GUSTAVO MARCELO GALLIANO
Prof. Gustavo Marcelo GALLIANO. Nacido en Gödeken, Santa Fe, República Argentina. Escritor, poeta, Jurado en certámenes literarios Internacionales. Periodismo digital. Docente Universitario de la Facultad de Derecho de la UNR, en la asignatura Historia Constitucional Argentina. Miembro del CICSO (Centro de investigaciones en Ciencias Sociales). Secretario Técnico de REDIM. Se ha desempeñado como Corresponsal Especial en diversas revistas internacionales de Arte y Literatura (Cañ@santa, Sinalefa, ViceVersa, Long Island al Día, RosannaMúsica, etc). Integra la Red de Escritores en Español (REMES), Poetas de Mundo, Unión Hispano-Mundial de Escritores (UHE), la Fundación César Égido Serrano, Naciones Unidas de las Letras (Ave Viajera y Proyecto Mundial Semillas de Juventud), entre otras. Actualmente es colaborador especial de Revista Poética AZAHAR (España), Revista Literaria-artístico PLUMA y TINTERO (España), Revista Literaria KENAVÒ (Italia) y Revista OFRANDA LITERARA (Rumania) donde también integra el Colegio Editorial. Ha obtenido distinciones y premios en certámenes y concursos internacionales de cuentos, narrativa, micro relato y poesía. Publicó libros (LA CITA, 5 AUTORES) y participe de antologías y revistas publicadas y traducidas en más de 100 países. Ha sido designado como Embajador de la Palabra y la Paz por diversas instituciones: WWPO (USA), Círculo de Embajadores Universales de la Paz (Francia / Suiza), Fundación César Égido Serrano y Museo de la Palabra (España). Reside en Rosario, Santa Fe, República Argentina.
EL AMOR EN TU PIEL ®
Lasciva espuma de mar
besa mis oídos,
en oleaje que arrebata
remembranzas de tu piel.
Acarician nubes ansiosas
De una luna con vaivén de brisa
y recorre mi lengua voraz
tu etérea ausencia.
Corazones trazan corazones
en apasionado romance,
cabalgata en espasmos
de blancos caballos otoñales.
Aferrados al mutuo gemido
nos sorprendió la arena,
atascando engranajes del tiempo
y nos dibujó en amor.-
AMOR NA SUA PELE ®
Espuma do mar obscena
beije meus ouvidos
em ondas que arrebatam
memórias da sua pele.
Nuvens ansiosas acariciam
De uma lua com uma brisa balançando
e corre pela minha língua voraz
sua ausência etérea.
Corações traçam corações
em um romance apaixonado,
cavalgando
de cavalos outonais brancos.
Agarrando-se ao gemido mútuo
a areia nos surpreendeu
travando as engrenagens do tempo
e nos atraiu com amor.-
REDENCIONES
En el instante en que las vientos de fuego ardieron la tierra, en cada espíritu no primo el odio, sino la tozudez de reconstruirse. Las lágrimas fueron alimento, saciadoras de sed. Construir hacia el futuro, fue consigna sorda, sin tiempos ni egoísmos. Preservar la especie.
Tiempo después, caravanas de peregrinos nómadas viajan hundiéndose en las arenas del reloj. Ahogados fuera de sentido común los cactus de la maldad, la corrupción, el odio flagrante, la traición, crecieron simulando sonrisas satisfechas por dogmas absurdos.
Y en el gigante Oasis de la Esperanza, adonde marchan las pocas hordas sobrvivientes como rebaño de ovejas, aguarda camuflada la jauría voraz, de perros salvajes, prontos al festín.
El llanto de pirámides y vientos nunca fue sincero, solo ecos bastardos implorando por dioses que liberen sus penurias sin más sacrificios.
Cada siglo crea su pandemia. Ya el virus no resulto casual. Fue mi espada, fue mi furia, fue mi hosquedad.
Arrodíllate ante el trueno de mi voz inexistente.
Mi nombre es Rhägnar, no lo olvides. Determino quien beberá del cuerno dorado mañana, o si Fénix merece renacer.
RESGATE
No momento em que os ventos de fogo queimaram a terra, em cada espírito, não primava o ódio, mas a teimosia em se reconstruir. Lágrimas eram comida, matavam a sede. Construir para o futuro era um slogan surdo, sem timing nem egoísmo. Preservar a espécie.
Tempo depois, caravanas de peregrinos nômades viajam afundando nas areias do relógio. Afogados no bom senso, cresceram os cactos da maldade, da corrupção, do ódio flagrante, da traição, simulando sorrisos satisfeitos por dogmas absurdos.
E no gigante Oasis of Hope, onde as poucas hordas sobreviventes marcham como rebanhos de ovelhas, a voraz matilha de cães selvagens espera camuflada, pronta para a festa.
O choro de pirâmides e ventos nunca foi sincero, apenas ecos bastardos implorando aos deuses que liberassem suas dificuldades sem mais sacrifícios.
Cada século cria sua pandemia. O vírus não era mais acidental. Era minha espada, era minha fúria, era meu mau humor.
Ajoelhe-se diante do trovão da minha voz inexistente.
Meu nome é Rhägnar, não se esqueça disso. Eu determino quem beberá do chifre de ouro amanhã, ou se Phoenix merece renascer.-