Duramente
coquetamente pinchada
en la carne tierna del mostrador
una rosa roja de papel
aúlla a la muerte
en traje de fiesta
Un carnívoro en traje de etiqueta
pasa frente a la flor sin verla
ni oírla
Y en el arroyo
de sangre
sobre el agua primero se expone
y después se pierde tranquilamente
en el dulce calor de la noche
haciéndole por un instante compañía
al transeúnte.
|