nos obsequio una rosa
a cada una de un ato de mil que tenia en el
brazo izquierdo, un detalle tierno del jefe
de gobierno del distrito federal, aunque, no
hay cantidad en rosas pagadas con el erario
publico que alcance a cubrir lo que se
siente ser mujer, hoy o cualquier otro día.
Una mujer se la pasa acostumbrándose toda su
vida a situaciones incomodas desde el
creciendo de vello de ciertas partes suaves
en la pubertad y la aparición del ciclo
menstrual, hasta los cambios hormonales y la
guerra eterna con arrugas o estrías.
Ser mujer no es algo que se pueda ser solo a
ratos como un jardinero que luego del
trabajo cuelga las tijeras en la pared y
descansa sentado frente al televisor, ser
mujer es cosa de todos los días, de cada
instante, ser mujer es una condición divina,
casi un estado de gracia, la mujer tiene un
par de diminutas alas en los pies que la
convierten en un ser casi sobre natural que
bien puede escuchar, mirar, cantar una
canción y tejer un suéter al mismo tiempo.
La mujer es una criatura capaz de oler las
mentiras, de saborear el triunfo ajeno, de
besar sin amar, de amar besando, de ver
cosas que los demás no pueden, de sentir el
suelo bajo sus pies descalzos divinamente
envueltos con la nube de la ternura, la
mujer es protectora, guerrera, filosofa,
aparte de ser una maquina de mil usos con el
don de alimentar a una familia de seis con
cuarenta pesos diarios.
Ser mujer es algo que va mas allá de la
comprensión para quien no lo es, aunque
definitivamente no es una virtud, es una
condición suertuda de quien nació siéndolo y
que con la conciencia de su deber lo cumple
sin chistar, por que ser hija, hermana,
madre, esposa, amante, son tareas de todos
los días, lo mismo que ser mujer.
Hoy te pido, amigo, no felicites a la mujer
por ser lo que es, mejor regálale un poquito
de respeto sabiendo que no es el sexo débil
por que hay mas mujeres que llegan a
ancianas que hombres que llegan a ancianos,
que no es una criatura tonta por no poder
cambiar un neumático, por que sabes, basta
con pestañear un poco para que algún chico
la cambie por una y para eso se necesita mas
astucia que para saber utilizar una llave de
tuercas o fuerza bruta, nunca subestimes el
poder de unos ojos lindos o de un par de
trenzas, escucha, no todas somos bonitas
tontas o viceversa, no olvides nunca, que
una chica es enteramente capaz de hacer
exactamente todo lo que tu haces e incluso
puede hacerlo…con zapatos altos.
08 Febrero, 2010 | Arqueros Regordetes
Luego de una noche extraña por la gripe y
los medicamentos que controlan el fluido
nasal, me animé a ducharme y salir de
compras al mercado por comida para la
semana, había olvidado que estamos a unos
días de festejar el día de los enamorados,
como si hiciera falta un día en especial
marcado por sepa diablos quien para tomar
una copa de vino tinto bien frío, regalar
rosas, cenar a la luz de las velas sobre un
mantel blanco, hacer el amor con pétalos de
flores de colores sobre la cama o abrazar a
la pareja y decirle “Te quiero” como si se
tratase de algún tipo de lujo que solo en
ocasiones especiales se puede pagar.
Al llegar al mercado no faltaron los puestos
repletos de regalos, listones, bolsas, papel
decorado con querubines nalgones intentando
atinarle a alguien con su arco mal hecho y
una flecha chueca, monos de peluche, plumas,
llaveros y cuanta porquería acostumbra la
gente comprar para “demostrar” a la gente
que le importa… que le importa, al final y
casi seguro tarde o temprano el regalo ira a
parar a la basura o una repisa donde dejaran
que se empolve para luego de un rato acabar
en el mismo lugar, si el novio o la novia
tiene la ocurrencia de romper pues lo mismo,
cartitas, fotitos y demás chunches… a la
basura.
Que mundo cochino es este donde hace falta
que alguien nos dicte que hay un día
especial para festejar al amor, para
demostrar nuestros afectos, para expresar la
querencia o para regalar nuestros besos ?
Por que se necesita agarrar valor o
excusarse en un día señalado con números
rojos en el calendario para atreverse a
decirle a ese alguien: Me Gustas, Te Quiero,
Te Necesito, Te Extraño, Estoy Enamorado de
ti… Te Amo.
Si yo tuviese poder (y no digo que lo tenga)
o si tuviese dinero ( y tampoco digo que lo
tenga), me gustaría iniciar una campaña,
invitar a la gente a no comprar regalos y
chunches inútiles que terminaran por
contribuir al calentamiento global y a
saturar los tiraderos, me gustaría invitar a
dejar que los puestos con ramos de rosas de
precios exorbitantes de ultima hora se vayan
a la quiebra y todos los globeros se queden
con el puesto repleto, que los supermercados
no sepan que hacer con tanto pastel en forma
de corazón y las tiendas de tarjetitas
cierren temprano.
Por que no se puede poner fecha, forma o
precio al amor.
Escribe una carta, levanta el teléfono y
llama, prende velas en el baño y ponle sales
de colores al agua de la tina para hacer
burbujas, prepara una cena deliciosa con un
mantel blanco, canta aquella vieja canción
debajo de esa ventana o simplemente humedece
tus labios, abraza y di lo que tu corazón
sabe que tú sabes pero que los demás muchas
veces necesitan escuchar en voz alta para
sentir que el corazón se alimenta y crece,
si de verdad quieres obsequiar algo
tangible, regala aquello que sepas que esta
siendo necesitado, aquello que será
disfrutado y apreciado.
Se tú quien diga Te Amo y no una caja de
bombones o un regalo envuelto con papel
decorado con querubines nalgones que aparte
de grotescos son pésimos arqueros.
24 Enero, 2010 | Sobre Haití
Hace poco mas de medio año que colaboro con
un pequeño diario de provincia razón por la
cual es casi ridículo confesar que en un mes
cumpliré tres años sin ver televisión, sin
leer periódicos ni revistas, sin escuchar la
radio, así que me vine enterando del
terremoto en Haití varios días después por
que en el súper la cajera me pregunto si
quería hacer alguna donación respecto al
cambio que debía entregarme, generalmente
detesto colaborar con campañas de ayuda sean
las que sean pues en mi país (no se en los
demás) esta demostrado que la mayoría del
dinero se va a piadosos bolsillos de gente
embustera y jamás se ve llegar la ayuda a
quien se promete entregarla, y pues como no
me gusta alimentar gatos gordos pues paso de
redondear mis centavitos de cambio, a la
mañana siguiente muy temprano pase a casa de
mi madre para acompañarla a su cita con el
medico, mientras se terminaba de bañar me
dejó en su recamara viendo las noticias en
la televisión, tuve que enterarme del modo
mas feo de lo que sucede en Haití, lo que
sucede realmente y no el cuento de gente
sufrida y destinada a la desgracia que se ha
comprado todo el mundo.
En la pantalla la escena era difícil de
creer, había un hombre de mediana edad
atrapado entre escombros de su propia casa,
unas vigas y partes de concreto lo tenían
atrapado de la cintura para abajo, el hombre
por mas que batallaba no podía el solo
remover los pesados escombros que lo
mantenían prisionero, por increíble que
parezca mucha gente pasaba caminando por la
calle, hombres jóvenes, señores, señoras,
niños y nadie prestaba ayuda al señor,
muchos se detenían a mirarlo sin mover un
solo dedo mientras el pobre hombre pedía
ayuda sin que nadie tuviese intensiones de
prestársela, esta escena no solo me indigno,
desato en mi una rabia incontenible, me
daban ganas de poseer poderes de tele
trasportación para acudir en auxilio del
pobre hombrecito, en otra escena vi como los
Haitianos se arrebatan la comida unos a
otros, incluso como mataron a un hombre por
dos botellas de agua, cual es su excusa? Que
han sido el país mas pobre desde que el
mundo es mundo? Eso les da el derecho de ser
carroñeros sin ninguna culpa? Se puede
excusar el crimen detrás de la falta de
educación y riquezas?
Como siempre México no tardó en enviar ayuda
en especia y en gente, nuestros famosos
“topos” especialistas en rescate de gente
atrapada y cadáveres aun en las situaciones
mas extremas fueron como siempre a prestar
su experiencia, con calma y atención me puse
a escuchar una entrevista a uno de los
“topos” cuando descendía del avión en el
aeropuerto de la ciudad de México, se le
cuestionaba por que habían vuelto tan pronto
si aun los rescates no terminaban, el hombre
con una expresión triste en el rostro
comento que después de colaborar como
rescatista por mas de veinte años en
distintas partes del mundo solo en Haití
había visto algo como lo que le había tocado
en días anteriores, relató como los
ciudadanos de Haití solo los miraban mover y
luchar contra los escombros sin acercarse
jamás a ayudar como en muchos otros países y
en desastres aun mayores donde la gente
común que camina por la calle se levantaba
las magas de la camisa para entrarle a
remover escombros cargar costales de ayuda,
mover automóviles dañados, hacer curaciones,
prestarse de voluntarios en albergues y
sitios de separación y repartición de ayuda,
en Haití la gente no es así, el Haitiano no
solo no se presta a ayudar, no le importa el
dolor de sus compatriotas y si te descuidas
pobre de ti, a los “topos” en momentos de
distracción por estar rescatando gente
herida les robaban las linternas, cascos,
sus botellas de agua, hay en la ciudad toque
de queda a las seis de la tarde, si sales
después de esa hora es bajo tu propio
riesgo, el Haitiano es un animal salvaje que
no entiende de ayudar al hermano herido, no
entiende que no puedes pedir lo que no das
como compasión o respeto.
Hoy por mucho que pueda no gustar mi
opinión, por mucho que los desinformados se
compren la historia de los desvalidos que
necesitan una mano, por mucho que la gente
se apresure a llamarme del modo que les
plazca, diré que Haití no merece ayuda por
que de nada le serviría toda la ayuda del
mundo, de que le sirve al alcohólico la
ayuda cuando el no quiere ser ayudado? De
que le sirve a un buitre que lo alimentes
hoy si mañana en cuanto se descuide quien
sea lo matara y correrá a comer de su carne?
No, no y no, yo no redondeo centavos de mi
cambio, yo no voy a los centros de ayuda a
depositar comida, yo no creo que a Haití le
haga falta nada mas que orden y ley, primera
vez en la vida que aplaudo la intervención
del metiche gobierno estadounidense, de no
ser por ellos correrían peligro en suelo
Haitiano todos los reporteros, médicos y
gente que ha sido enviada de distintos
países a prestar su ayuda sin esperar nada,
el Haitiano no sabe ni hacer cola para
recibir ayuda, ellos quieren golpear,
arrebatar y correr, al menos con la zona
militar que se ha plantado se ven forzados a
formarse a recibir ayuda con orden aunque de
nada sirve, a los diez metros te aporrean y
te quitan todo, que distinto pueblo el
Haitiano al Mexicano, nosotros jamás hemos
sido un país rico, tampoco el mas pobre pero
aquí aun cuando las calles estuvieron
repletas de muertos en el temblor del 85’
nos ayudábamos unos a otros, hasta los
chicos de las preparatorias andaban
removiendo escombro para sacar cuerpos, las
señoras que tenían cisternas de agua en sus
casas abrían las puertas para quien quisiera
entrar a llenar sus cubetas, el que tenia
auto acarreaba ayuda, quien sabia de
enfermería o medicina andaba de voluntario,
las panaderías regalaban pan, las
gasolineras gasolina, las tiendas de
abarrotes azúcar, huevo, cuando se escucho
que matáramos a un señor padre de cuatro por
dos botellas de agua aun cuando en casa
tenias una familia tal vez sedienta? Cuando?
Cuando? No, a mi Haití no me causa pena, me
causa la mas honda tristeza, me deja al
descubierto una yaga moral que jamás sanará
por que duele como jamás me imagine y no por
el dolor o la necesidad de los hermanos
Haitianos, sino por que ellos mismos no se
saben ayudar.
[Como dato les aclaro que los videos que vi
transmitidos eran videos tomados por
personas comunes con teléfonos celulares y
no por ninguna cadena televisora.]
04 Diciembre, 2009 | Naturaleza humana
Siempre sospeché que lo que decían los
adultos no era del todo cierto, incluso mis
padres, es como ya sabes, cuando sientes que
algo paso o esta pasando y nadie quiere que
te enteres pero por mas que todos se empeñen
en ocultártelo o disuadirte para que no
indagues tus tripas y demás entrañas lo
presienten, una vocecita tipluda y chillona
te dice quedamente al oído “aquí algo huele
mal, no solo huele mal…apesta”.
Papá y mamá eran en conjunto una pareja muy
agradable, papá era un señor bastante maduro
que si no galanazo por lo menos bastante
guapo, platicador, bromista, caballeroso,
inteligente, mamá era una mujer muy hermosa,
mucho mas joven, con esa hermosura que solo
las indígenas mexicanas tienen combinada con
el buen vestir, zapatillas de tacones altos,
poco maquillaje y una sonrisa tan blanca
como la nieve del Popocatpetl, cuando ella
reía podía inundar toda una habitación con
su sonora carcajada que para nada era
desagradable, eran de esas parejas que
cuando uno las mira piensa en voz baja, que
bien se miran juntos, pese a sus diferencias
culturales, políticas y religiosas fueron
llegando a acuerdos bastante sensatos para
la crianza de sus hijos, tenían valores de
esos que ahora están muy devaluados y ya
casi no son tomados como cosa seria, pero,
por mas buenas personas que yo adivinara que
eran mis padres siempre tuve mis sospechas
en cuanto a algunas cosas.
Recuerdo que comencé a ir a escuelas de
religiosas desde muy temprana edad, ahí nos
enseñaban a ser buenos antes de que nosotros
decidiéramos si queríamos serlo o no, nos
programaban para tareas como si fuésemos
robots con el chip de memoria en blanco, no
se cuantas veces habré escuchado cosas como
que se debe ser obediente, bueno, dócil,
amable, compasivo, pero por sobre todas las
cosas teníamos que ser buenos hijos y buenos
cristianos…ah ¡ y jamás mentir. Mentir?
Jamás mentir?
Es ahí cuando el programa que nos instalaron
entra en conflicto con el último comando.
Si mencione algo sobre las características
de mis padres es por que hay cosas que no se
pueden creer vengan de donde vengan, que
sucede cuando al niño se le monta todo el
teatro anterior de ser buen hijo, buen
cristiano, jamás mentir. Una tarde tus
padres van en el auto, tu hermanita y tu
sentadas en el asiento trasero, oh ¡ unas
vecinas paradas en la acera casi debajo de
el semáforo, mamá se asoma mientras papá se
orilla, las vecinas bien amables saludan a
mis padres y nos dicen lo bonitas que nos
vemos en nuestros vestiditos blancos, papá y
mamá preguntan hacia donde se dirigen y la
vecina les responde que a la delegación y
que si no seria mucho pedirles un
aventoncito*, mamá les dice que lo sienten
mucho pero no vamos hacia allá, en ese
momento mis ojos se quieren salir de sus
cuencas y no se si me escurre algo de baba o
no, me quedo calladita pero yo se que vamos
al dentista a que nos hagan una limpieza a
mi hermanita y a mi y que justamente
pasaremos frente a la delegación.
Por un momento me quedo pensando que tal vez
mis padres no se conocen tan bien el camino
como yo, que tal vez papá descubrió un
camino nuevo que yo no conozco aun o quizás
se les olvidó a donde vamos.
Mis padres se despiden amablemente del par
de señoras y a unos metros de reanudar la
marcha mamá le comenta a papá “que bueno que
nos despedimos pronto, luego es difícil
zafarse de ellas”.
En ese momento me di cuenta de que la gente
miente, MIS PADRES MIENTEN, se le puede
sonreír a una persona y pensar al mismo
tiempo QUE BUENO QUE ME ZAFE DE ELLA. Así
como me recuerdo yo de niña era bastante
ingenua, dócil, callada, obediente, tímida,
miedosa, pero en ese momento me di cuenta de
que se puede fingir o decir una mentira y no
pasa nada, ni te castiga dios, ni Santa deja
de traerte regalos ni el coco peludo viene
por ti.
Con el paso de los años me fui volviendo un
poco cínica y empecé a ejercitar esa
“capacidad” podía decirle a mi mamá que el
cuarto de queso me había costado un quinto*
mas y comprarme dulces, podía encontrar un
lápiz de color en el suelo del salón y
quedármelo por que era bonito y si el pobre
estaba en el suelo era seguramente por que
su dueño no lo quería, podía pasarme toda la
tarde sentada frente a la ventana y llenar
de bolitas remojadas en saliva la puerta del
vecino de enfrente con mi cerbatana y cuando
llegaban mis papas y el vecino se quejaba yo
decía un quedo “yo no fui” aplicando mi
gesto mas grave de inocencia. Inocencia
fingida comprada con el ejemplo de “los
grandes”.
Hace rato platicaba con alguien sobre esta
nota y me decía “es que así es el mundo” si,
pero por que? Por que demonios saludas a
alguien que no te cae bien? Por que le
decimos al jefe que se ve cada día mas
delgado cuando realmente esta mas obeso? Por
que inventamos una mentira para cubrir algún
engaño o una falta nuestra? Por que nos
gusta pensar que engañamos a alguien si
nosotros mismos no nos creemos nada?
Pensé que tal vez algún día cuando yo misma
fuera “grande” entendería pero…aun no
entiendo.
Notas aclaratorias para mis amigos del extranjero:
Aventón* es como le llamamos a acercar a
alguien a su destino.
Un quinto* era el equivalente a cincuenta
centavos de peso también se le llamaba
tostón, hoy en día ya no suelen usarse estas
denominaciones pues nuestro peso esta muy
devaluado
pero se quedo la frase de cuando uno no
tiene dinero “no tengo ni un quinto”.
02 Diciembre, 2009 | El síndrome Peter Pan
Hoy voy a tocar un tema que puede molestar a
muchos y del cual las personas inteligentes
nunca hablan, pero como ya todos sabemos a
mi me vale lo que piensen de mi y jamás he
sido una persona inteligente, hablare
solamente de lo que he visto, constatado o
vivido así que para mi son solo hechos y me
referiré solamente a lo que veo referente al
tema en mi país por que en otras partes del
mundo no se si se este dando el mismo
fenómeno o no. Es lo que yo suelo llamar el
“síndrome de Peter Pan” ya que como todos
sabemos este personaje de historias
fantásticas es un niño que jamás crecerá,
será por siempre un niño, puberto tal vez
por que yo le calculo unos doce, catorce
años aunque no se si este sujeto tenga edad,
aquí en México y desde hace unos diez años
se esta dando mucho este fenómeno, casos de
hombres con mas de treinta años de edad que
continúan viviendo en casa de sus padres
como hijos de familia, que gozan de una vida
bastante comodina al no tener que pagar
renta, impuestos, letras atrasadas, claro
que estos hijos tan bien agradecidos de vez
en cuando cooperan con alguna cantidad para
gastos comunes como el recibo del agua, la
luz, el teléfono, como siguen siendo hijos
de familia y aquí en México tenemos a los
hijos, hermanos y demás tan mal
acostumbrados, seguramente su señora madre
le sigue lavando y planchando la ropa, el
señorito llega del trabajo y su madre le
sirve la cena, es la vida perfecta que por
que demonios tiene que terminar? Para que
podría un hombre con una vida así querer
buscar independencia o una vida de
sufrimientos fuera de los calidos brazos de
su madre? Echarse encima una vieja que
mantener o un hogar propio que costear? El
otro tipo de espécimen dentro de este
fenómeno es aquel que se casó cuando muy
chico, se fue de la casa a formar su propia
familia pero todo le salio mal, se divorcio
luego de procrear dos o tres chilpayates que
ahora comen y requieren sustento, calzado,
vivienda, educación, calzones, lechita,
estos hombres al verse solos de nuevo y sin
una buena economía corren como vírgenes
desprotegidas al hogar familiar, regresan
ahora con treinta y siete, ocho años ya
rascándole a los cuarenta a vivir a su
habitación de colegiales, tienen las paredes
con pósters de grupos rockers que ya nadie
conoce por que son de una generación
anterior, vuelven a su vida de antes pero
con algunas limitantes, quizá ahora tengan
que meter ellos mismos sus calzones sucios a
la lavadora cada domingo pero siguen dejando
que mamá les caliente y les prepare la cena
después del trabajo, no pagan renta y
también se sienten súper hijos con cooperar
de vez en cuando con los gastos comunes.
Yo no se ustedes, quizá sea yo la que esta
mal pero creo que este ultimo caso es como
devenir luego de haber crecido y sin llegar
todavía al retroceso de la vejez es ir para
atrás como los cangrejos, en mi caso me
quede sin pareja hace casi tres años y no
corrí a la casa familiar a “reponerme” como
ellos dicen, de hecho jamás contemplaría
volver a casa de mi madre, muchos alegan
demencia diciendo que luego del divorcio
quedaron tan mal económica y
sentimentalmente que regresar al hogar de
los padres es una ayuda “temporal”, no se
realmente cual sea su concepto de
temporalidad si luego se quedan ahí por diez
años o esperan a que mueran los padres para
quedarse con la casa.
Yo por más pobre y jodida que hubiese
quedado me habría ido a vivir a un cuarto de
azotea de cien pesos al mes antes que volver
a casa de mis padres, pero claro, esta soy
yo.
Lo único que puedo decirles es que
generalizar es bastante feo y excusas
siempre habrá miles y de todos los matices,
desde la miseria, la depresión, la soledad
que no se sabe canalizar, en fin pero cuando
a mi un chico de 37 o mas me invita un café
y yo se que vive con sus padres, le digo que
no…gracias, no quiero siquiera enterarme de
sus “motivos” por que realmente no me
interesan.
Como mensaje y esperando que sirva de
reflexión aquí les copio lo que se mando
escribir en el epitafio de un hombre que
cabe dentro de los antes mencionados casos,
escrito claro por sus progenitores en letras
resaltadas y doradas sobre el marfil.
“Aquí yace Pepe Limón
1969-2009
que por fin se fue de casa de sus padres”
23 Noviembre, 2009 | Comida de mercado
Si señorita la vida es puro trabajo cuando
uno así lo quiere, mi esposa y yo tuvimos un
puesto de comida en el mercado por
veinticinco años, un buen negocio si, pero
absorbente como ningún otro, de levantarse a
las seis de la mañana para comprar los
ingredientes, picar, moler, coser y empezar
a preparar la comida, luego viene atender,
servir, mantener los guisados calientes, las
bebidas frías, al final lavar los trastos,
ollas, sartenes, casuelas, limpiar la barra
y la cocina para el día siguiente, no
termina uno antes de las siete, llega uno a
casa tan agotado que lo único que piden los
pies es descanso y el estomago algo ligero,
dormir.
Aunque le diré que gracias al puesto mi
esposa y yo pudimos darles carrera a
nuestros cuatro muchachos, todos ellos son
profesionistas y todos se fueron a vivir
lejos, como si no quisieran estar cerca de
nosotros, solo uno de ellos llama por
teléfono de vez en cuando, los demás no, ya
tienen cada uno su familia y sus cosas que
hacer seguramente no hay tiempo para llamar
a los viejos.
Sabe, no se cual es esa urgencia de uno
cuando es joven de tener una casa y comprar
cosas, nosotros compramos la gran casa que
siempre soñamos y mire, estamos solos y la
casa es solo un recordatorio, es como
decirnos nosotros solitos cada que metemos
la llave en la puerta para entrar en ella
“esto es lo que queríamos” la verdad llegar
a viejo es bien raro, a mi por ejemplo ni la
comida me sabe, ni el sol me calienta.
De haber sabido habría tenido otra vida, una
menos preocupada, habría tenido un trabajito
estable donde solo me fregara yo el lomo y
dejar que mi viejita estuviera en casa con
los chamacos, llegar a comer y regañarlos
por darle lata a su madre, comprar una
casita de pagos congelados para pagarla con
los años de a poquitos, irme rascando la
cabeza para comprar los libros de los hijos
en la universidad, la ortodoncia del mas
chico y los ortopédicos para la nena,
tomarnos mi vieja y yo algunos días de
vacaciones con nuestros hijos en una playita
“solida y caliente”, no se, me sigo
preguntando por que de jóvenes tenemos tanta
urgencia, tanta pinche necesidad de comprar
la gran casa, la camioneta, la pantalla
plana, y se va olvidando uno de lo que es
vivir, seria todo mas fácil, vivir así, sin
casa, sin camionetota, sin pantallas planas
que rara vez se sienta uno a mirar, sin
salas nuevas que los nietos no van a
ensuciar con los zapatos o un helado, si
señorita todo seria mas fácil, viva usted
así, no compre casa ni camioneta ni nada, no
sea que por estar ocupada trabajando, se
olvide también de vivir.
08 Noviembre, 2009 | Los verdaderos
culpables
No es que las cosas hayan cambiado o que el
mundo ahora gire mas rápido, tampoco es que
las exigencias de la vida moderna hayan
trastornado a la gente o el orden de las
cosas, hemos sido nosotros los que hemos
hecho que la vida parezca que va mas aprisa,
que el mundo va en sentido contrario a las
manecillas del reloj y que la gente ahora es
mas hiperactiva.
Hablando honestamente el mundo sigue girando
para el mismo lado y a la misma velocidad
desde que el tiempo es tiempo y que la vida
de hoy en día es lo que es por que nosotros
la hemos degenerado.
El que los jóvenes se agrupen para beber o
consumir drogas no es nada nuevo, es algo
que ha sucedido desde que tengo memoria solo
que es un asunto al que se le pone atención
cuando nos conviene o nos da la gana. Este
problema no es culpa del tendero de la
esquina que vende cerveza, tampoco es culpa
del micro distribuidor de chatas,
metanfetaminas o polvitos mágicos, ni
siquiera es culpa de los distraídos
empleados de las escuelas que no pueden
andar revisando mochilas todos los días para
ver si las criaturitas meten o no bebidas
alcohólicas al plantel.
No señor, no señora, si realmente quiere ver
el rostro de la persona culpable de que su
hija o su hijo se aviente sus chelas al
medio día o se meta sepa dios que
porquerías, póngase de pie frente al espejo
y pregúntese, cuando fue la ultima vez que
se sentó a platicar con ellos? Cuando les
pregunto si están contentos en la escuela o
con los amigos? Si ya tiene novio o novia y
si están felices por eso? Si se siente
agobiado por algo en particular?
No quiera lavarse las manos diciendo que el
director de la secundaria de sus hijos es un
irresponsable o que el tendero de la esquina
le vende cervezas a menores de edad por que
igual y las bebidas las compro alguien mas
para los mañosos de sus hijos que sabían que
a ellos no se las venderían lo que viene
resultando doblemente culposo y doloso.
Quisiera que quedara claro que un joven de
mas de doce años que bebe o se mete lo que
quiera, sabe perfectamente lo que esta
haciendo, aquí nadie obliga a nadie, el que
el joven en cuestión tenga baja autoestima,
sea inseguro y necesite buscar la aceptación
de los demás, son problemas que tienen
raíces y cimientos bien fuertes desde la
educación y el ejemplo que reciben en casa,
jamás esperemos tener hijos diferentes
cuando el padre llega tomado a casa y golpea
a la madre, cuando la madre esta ausente
todo el día, cuando no hay ejemplos a
seguir, cuando no hay dignidad, cuando los
mismos padres se la pasan humillando a los
hijos por que no son tan listos o perfectos
como ellos quisieran o cuando la madre le
escupe al joven en la cara todo el tiempo
que se parece a su padre que los abandono.
No pidamos jamás lo que no tenemos, lo que
no hemos sido capaces de dar, no esperemos
peras del olmo que ya esta hasta la madre de
que le pidan peras cuando todos sabemos que
no las puede dar, ni le roguemos a dios,
dios no hace al mundo o a la gente como son,
somos nosotros.
02 Noviembre, 2009 | Ofrenda para mis
muertos
Mi madre al igual que el indio Tizoc (según
la película y el personaje), proviene de una
ultima familia zapoteca de sangre real del
estado de Oaxaca, su hermano mayor mi tío
Juan solía contarme sobre nuestros
antepasados de sangre pura, príncipes de
bronce, siglos después de la llegada de los
españoles somos mestizos casi todos, tenemos
iPods y usamos mezclilla, aun así habemos
quienes no abrazamos la iglesia católica que
aplastó los cráneos de nuestros antepasados
prehispánicos y mantenemos con vida algunas
tradiciones que nos identifican. Desde uno o
dos meses antes comienzo a comprar las cosas
de mi lista para irlas borrando conforme voy
comprándolas, que no me gane el tiempo ni la
crisis actual, un día son cuatro veladoras
grandes con vaso de cristal, después de
tantos años se que estas son las que mas
duran y que difícilmente puede apagarlas el
viento, otro día es la canela, el azúcar
para preparar los duraznos o las guayabas en
almíbar, otro día voy al mercado de la
merced a comprar dulces tradicionales que
son magníficos tanto en aroma como en vista
y sabor, papel china de colores, mole
Oaxaqueño, cigarros, tengo que terminar de
surtir mi lista unos días antes para estar
tranquila y preparar todo a tiempo.
Es la mañana del dos de Noviembre.
Es hora de comenzar mi ritual anual, sobre
la mesa pongo el mantel de colores que mi
madre tejió con agujas hace mas de
veintiocho años, en el borde y por toda la
orilla de la mesa acomodo con suavidad
flores de cempasúchil a las que les he
cortado el tallo, únicamente conservo la
flor, su color amarillo brillante y su aroma
tan escandalosos me alegran la mirada y el
alma, coloco un pequeño altar que cubro con
papel de colores y flores, el enorme pan de
muerto es el personaje central, le gusta
acaparar miradas y ser el centro de atención
con sus bien torneados huesos que invitan a
darles una mordida en cuanto se descuide,
muy de mañana he preparado el mole, lo sirvo
en un plato grande con arroz a la jardinera,
pollo deshebrado, queso y crema, otro plato
esta lleno de fruta, mandarinas, guayabas,
manzanas, a una de ellas le quito la piel y
la rebano en rodajas, les paso un poco de
jugo de limón por encima para que no se
oxiden y estén buenas para ser comidas
durante el día, en una canasta pongo los
dulces mexicanos, mueganos, jamoncillo,
marinas, cocadas, palanquetas, garapiñados.
Tortillas calientes envueltas en un paño
para que tengan cuerpo al ser comidas, el
cenicero, los cigarros y el encendedor están
a la mano, le quito su domo plástico al pan
y corto un par de rebanadas enormes, junto a
el un vaso de leche y uno de agua, en un
rincón de la mesa un diminuto plato con sal.
Es casi medio día, en una bolsa de plástico
he guardado pétalos de flor de cempasúchil
los tomo con mis dedos y los riego en el
suelo para marcar el camino desde el
corredor que da a mi departamento hasta mi
mesa dispuesta y lista para recibir a mi
padre, hoy es día de muertos, para mi es un
día de fiesta, mi padre viene a comer lo que
le he preparado desde el mas allá, con los
pétalos en el suelo le doy la bienvenida a
mi casa, la puerta esta abierta y la mesa
lista, en el pequeño incensario negro coloco
los trozos de carbón para encender el copal
y llenar con el aroma del incienso mi casa,
es un olor tan dulce que cualquier muerto
podría olerlo por eso se dice que hay que
encenderlo para que los que son esperados se
sientan bienvenidos.
El papel picado que es tan alegre pone el
aire de fiesta por todas partes, las flores,
la comida, las calaveras de dulce con sus
ojitos de lentejuelas que brillan en
semejanza de los nuestros.
El mexicano no teme a la muerte, danza y
festeja con ella.
Sobre el pequeño altar la fotografía de mi
padre que hace diecinueve años murió, una
calavera de azúcar grande casi de tamaño
natural con su nombre, Rogelio, en un papel
metálico pegado sobre su frente rodeado por
flores de colores que adornan el cráneo con
ternura. En una esquina de la mesa algunos
cráneos diminutos de azúcar con el nombre de
mis queridas mascotas fallecidas, Toribio el
loro de mi hermano que murió de veinte años,
mi hermano me ruega cada año que no me
olvide de ponerle su calaverita, mi perra la
Muñeca, mi Oliver, Evo.
Todo esta listo, enciendo un cigarrillo
extra largo, mentolado y al darle esa
primera y única bocanada digo en voz baja
“Bienvenido Papá”.
02 Octubre, 2009 | Dos de Octubre.
Son las cuatro de la tarde cuando Rogelio
sale de su trabajo como ingeniero en
electrónica en la compañía “Phillips” del
centro, los últimos meses han sido
difíciles, al aire en las calles es de
inconformidad, un gobierno represor pretende
seguir poniendo la bota sobre la nariz de la
gente, el es un hombre ya maduro (41 años)
pero cree que a esta marcha de los
estudiantes se le debe unir toda la gente
que se pueda, a los mudos nadie los escucha
hay que hablar, se pone su gabardina y se
dirige hacia Tlatelolco no hay quien lo
espere en casa hace tiempo se divorcio y
vive solo, llegando a la plaza de las tres
culturas ya hay mucha gente, cientos que se
convierten en miles, no cabe ni un alma mas
por ahí de las cinco de la tarde, junto a el
hay mujeres embarazadas, se ve entre la
multitud a niños pequeños, mujeres con
bebes, gente joven, adultos, ancianos, no
todos son estudiantes hay reunida gente de
todos tipo y extractos, gente harta de pan
con lo mismo. Rogelio es un hombre
observador, en cuanto nota la primera
vengala supo que algo malo sucedería, el se
encontraba justo a la mitad de la plaza
abarrotada, hay tanta gente que están
pegados codos con codos, no es la primera
vez que escucha disparos el conoce ese ruido
perfectamente, hombres con un solo guante
blanco se dispersan entre la gente y abren
fuego, ametralladoras de pie dispuestas en
las partes altas de los edificios bañan a la
multitud con plomo, la gente que se
encuentra junto a el comienza a caer como
muñecos de trapo, sin vida, la gente corre
pero no logra salir de la plaza, ya están
rodeados, un joven de cabeza pelona, camisa
y guante blanco levanta su arma a la altura
de la cabeza de Rogelio, el por un instante
se da por muerto todo sucede tan rápido, el
joven grita –Hágase a un lado, señor ¡ y
sigue disparando a los estudiantes que
corren dándole la espalda. Los hombres
armados disparan contra lo que se mueva, hay
que huir, Tlatelolco es como un pequeño
laberinto, callejones, pequeñas calles,
pasillos, las calles contiguas están
cercadas por soldados Rogelio no puede mas
que preguntarse –Que esta pasando?. De
repente los disparos callan, ahora todo es
silencio y muertos regados por todas partes,
Rogelio aprovecha para buscar refugio,
minutos mas tarde se reinicia el fuego.
Cuando parece que todo termino un soldado lo
encuentra y lo reúne con los demás detenidos
que forman filas para ser trasladados al
campo militar y a otros lugares, los
tuvieron formados clasificándolos por horas,
los muertos son tantos que se han llenado
camiones de basura con ellos que salen por
pares. A Rogelio lo separan de los
estudiantes detenidos es un hombre con
cierto porte, habla varios idiomas, ha
viajado por el mundo, trae en el bolsillo de
su gabardina color camello un libro, creen
que es de los organizadores de la marcha y
lo mandan al campo militar numero uno donde
es torturado y sometido por meses, su
familia lo da por muerto y dejan de
buscarlo. Solo una persona no se rinde, su
mejor amigo que es de familia adinerada, se
propone buscarlo y dar dinero hasta dar con
el, lo encuentra con quince kilos menos, una
costilla y una rodilla graves, sin gafas
(casi ciego sin ellas) golpeado. En uno de
los lugares a donde fue trasladado mas
tarde. Esta vivo.
Un año mas tarde conoce a Silvia y se casan,
tienen cuatro hijos, jamás les relata esta
historia a ellos si no a sus visitas de vez
en vez, cuando le preguntan. Así que esto lo
se por que me metí debajo de la mesa para
escuchar, aquí me sirvo compartirles sus
memorias de esa noche y las fotografías
donde el mismo se encerró en un circulo
trazado con pluma negra. Rogelio Mena Jr.
Fue mi padre…
30 Septiembre, 2009 | No era sudor, era amor
Era lunes ya por la tarde cuando abordé el
metro hacia Pantitlan, mi vagón venia
relativamente tranquilo, no tan lleno como
yo me lo esperaba por la hora que era, entré
y tomé lugar a un paso de la puerta, mi mano
derecha se sujeto del tubo cromado y
grasoso, me dispuse a mirar por los
cristales de la puerta que en la siguiente
estación darían hacia la calle, el tren
avanzó y al salir del oscuro túnel desee
mirar la ciudad deportiva desde lo alto, los
edificios de las unidades vecinas a la mía,
el palacio de los deportes, el velódromo,
desde hace muchos años sufro de rinitis
crónica así que por lo general los malos
olores en el trasporte publico no me
molestan para nada (nunca huelo ni respiro
bien), tiene que ser algo muy escandaloso
para que mi empobrecido olfato pueda
percibirlo, me encontraba yo en plena
contemplación y reconocimiento del terruño
cuando un fuerte olor a sudor me llamo la
atención, busque el punto de origen para
estudiar las opciones y moverme de lugar
cuando advertí que a medio metro de mi había
una pareja de jóvenes, el era un chico
pequeño quizá metro y medio, ella (por
increíble que parezca) era aun mas pequeña
que el, normalmente suelo usar botas de
tacones altos así que desde donde los miraba
parecían niños pequeños, uno apretujado
sobre la otra ligeramente encorvados mirando
por los mismos cristales por los que miraba
yo, con ambos brazos el la sujetaba como se
sujeta algo pequeño que sabes tuyo y deseas
proteger de todo mal, ella volteaba y le
dedicaba una dulcísima mirada de vez en
cuando, hablaban con voz muy queda solo para
ellos, tan suave que no logre escuchar a
ninguno de los dos.
El olor de sudor era de este chico que
protegía con la bondad de sus brazos a su
amada, seguramente se dedica a realizar
algún trabajo que le exige esfuerzo físico,
no se, cargar, acarrear, apalear, uno de
esos trabajos que le piden al cuerpo mas de
lo que come o bebe y que son tan mal pagados
que apenas alcanza para vivir con alguna
dignidad (si es que esto es posible), note
las manos maltratadas de ambos anudadas de
un modo que denotaba tanta seguridad que
puedo afirmar que nada podría separarlas, en
ese momento comprendí muchas cosas de las
cuales no tenia ninguna certeza, no me
importo el olor de su sudor, no me importo
rozarme con ellos al decender del vagón, vi
en ellos lo que uno espera ver en cualquier
parte pero no suele uno verlo con suerte mas
de una vez en la vida.
Vi amor, nada mas que amor.
El la miraba con amor infinito, es la mujer
para la que trabaja, para la que realiza esa
labor tan difícil, por que es la madre de
sus hijos, la señora de su casa, de su
corazón, ella lo ama por que es el proveedor
de sus hijos, el hombre que se parte la
espalda por ella, el que la cuida y no
permite que nadie le haga mal, el es su
torre, su muralla.
Sentí pena, por mí, por haber sentido
repulsión en un principio por su olor tan
fuerte, comprendí que el sudor jamás será
cosa mala mucho menos cuando es sudor de
trabajo, sudor humilde y limpio, un sudor
que jamás olera mal cuando has sudado para
aquellos que amas.
24 Septiembre, 2009 | Un día mas, o un día
menos?
Una tarde mas y las nubes de colores que se
van tornando opacas cubiertas de dorados y
tonos ocres hasta que no queda nada mas que
un azul profundo y oscurísimo otro día que
termino, un día mas…un día menos? Se me
ocurre sentarme junto a la ventana para
llenarme un poco de mundo, el ruido del
zaguán que se abre y se cierra se hace cada
vez mas frecuente, miro pasar a los vecinos
que van llegando de sus trabajos, algunas
señoras cargadas con la bolsa de papel llena
de pan de dulce y los dos litros de leche
para dar de cenar a la familia, a los hijos
y al marido que va llegando de su día tan
pesado. Un día bien largo que va llegando a
su fin, a esta hora ya nadie tiene prisa
(aunque los chilangos siempre llevan prisa),
unos vienen con paso lento, la mirada un
poco extraviada, las manos sudorosas de
agarrarse de los tubos del metro, manos
sucias de morralla, mugre de taquilla, tacos
de tripa y de suadero, salsa verde que cae
sobre la corbata con mal hecho nudo ingles,
papeles que archivar, una manzana sobre el
escritorio del jefe, las flores de plástico
llenas de polvo en el de Lupita, sándwich de
atún o comida fría en un toper, mujeres que
para trabajar todavía llevan medias y
tacones, medias, me es tan extraño ver a
mujeres con medias y hombres con traje, se
ven todos tan incómodos, tan en disfraz para
el trabajo, siendo todo, menos ellos, flecos
endurecidos con un tubo de plástico y spray
que huele a jabón de hotel barato. Veo a lo
lejos al señor jubilado que trae de las
correas a sus tres perros, murió su esposa
hace un mes luego de estar en coma un buen
rato ahora el pasea a los perros, va
entrando el taxi del vecino de enfrente nos
conocemos de toda la vida, recuerdo que no
era mal parecido de muy joven, ahora ya es
un hombre mayor con el cabello casi blanco,
ha sido taxista toda su vida y me sigo
haciendo esa idiota pregunta, donde demonios
orinaran los taxistas? (de esto tengo varias
hipótesis nada agradables, seguro). Veo
algunos niños jugando a la pelota, uno de
ellos dice que ya esta cansado –Ahora hay
que jugar a los zombies –No, dice otro, yo
era una momia y me robaba tu ADN. Hasta los
juegos han cambiado zombies? Momias
hambrientas de ADN? hace años que no veo
dibujado en el patio un avión de gis para
brincarlo numero por numero mientras se
canta. Sobre la banqueta de la avenida una
combi blanca y vieja que se estaciona, el
señor saca del interior dos botes y un
anafre que se prepara a encender con carbón
mientras su esposa entra a la unidad
gritando –Tamales Oaxaqueños ¡
Escucho que me gritan y salgo al pasillo, es
mi Sam que ya viene con el perro, pobre
perro, ayer por la mañana podía presumir al
sol su melena algo sucia descuidada y
crecida, por la tarde mi hermana me lo ha
pedido “prestado” pensé que lo llevaría a
correr como de costumbre, me lo ha devuelto
con un corte de pelo muy “in” y de color
rosa…por dios, un perro rosa ¡ Parece
algodón de azúcar, ese que es tan dulce que
empalaga y solo es bonito para verlo.
Los aviones empiezan a pasar mas seguido,
puedo ver sus barrigas grandes con luces
encendidas cada cinco minutos, el ruido
nunca me ha molestado por que es verdad, a
todo se acostumbra uno. Sam y Sony ya están
en casa, es hora de cerrar mi puerta, sopa
caliente y gelatina para la cena, malteada
de vainilla bien fría, si una cena extraña
para una extraña familia.
21 Septiembre, 2009 | No mires decía papá
Que jodido es todo este asunto de la vida y
la muerte, uno nunca sabe donde nos
encontrara algún cadáver lleno de moscas, un
día unos amanecemos en nuestra cama
cómodamente mientras otros amanecen
decididos a quitarse la vida de las maneras
mas salvajes sin dejar ninguna respuesta
atrás.
Cuando mi padre cayó en cama mamá se dedico
por completo a sus cuidados solía quedarse
por días en el hospital no la veíamos mas de
una o dos veces por semana, y eso por que el
medico la enviaba a casa a ducharse y comer
algo, la pobre bajo como veinte kilos en
esos meses. Mi hermano el mayor tenia 17
años, la mas pequeña 9, mi hermano Alex
hacia lo que podía por alimentarnos
preparaba una casuela grande de sopa a la
que le agregaba huevos, o nos hacia arroz
con queso. Seguramente también nosotros
perdimos peso. Muchas tardes antes de irme a
la secundaria pasaba por casa de Martha, una
compañera de mi grupo, no éramos amigas pero
solía pasar mucho tiempo en su casa, siempre
me daban de comer o cenar, su madre era una
mujer que me atraía como imán, me despertaba
un profundo cariño y una necesidad muy
fuerte de estar con ella, y no es que
sintiera que le hiciera falta a ella, era
mas bien que a mi me hacia sentir mejor su
presencia, era una mujer pequeña, de un
metro y medio de estatura, cabello rubio
cenizo hasta la cintura, ojos verdísimos,
piel blanca, no sonreía mucho ni hablaba
mucho pero cuando lo hacia era realmente
hermosa, yo con solo mirarla por la casa
haciendo sus cosas me sentía bien,
probablemente extrañaba a mi madre en
nuestra casa haciendo los quehaceres, no lo
se, pero Teresa era una luz muy brillante
para mi. En casa de Martha no se hablaba
mucho del “señor” refiriéndome con esto al
esposo de Teresa, Martha y su hermano eran
hijos de un matrimonio previo, ahora Teresa
con su nuevo marido tenia dos niños pequeños
que eran la alegría de la casa, unos nenes
muy inquietos que puedo decir que me querían
bastante. Lalito de cuatro y Pepe de tres.
La casa donde vivían era muy grande, los
pisos eran blancos jaspeados de dorado,
tenían una chimenea muy bonita en la sala
principal era una casa con muy buen gusto,
era notorio que económicamente estaban muy
bien, en el baño siempre había una despensa
llena de artículos como jabón de tocador,
toallas femeninas, rastrillos, shampoo, la
despensa en la cocina igual siempre bien
abastecida. Debo decir que en tres años de
estar mucho tiempo ahí jamás vi al señor,
seguramente era de esos tipos que todo el
día estaban fuera de casa trabajando. A
veces mientras jugaba con los nenes veía a
Teresa asomada a la ventana viendo hacia el
patio, con esa mirada perdida de cuando esta
uno viendo más allá de las cosas. Una mañana
y como algo totalmente inusual Teresa le
llama a su marido al trabajo y le dice que
el tendrá que ir por los nenes al jardín de
niños esa tarde por que ella no podrá, acto
seguido le cuelga. Apagó las casuelas con
comida recién preparada y las tapo, se puso
sus zapatos de calle y se quito el mandil,
aquel de cuadritos rojos y blancos con unas
mariposas en las bolsas, no se llevó su
monedero apenas unas monedas y nada mas,
camino cinco cuadras pequeñas, entro a la
estación del metro San Antonio Abad, espero
que viniese el tren y se arrojo antes de que
pasara por donde estaba ella, no dio
oportunidad de nada. Yo se algunas de las
razones que podría haber tenido pero, a
pesar de lo terribles que estas fueran nunca
he comprendido como pudieron mas que el
dejar a sus nenes tan pequeños sin madre. De
esto hará unos 16 años, sus hijos ahora
serán jóvenes, Pepe tenía sus mismos ojos
verdes.
Hace algunas horas muy de mañana estaba yo
iniciando mis tareas del día aun con mi
pijama y mis suéter feo puestos cuando
escuche gritos desgarradores venir de alguno
de los departamentos de abajo, seguido de
esos gritos escuche mas, sollozos, gente
corriendo, no me asomé ni quise mirar por la
ventana. Mi padre anduvo de técnico de audio
en sus inicios y por años cubrió notas junto
con un camarógrafo y un reportero, no se que
cosas habrá visto pero desde pequeños nos
enseño a que si ves a alguien correr hacia
el ruido estruendoso, tu vayas en sentido
contrario, si los demás se detienen a mirar,
tu continua tu camino, te aseguro que me he
ahorrado muchas imágenes feas siguiendo su
consejo.
Toda la mañana ha habido mucho ruido afuera
y yo sin asomarme, seguí lavando el baño,
puse mi cama, colgué mi ropa limpia. Hace
rato llamo mi hermana por teléfono –No está
mamá por ahí? –No pero la escuche pasar hace
rato. (mi madre trae para todos lados un
carrito de esos para ir al mercado, lo
peculiar es que el suyo hace un ruido muy
especial y aunque vivo en el tercer piso
logro escucharlo e incluso mi perro ladra).
–No sabes que paso en tu edificio? –No, por
que (me hago la tonta) -Pues hace rato que
venia del Gym había mucha gente, agentes de
la AFI y reporteros de TV Azteca –Huy pues
no, no tengo idea, me preocupa mamá, si
sabes donde anda avísame por favor.
Aquí afuera en mi corredor hay dos señoras
con los codos sobre el barandal platicando
como si fuera algo normal, pero no lo es.
Suena de nuevo el teléfono –Ya encontré a tu
madre (así de dulce es mi hermana) esta en
el mercado pero ya me dijo que paso. Cosa
que no me extraña en lo absoluto mi madre
habla con todo mundo y siempre se entera de
todo antes que nadie. –Y que paso? –Ah pues
mamá se acerco a un agente de la AFI y le
pregunto directamente, ya sabes como es tu
madre, le dijeron que tu vecino de abajo
amaneció ahorcado, colgando del techo, la
puerta estaba abierta y como hacia costuras
de ropa lo encontró una clienta, seguro es
la que pego de gritos, lo mas feo del asunto
es que su pequeña hijita no aparece, esta
desaparecida y no saben si fue homicidio o
suicidio. Carajo ¡
Si es que el se ahorco, tampoco puedo
explicarme como pudo dejar a su hija pequeña
sola, que cosas tienen que pasar por una
cabeza para hacer algo tan terrible, solo se
que esto es elección de uno mismo. No lo se,
no quiero saberlo, realmente no tengo
estomago, corazón, mente, para enterarme de
cosas que están mas allá de mi razonamiento,
yo se que a veces las cosas se ponen muy
difíciles, que no ve uno por donde, que
pareciera que alguien nos echa siempre de
mas en la mochila que llevamos sobre la
espalda, quizá yo alguna vez al igual que
Teresa mire por la ventana y mi mirada se
perdía en el horizonte que se formaba entre
el cielo y el mar, pero por ahora tengo
muchas cosas que hacer, muchas otras que
quiero ver cuando mi Sam las haga, y
mientras tenga fuerzas siempre preferiré
correr hacia el otro lado o seguir mi
camino.
14 Septiembre, 2009 | Pozole de puerco
Hoy siendo día de cobros, depósitos
bancarios, pagos de deudas y demás cosas de
cada quincena, me dispuse junto con mi
madre, mi Sam y mi carrito del mandado para
ir de compras y pasar al banco y al cajero
automático a realizar todo lo anterior y las
compras de despensa al merado para la semana
y la comilona (que no puede faltar) del día
de mañana quesque para festejar nuestra
independencia, es de todos bien sabido que a
los mexicanos nos encantan los pretextos
para hacer fiesta de todo, comilonas de todo
y emborracharnos de todo (lamentablemente yo
no bebo ni curado de piña). Así que esto
ultimo es privilegio de otras familias no de
la mía que es ultra conservadora y a la
antigüita.
La mayoría de nuestros festejos son bien
fugaces, cena en casa de mamá acompañada de
corta sobremesa charlando, una película y
después cada quien para su casa, mi familia
es tan pequeña que no se hace jamás la gran
fiesta ni nada por el estilo, apenas somos
mi hermano, mi hermana, mi sobrinita, mi
hija, mi madre y yo. Recuerdo aquellos días
de mi infancia donde visitábamos a la abuela
Teresa la madre de mi padre, el comedor para
doce no alcanzaba, así que primero comíamos
los niños y luego los mayores, eso fue
cuando fueron buenos tiempos luego mi padre
le retiro el habla a su familia durante lo
que le restó de vida. Mi padre se caso con
una india mexicana cosa que a su familia
totalmente española no le agradó para nada y
siempre era molesto visitar a la abuela para
mi madre, malas caras, burlillas, malos
comentarios, aun cuando mi madre tenia mas
clase y andaba mejor vestida que varias de
mis tías. Su cara morena de facciones
indígenas se veía realmente hermosa aun sin
maquillaje y ellas, las pobres, sentían que
tenían que untarse todo lo que pudieran con
tal de verse presentables, aun cuando en
realidad eran bellas creo que siempre fueron
feas por dentro y así era como realmente se
sentían frente a mamá (incluso mi abuela).
Cuando dejamos de ir a la casa de la abuela
a festejar los días de fiesta, íbamos a casa
de alguno de los amigos de mi papá, si algo
le sobraban a mi papá eran amigos.
Las navidades por ejemplo, eran una delicia
en casa de Rodolfo Rosas el “zaz zaz zaz” el
y su mujer, Laura, se conocieron ya estando
casados cada quien por su lado, de esas
cosas que simplemente pasan, cada quien se
divorcio para poder formar una nueva familia
el con tres hijos, ella con cuatro, ya
casados tuvieron seis hijos mas así que su
casa era una jolgorio total, una fiesta
constante, niños y jóvenes por todos lados
cada quien en su rollo, a casi todos sus
hijos les pusieron nombres muy mexicanos por
ejemplo y de los que me acuerdo Cuauhtemoc,
Moctezuma, Tizoc (el que era de mi edad y se
la pasaba molestándome), Tenoch, Citlalli
(la loquita, se cayo del primer piso cuando
pequeña y se golpeo la cabeza), Xochitl,
Meztli.
A veces me da pena no haber podido darle a
mi Sam recuerdos así para su adultez, muchos
primos, tíos, tías, una familia grande donde
se fueran tantos que la mesa de doce no
alcanzara, me da pena no haber podido darle
mas que su infancia de encierro y juegos
conmigo. Aquel que dice que no se arrepiente
de nada de lo que haya hecho y que lo haría
todo igual, o es un completo imbecil o un
hipócrita, un ingenuo o loco. Menos cuando
son decisiones que han afectado la vida de
terceros, la nuestra bien puede valer
madres, y ni aun así, siempre existirá el
sentimiento lógicos e irremediable de…y si
yo hubiera (aunque el hubiera no existe).
Por lo mientras hoy en el mercado me toco
ver la carnicería llena (todo mundo quiere
comer pozole mañana con manitas de puerco,
cachete, trompa y oreja) de mujeres con sus
canastos y bolsas esperando ser despachadas
por el señor tablajero (no carnicero) que
con su blanco mandil coloreado de sangre
alegremente preguntaba –A usted marchanta…que
le damos?
13 Septiembre, 2009 | Independece Day
No se si festejar un año mas de nuestra
“Independencia” deba darnos gusto o
vergüenza, quizá por eso todos se
emborrachan con tequila…para no pensar en
ello demasiado. No se si sea solo a mi
parecer y mi retorcida apreciación de las
cosas pero creo que le arrebatamos el país a
los invasores extranjeros para darle todo el
poder y las riquezas a unos cuantos, a esos
mèndigos (que no mendigos) que gastan
cualquier friolera en toallas de cinco mil
pesos para secarse las manos, seguramente
manos que trabajan mas que las del campesino
u obrero.
Desgraciadamente si algo tengo cierto es que
cada pueblo, cada nación, tiene el dirigente
y el gobierno que se merece, el que elegimos
como la borregada que somos o al que nos
imponen precisamente por que no dejamos de
ser borregada. Así que como atrevernos a
quejarnos del mal que nosotros mismos nos
hemos propiciado a lo largo de nuestra
historia que mas que orgullo debiera darnos
vergüenza, si señor, échese otro tequila
para no pensar en que nuestro ilustre
presidente en plena crisis opte por subirnos
los impuestos a cosas impensables en gravar
jamás como los alimentos y las medicinas.
Échese otro caballito de tequila a la salud
de nuestras instituciones tan malamente
nombradas así por los usureros del pueblo,
esos que gustan de darnos atole con el dedo
y limpiarnos los labios con un cacho de
papel “Revolución”.
Tengo la ligera sospecha que a la mayoría
les sabe mejor un plato de buen pozole y un
caballito de tequila que estar pensando en
lo hundidos que estamos, que hemos estado y
que estaremos.
Pa’que preocuparse? no podemos hacer nada,
somos la minoría, la voz de las masas es
muda, y los oídos del mundo son sordos.
Aviéntese compadre otro tequilita, échese
otra tostadita junto con sus cucharadas de
pozole rojo, picoso y de puerco, con manitas
y cachete (nunca es suficiente grasa),
éntrele a los de buche, tripa y nenepil.
Atórele al mescal, al pulque o de perdis a
unas micheladas, acallemos la voz interior
que nos grita y nos escupe con sorna.
Independencia…jà, eso crees tu, eso creen
aquellos, eso te dijeron en la escuela o tus
papás para dejarte crecer a gusto y no
cargar con culpas, créetelo pues, come, bebe
y síguetelo repitiendo a ti mismo hasta que
te lo creas, si, arriba la independencia,
viva México cabrones. (Repetirás también
para los de afuera, para que también ellos,
se la crean). |