Después de haber leído Fidela: Vida,
tiempo y poesía de Fidela Matheu y Adrián
(Arecibo, Ediciones Boán, 2009), no es
difícil imaginar por qué la crítica
literaria menciona apenas algunos de sus
poemas, relegando su persona al mundo de los
olvidados. Autores hay hoy día de no muy
alta calidad cuyos nombres figuran en todas
las antologías contemporáneas, e
independientemente de sus méritos, pocos o
ninguno de ellos ha escrito y vivido una
vida como la de Fidela. Pero el tiempo pasa,
y los nombres pasan, y las estrellas que se
habían apagado en el firmamento de nuestra
tradición literaria de pronto renacen con un
nuevo esplendor. Éste es el caso de Fidela
Matheu y Adrián. Su obra, su tiempo, los
aspectos y relaciones amorosas de su vida
son presentados ahora objetivamente por
Haydée de Jesús y Ernesto Álvarez. Sin afán
de vanaglorias o rebuscamiento de méritos
personales, sino por la amorosa luz del amor
cuando se hace justicia, estos laboriosos de
la cultura nos acercan al mundo de Fidela.
Un mundo de apasionantes hallazgos donde la
imagen de nuestra poeta adquiere un sentido
más justo y humano, libre ya del prejuicio y
de las actitudes elitistas que tanto daño
hacen a la literatura y a nuestra sociedad
en general. Para los lectores que deseen
conocerla, y para los estudiosos de nuestra
tradición literaria, he aquí el libro que
hacia falta, pues ahora, desde la
contemporaneidad, se arroja nueva luz para
entender no sólo lo que fue la vida, el amor
y la obra poética de Fidela—reivindicada
aquí por el derecho que le dan sus versos— ,
sino para conocer también el entorno de lo
que fue nuestro romanticismo con poetas y
dramaturgos tan injustamente ignorados y tan
importantes como fueron Manuel Ruiz Gandía y
José Benigno Balseyro, José Limón de Arce,
Juan Zacarías Rodríguez, Francisco Pérez
Freytes, José Clivillés Valencia y José
Machiavelo, que vinculados a la vida de
Fidela asoman aquí contra el silencio y la
común dejadez de nuestras instituciones
culturales. ¿Quién nos prohíbe nombrarlos?
¿Qué impide reevaluar y reconocer sus
méritos?
En el caso de Fidela, lo que nos
presenta Haydée de Jesús y Ernesto Álvarez
no es tan sólo la historia, la poesía y las
relaciones de esta poeta con los escritores
de su tiempo, sino su carácter, su actitud
creativa, el discreto modo de asumir sus
convicciones, enfrentando siempre con
callado valor, los desengaños y dobleces que
el amor y las dolorosas experiencias de la
vida provocan. Éstas posiblemente hayan sido
algunas de las razones que guiaron a Haydée
y a Ernesto Álvarez a rescatarla para las
nuevas generaciones. Es decir, señalar el
perfil literario y humano de una de nuestras
importantes escritoras marginada más de un
siglo por la crítica, y para darnos una
visión a la altura de lo que amerita su vida
y su obra. Oigamos lo que nos dice Álvarez
respecto a la elaboración de este libro:
“Toda nota en torno a la biografía de Fidela
no da sino datos escuetos de su vida.
Nuestra labor ha consistido en ir llenando
esos extensos vacíos con material poético
surgido de la propia creación de la
escritora y la inclusión de testimonios en
prosa y verso de sus contemporáneos. Sólo
así se ha podido reconstruir esta vida
ejemplar para que los lectores de hoy tengan
idea de su alto valor en la historia de
nuestras letras patrias.” (p. 289). Pero
entiéndase con esto que en cierto modo, lo
que han hecho Haydée y Ernesto Á1varez
–posiblemente sin proponérselo—es obligarnos
a reevaluar las obras, los escritores, las
circunstancias y contrastes que sustentan
nuestras tradiciones literarias.
Nada hay aquí en este libro que
parezca fuera de lugar porque el sentido de
lo que se dice está representado con
situaciones concretas, vistas a la luz de
las mismas experiencias de los poetas o
indagadas en el contexto de sus propias
composiciones como es el caso de los poemas
de Fidela y Gautier. Ambos cubiertos bajo
el sutil empleo de los seudónimos, Gustavo y
Luisa. Ambos traspasados por una pasión que
encarna inequívocamente algo más que unas
discretas palabras o unas furtivas miradas
de amor. Los motivos que arrojan luz sobre
los poemas de ambos escritores, y las
imágenes que iluminan las dolorosas batallas
del corazón contribuyen a proyectar esa
realidad amorosa. Por otra parte, la prosa y
la poesía de escritores vinculados a la
poeta, ha sido también un material
importante para desentrañar la historia y el
perfil humano de Fidela. De ahí que los
secretos signos de un amor que un día fue
algo más que una pasajera ilusión, resalte
ahora a nuestra vista con la certidumbre de
que no todo el pasado queda en el olvido.
Gracias a la sensibilidad y la inquietud de
Haydée de Jesús y Ernesto Álvarez, hoy la
distante casa del romanticismo de las
postrimerías del siglo XIX adquiere un
sentido más justo y humano. En Fidela…
encontramos más amplio y luminoso el sentido
que resalta lo fundamental de nuestra
historia literaria. Sé, y me atrevo a
pensar, que aparecerán otros estudiosos
guiados por la misteriosa llamada de su
vocaciones que, despojándose de los
prejuicios que subyuga la intuición, irán
redescubriendo otras voces para el bien de
la literatura puertorriqueña.
Fidela: Vida, tiempo y poesía de
Fidela Matheu y Adrián es un estudio
amplio y comprensivo, una importante
aportación a nuestras letras. Un libro que
hay que tener presente pues define ciertas
realidades. Sugiere que la poesía no es el
patio de unos pocos, y que la realidad es
mucho más profunda y compleja de lo que
pensamos. Por eso, al asomarnos a sus
páginas parece que el mismo fuego
intelectual que habitó en José Limón de Arce
(escritor arecibeño) animó a Ernesto Álvarez
a decir unas cuantas verdades, minucias
deslumbrantes, casi nada y casi todo,
convertir el pasado en cántico de vida, para
vivir la historia (no la que excluye), para
mirar allí en la orilla donde se desvanecen
las diferencias de clase, el orgullo y la
fama, el rostro sereno y silencioso de
Fidela. |