No teman nada
Gentes honestas y ejemplares
No hay peligro
Sus muertos están bien muertos
Sus muertos están bien guardados
No hay nada que temer
No se los pueden sacar
No pueden salvarse
Hay guardianes en los cementerios
Y también
Alrededor de las tumbas
Como alrededor de las camas-jaulas
Donde duermen los chicos de poca edad
Y es una precaución sabia
En su último sueño
Uno nunca sabe
El muerto podría soñar todavía
Soñar que está vivo
Soñar que no está muerto
Y sacudiendo sus sábanas de piedra
Liberarse
E inclinarse
Y caer de la tumba
Como un niño de la cama
Horror y catacumbas
Recaer en la vida
Imagínense eso
Todo otra vez en cuestión
El afecto y la desolación
Y la sucesión
Tranquilícense buenas gentes
Honestas y ejemplares
Sus muertos no volverán
A divertirse sobre la tierra
Las lágrimas han sido vertidas de una vez por todas
Y ya no habrá
No habrá que volver nunca más sobre eso
Y nada en el cementerio
Será saqueado
Los potes de crisantemos seguirán en su sitio
Y ustedes podrán holgazanear con toda tranquilidad
Con la regadera en la mano frente al mausoleo
En los dulces trabajos campestres del eterno dolor.
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