Cuando escribimos "Las mentiras de Kerry", teníamos la certidumbre de que el
candidato Demócrata, no representaba de ningún modo, una esperanza en el
círculo de hierro que el modelo de exclusión del imperio yanki cerró,
utilizando el instrumental de la técnica, salvajemente, sobre lo que
denominamos cultura planetaria. El Sr. Bush mostró al mundo que "la voluntad
que se sabe a si misma" y su expansión sin límites, no necesita de enemigos
externos consolidados, para unir la opinión pública del pais del norte -
casi siempre dividida -, y menos de organismos internacionales, que juegan
el papel de títeres, en la organización "racional" de una comunidad
internacional; y le bastaba al benjamín del siniestro clan Bush, el apoyo de
las clases mas conservadoras,- que votan de acuerdo a las normativas de
intereses sectarios-, para llevar adelante sus planes, sin que los
Demócratas acertaran a encontrar una respuesta y un representante que
canalizara la intencionalidad del voto liberal norteamericano.
¿Que garantía moral, podía tener frente al mundo un candidato que declaraba
literalmente "Estados Unidos no va a la guerra, si no es necesario". La
mentira historica, en este caso resultaba muy evidente, para un electorado
desorientado, frente a un líder que temía ser tildado de "marxista": la
respuesta de Bill Clinton antes de ser operado no se hizo esperar: susurró
al oído del senador Kerry, "ataque senador, ataque"..., los balbucientes y
no claros ataques llegaron tarde, y dentro de la plataforma de las futuras
medidas a tomar en el plano de la política internacional, se excluyeron
enormes zonas del planeta ( America latina dentro de ella).
Los analistas fueron objetivos y claros, las enmiendas que se votaron,
muestran a las claras el verdadero rostro de una cultura que vivió y vive la
xenofobia, el apartheid, la exclusión en todas sus formas, y la corrupción
política, como normas de convivencia política: la homofobía de aquella
democracia que hoy coquetea con los latinos, y aún con inmigrantes negros,
la experimentación con celulas madres propuestas por el pensador y
Gobernador Arnold Schuarzenneger, fueron enmiendas aprobadas por aplastantes
mayorías: los analistas hicieron notar también que la división de clases
sociales y religiosas habían sido factores, que incidieron en esta "crisis
de identidad", como el modo desesperado que tiene un pueblo, de convencerse,
que de este depende el destino de la humanidad: un pueblo elegido para
inventar las más atroces formas de colonialismo, en la epoca frágil para el
espíritu, de una opinión pública mediatizada.
El modelo "serial" de producción de objetos de consumo, es también el modo
de producir caracteres, identidades y grupos sociales. Estados Unidos ha
inventado - si bien no lo ha creado -, este modelo que hoy impera en el
mundo, y como el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional, ha elevado
la indexación de la deuda (el pecado original), a formas de indexación que
sólo se pagan con el exterminio y los crímenes más atroces contra la
humanidad.
Samuel Huttingthon insiste en el "choque de civilizaciones", lo que nos
permite una sonrisa y después el llanto: fueron precisamente pensadores y no
comerciantes arabes, los que salvaron gran parte de la herencia clásica
helenistica: lo que no debemos decir es que las nuevas formas de piratería,
no sólo sobre el hombre como matería prima, sino sobre los recursos
naturales de una tierra que se apaga, tienen en los Estados Unidos, y en la
formas políticas que hoy han vuelto a triunfar, a sus más claros
representantes.
Oscar Portela
noviembre, 4 de 2004
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