Me había prometido no volver a menear el
nadaísmo desde que recibí a Cristo en el
corazón, el cartón honoris causa de
bachiller y el del doctorado, la medalla del
Congreso, el reconocimiento de que no había
perdido mi tiempo con la poesía y una
importante suma en mi cuenta bancaria.
Desde el principio todos nos proclamamos
'profetas' en nuestro santo y loco
movimiento nadaísta, a nombre de una
divinidad por entonces inexistente. Lo que
no profetizamos fue que terminaríamos más
santos que locos, unos por despegar al cielo
antes de lo previsto, los otros por vivir en
la tierra las privaciones propias de los
ermitaños urbanos, y alguno por haber sido
reclutado de primera mano por las huestes
del 'Club de Arriba'. Todo honor sea dado al
Señor, que creó los cielos y la tierra donde
se nos ha dado cobijo.
Como algunos libros referidos a los monjes
juguetones de nuestro iconostasio han
aparecido en los últimos tiempos, es mi
deber reseñarlos así sea someramente.
Darío Lemos. 'Cuando el poeta muere',
(1) biografía no autorizada del "hundido de
su generación, el que no mentiría por
obtener el oro" (Jericó 1942-Medellín 1987),
escrita por uno de sus seguidores señeros,
Víctor Bustamante, quien fundaría el
Neonadaísmo (ver página web
http://neonadaismo-victorbustamante.blogspot.com/ )
para enlodar la memoria de los nadaístas
-sobrevivientes o difuntos- y dejar
entronizado tan solo al aburrido de Lemos,
quien siempre recabó compañía. El libro
recoge una sarta de intrigantes consejas,
producto de una investigación severamente
sesgada y protervamente escrita, digna de
figurar en los clásicos del amarillismo
poético. Trasluce la vida delirante de un
poeta 'maldecido', desde sus iniciales
momentos de efebo hermoso y esnob hasta su
desembocadura en la ruina física y en el
físico desvarío.
Alberto Escobar Ángel. 'Estro estéril'. (2)
Recopilación casi completa (falta Nicanor
desafina la dulzaina) de la extraordinaria
poesía de otro de los fundadores del
nadaísmo (Medellín, 1940-2007), realizada
con rigor y respeto por Omar Castillo,
quien aporta en una esclarecedora
introducción las claves y motivaciones del
-en ocasiones hermético- estro de Alberto,
digno de figurar entre los más grandes
poetas latinoamericanos, pero que debido a
su eremitismo lírico autoimpuesto aún no
tiene ninguna resonancia nacional ni
internacional. Es de esperarse que este
libro lo rescate de ese limbo.
'Antología del Nadaísmo'.
(3) Edición y prólogo de
Armando Romero.
Recoge algunos de los mejores poemas
escritos en los últimos 50 años por Gonzalo
Arango (+), Jaime Jaramillo Escobar,
Jotamario Arbeláez, Amílcar Osorio (+),
Alberto Escobar (+), Eduardo Escobar, Darío
Lemos (+), Jaime Espinel, Jan Arb y Armando
Romero, quien en extenso y riguroso prólogo
establece las motivaciones y entorno de que
dispuso el 'profeta' Arango para fundar el
movimiento más agresivamente negativo de la
época más oscura de la historia colombiana.
Con razón empieza citando al profesor
Collazos, del Colegio Santa Librada de Cali:
"Yo no sé lo que es el nadaísmo. Sólo sé que
es una cosa abominable". Y termina con mi
abuela Carlota Arbeláez, de Rionegro: "Si el
nadaísmo fuera algo bueno, ya lo habrían
inventado en mi tiempo". Todas las
propuestas de los 10 poetas son tan
personales y válidas, que se deduce que
Jaramillo Escobar podrá ser el mejor poeta
del mundo, pero es uno más en el nadaísmo.
El libro, que sería un éxito en Colombia,
está pidiendo la pista de un buen
distribuidor. (Correo: información@sibila.org
)
'Bodas sin oro. Cincuenta años del nadaísmo'.
(4) Elmo Valencia. Autor-compilador. La
historia del grupo relatada por el monje zen
con su particular humor loco. No es
antología de cuentos ni de poemas, sino
acopio de documentos, manifiestos,
manuscritos, fotos, crónicas, semblanzas,
despedidas y testimonios. La edición es
preciosa. Allí se ve de cuerpo entero el
periplo de una generación que en medio siglo
no ha podido cumplir su hazaña más
memoriosa, que consiste en hacerse olvidar.
Los enemigos que subsisten aun los mantienen
vivos. Cada día la juventud más los reclama.
Y ya no solo en Colombia sino en el mundo.
"Y que Dios nos perdone", solía decir el
'profeta'. |
NOTAS
(1) Fondo Editorial Ateneo Porfirio Barba
Jacob, Medellín, 2008. 194 págs.
(2) Ediciones otras palabras, Medellín,
2008. 160 págs.
(3) Biblioteca Sibila - Fundación BBVA de
poesía en español. Sevilla, España, 2009.
228 págs.
(4) Taller de Edición * Rocca S. A. Bogotá,
2010. 240 págs.
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