¿Qué hacía
farto do lirismo comedido
Bandeira, en el Sertão?
Me pregunto, ¿qué hacía aquella noche,
farto do lirismo bem comportado,
do lirismo funcionário público,
deseando ser un poeta salvaje
pez de aguas profundas
fiera en las interioridades selváticas?;
¿qué hacía esa noche en el Sertão,
sonrisa insatisfecha
en falsa actitud latifundista?
Soñaba yo el sueño de siempre:
la humanidad satisfecha de sus cosas,
los acaparadores devolviendo lo común;
el sueño era mío y Bandeira lo habitaba:
Abaixo os puristas!
Abaixo o lirismo namorador!
Abaixo o lirismo que capitula!
Siento aún el eco de sus palabras
en el pabellón de mi oído
izquierdo
-el derecho oye distorsionado-
y me sumo a su protesta, calle arriba,
cenáculo literario abajo:
-Não quero mais saber do lirismo
que não é
libertação.
Un sueño de libertad y de justicia
distributiva,
el sueño de los representantes
servidores de los representados,
era mi sueño aquella noche en el Sertão.
Discutíamos Ester Abreu y yo
sobre algunos aspectos confusos
de Don Juan, bajando
a los infiernos para surgir de nuevo:
femenino, triunfante,
celestial.
Se desarrollaba el sueño
en un Sertão imaginario
que era la suma
de los Sertões de Jô Drumond:
arideces existenciales, aleph,
horizonte detrás del horizonte,
utopía.
Y si sucediera: pensé un instante: que Pasárgada
ocupara un extremo imaginario del Sertão?,
el correspondiente a la Utopía,
exempli
gratia;
o el exoplaneta Gliese 581 g
donde la felicidad forma las ramas y las hojas de los arboles,
siendo el aire maná alimenticio;
y Manuel llegara allí
num momento de fundo desânimo,
desde la casa da Rua do Curvelo
en el fondo del ánfora de su tristeza triste:
Não sei dançar,
Meu verso é sangue,
Cai, gota a gota do coração...
Grita, ríe, vive!: exclamé: Manuel Bandeira;
me alegra que coincidamos en la función liberadora
detersoria
de la poesía.
Acomódate en mi sueño
sertanejo:
invité:
não a Veneza americana
não o Recife dos Mascates,
en este Sertão de Sertões,
vozes do árido, semiárido e veredas,
imaginando con Ester y conmigo
el triunfo último de don Juan
convertido
en hembra feminista.
Vou-me embora para Pasárgada,
dijo,
manos en los bolsillos,
mirada displicente:
Lá sou amigo do Rey
Lá tenho a mulher que eu quero.
Y le vi marchar a lo lejos, sueño adelante,
invitado por Baudelaire,
cuando el sueño despertaba en mí
y el computador se había apagado.
PSdeJ El Escorial 15/09/2013
Evocación
de Recife
Poema de
Manuel Bandeira Traducción
de Pedro Sevylla de Juana
Recife
ni la
Venecia americana
ni la
Mauritsstad de los armadores de las Indias Occidentales
ni el
Recife de los Mascates
ni siquiera
el Recife que aprendí a amar después
Recife de
las revoluciones libertarias
aunque sí
el Recife sin historia ni literatura
Recife sin
añadidos
Recife de
mi infancia
La calle de
la Unión donde yo jugaba al chicote quemado
[y rompía
los cristales de la casa de doña Anida Viegas
Totônio
Rodrigues era muy viejo y sostenía
[los
quevedos en la punta de la nariz
tras la
cena las familias conquistaban la calzada
[con sillas
hablillas galanteos risotadas
la gente se
entretenía en medio de la calle
los niños
gritaban:
Conejo sal!
No sale!
Lejos las
voces blandas de las niñas mezclaban sus tonos:
Rosal dame
una rosa
clavel dame
un capullo
(De esas
rosas mucha rosa
habrá
muerto sin abrir...)
De repente
en la
profundidad de la noche
una campana
Una persona
mayor exclamaba:
Fuego en
San Antonio!
otra
disentía: Son José!
Totônio
Rodrigues intuía siempre que era San José.
Los hombres
calándose el sombrero salían fumando
y yo
rabiaba porque siendo niño no podía ir a ver el fuego.
Calle de la
Unión...
Qué bellos
eran los nombres de las calles de mi infancia
Calle del
Sol
(Temo que
hoy se llame del Dr. Fulano de Tal)
Detrás de
casa quedaba la Calle de la Añoranza...
...donde se
fumaba a escondidas
del otro
lado estaba el embarcadero de la Calle de la Aurora...
...donde
era furtiva la pesca
Capiberibe
—
Capiberibe
Allá lejos
el paraje rústico de Caxangá
aseos de
caña
Un día vi a
una muchacha corita en el baño
quedé
parado con el corazón palpitante
ella rió
fue mi
primera iluminación
Riada! Las
riadas! Barro buey muerto árboles devastación remolino anegando
y en los
pilares del puente del ferrocarril los cholos valientes en balsas de
plátanos
Novenas
Caballadas
y yo me
incliné sobre el cuello de la niña y ella comenzó a acariciar mi cabello
Capiberibe
—
Capiberibe
Calle de la
Unión donde todas las tardes pasaba la negra de las bananas
con su chal
vistoso de paño de la Costa
y el
vendedor de entrenudos de caña
o de
cacahuetes
que se
llamaba midubim y más que tostado estaba cocido
me acuerdo
de todos sus pregones:
Huevos
frescos y baratos
diez huevos
por una pataca
sucedió
hace mucho tiempo...
La vida no
se me acercaba por los periódicos ni por los libros
venía en la
boca del pueblo en la lengua errada del pueblo
lengua
correcta del pueblo
porque él
dice sabroso el portugués de Brasil
mientras
que nosotros
lo que
hacemos
es remedar
la sintaxis
lusitana
La vida con
una porción de cosas que yo no entendía bien
tierras que
desconocía donde estaban
Recife...
calle de la
Unión...
la casa de
mi abuelo...
nunca pensé
que desapareciera!
todo allá
parecía rociado de eternidad
Recife...
Mi abuelo
muerto.
Recife
muerto, Recife bueno, Recife brasileño como la casa de mi abuelo.
PSdeJ
Me voy en
buena hora a Pasárgada
Poema de
Manuel Bandeira Traducción
de Pedro Sevylla de Juana
Me voy en
buena hora a Pasárgada
Allí soy
amigo del rey
Allí tengo
la mujer que busco
En el lecho
que prefiera
Me voy en
buena hora a Pasárgada
Me voy en
buena hora a Pasárgada
Aquí no soy
dichoso
Allí la
vida es una aventura
De modo tan
divergente
Que Juana
la Loca de España
Reina y
falsa demente
Viene a ser
casi pariente
De la nuera
que no tuve
Y como haré
gimnasia
Andaré en
bicicleta
Montaré un
asno rudo
Treparé la
cucaña
¡Tomaré
baños de mar!
Y cuando
esté cansado
Echado en
la orilla del río
Mando
llamar a la Mãe-d´água
Para
escucharle las historias
Que en mi
época de niño
Rosa venía
a contarme
Me voy en
buena hora a Pasárgada
Pasárgada
tiene todo
Es otra
cultura
Cuenta con
un método seguro
Para
impedir la gestación
Posee
teléfono automático
Hay cuantos
estimulantes se desee
Tiene
prostitutas bonitas
Para
seducir a la gente
Y cuando yo
esté más triste
Pero triste
de quedarme sin aliento
Cuando de
noche me den
Ganas de
suicidarme
– Allá soy
amigo del rey –
Tendré la
mujer deseada
En la cama
que prefiera
Me voy en
buena hora a Pasárgada
PSdeJ
Elogio de la Ciudad de Río de Janeiro
Poema de Manuel Bandeira Traducción de Pedro Sevylla de Juana
Alabo al Padre, alabo al Hijo
y alabo al Espíritu Santo.
Loado sea Dios, ensalzo al santo
de quien este Rio es hijo.
Alabo al santo patrón
-
valeroso San Sebastián -
que un día de enero
le dio santo socorro.
Elogio a la Ciudad nacida
en la colina Cara de Perro.
Poco después trasladada
al Castillo, y desde entonces
descendiendo las faldas del otero,
creciendo en los alrededores,
subiendo a cerros mayores
Gran
Río de Janeiro!
Río de Janeiro, ahora
de cuatrocientos años...
¡Oh Rio de mis primeros
sueños! (La hora postrera
de mi vida ojalá
llegue
bajo tus cielos serenos,
porque así sentiré menos
abandonar este lugar.)
Ciudad
de sol y bruma,
si no eres ya la capital
de esta nación, no importa:
jamás
capital alguna,
Río,
empañará tu esplendor,
igualará
tu encanto.
alabo al Padre, alabo al Hijo
y
alabo al Espíritu Santo.
PSdeJ
La Estrella de la Mañana
Poema de Manuel Bandeira
Traducción de Pedro Sevylla de Juana
Amo la estrella de la mañana
¿dónde está la estrella de la mañana?
mis amigos mis enemigos
busquen la estrella de la mañana
Al desaparecer iba desnuda
¿con quién desapareció?
buscad por todas partes
expliquen que soy un hombre sin orgullo
un hombre que lo acepta todo
¿qué me importa? Deseo la estrella de la mañana
tres días y tres noches
fui asesino y suicida
ladrón, sinvergüenza, tramposo
virgem casi asexuada
torturadora de los afligidos
jirafa de dos cabezas
por todos pequé pequé con todos
pequé con los pícaros
pequé con los sargentos
quebranté la norma con los fusileros navales
violé las reglas de todas las maneras posibles
con los griegos y con los troyanos
con el cura y con el sacristán
con el leproso de Pouso Alto
conmigo mismo al final
te esperaré con atracciones novenarios caballadas
comeré tierra y diré cosas de una ternura tan simple
que desfallecerás
busquen por todas partes
pura o mancillada hasta la última bajeza
ansío la estrella de la mañana
PSdeJ El Escorial a 7deOctubre 2013
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