BERGMAN, EL MAGO DE FARÒ, NOS DICE ADIOS


..."existen fuerzas espantosas que cercan al hombre"..."El silencio"- pag 43
: "El retorno de lo tragico": Jean Marie Domenach. ED Peninsula.


El es el ùnico tràgico del cine al que cita en su magna obra el sucedor de Emanuel Mounier. En realidad si los cuadros y la teologìa negativa de Dreyer, o el hermetismo de Tarkosvski, no alcanzan a desentrañar los limites de condiciòn humana - a traves de las màs de cuatro decadas -, que Igmar Bergman se impuso como tarea, no cabrìa dudas de que es èl el màs importante tràgico de la historia del cine: un dramaturgo del linaje de Strinberg, que solo admite comparaciòn con Beckett, por su inmersiòn en la finititud y la capacidad del hombre a travez del lenguaje (que es acto del habla), de transformar el mundo y sobre todo alcanzar la trascendencia desde lo trasmundano, ademàs de la intersujevetividad, en el silencio de un mundo que se ha convertido en un museo de fatasmas.

Ingmar Bergman supo scar partido de la gran tradiciòn de Stiller y Bjostrom: no le fuè extraña tampoco la acida comedia burgueza, pero como anota Julian Marìas en sus dos tomos de "Visto y Oido", es "Cuando huye el dìa" (o Fresas Salvajes) su obra màs lìrica, un beìllisimo adaggio, cruel, en el qual su antiguo maestro Sjostrom, hace su ùltima y màs luminosa apariciòn en la pantalla: el fracaso, la envidia, el egoìsmo, la ruidad, se rinden cuentas en un viaje donde el costado del sueño, le sirve a Bergman para recrear las imagenes màs hermosas del cine, la luz y la salvaciòn final.

Ai los cuadros de Frontisekc Vlacil sobre el medioevo, no lo emularan, serìa sin dudas "El septimo sello" la màs perfecta de las ilustraciones, del ajedrèz que juegan la eternidad y el tiempo, la vida y la muerte, el destino y la libertad, ilustrandonos como Durero el cruel viaje de la vida. "Detras de un vidrio Oscuro" con reminiscencias de Bresson, el la màs cruel requisitario acerca del creador y la fè, esteriles en èste mundo, para mostrar una salida del tunel. "El mago" - juego irònico acerca de la identidad, la fantasìa y la realidad", nos lleva a "El silencio", la cumbre del solipcismo y el escepticismo bergmaniano. Al silencio de Dios el desierto de los hombres de paja, para los cuales la plegaria a muerto y las preguntas tambien, aunque la alegoria se abra sobre una enorme "pregunta".

"La hora del lobo" es tambièn una desesperada busqueda de la identidad en un mundo de muertas màscaras. De esta inmensa filmografìa, que inicia otro preodo de la creaciòn cinematografica y de otra època, quiza sea "Gritos y susurros" - la màs perfecta de sus obras: un Rembranth mezclado con Artaud, sin que "Sonata de otoño" - bellisimo adaggio tambièn -, "Persona", "Cara a cara" - el triunfo del amor-, y "Despuès del ensayo", la mejor interpretaciòn de toda la carrera de Ingrid Thulin, sean obras que cedan en calidad. Su ùltimo estudio, "En presencia del payaso" vuelbe a plantear el problema transferencial y el final de un Schuberth que somos todos, deja abirta una vez màs la posibilidad de la salvaciòn. En sus parcas palabras con el periodismo, El mago de Farò, apenas pidio que si hiba al cielo, despues de terminar un corto, en èl hubiese una pequeña pero sustanciosa cinemateca.

Oscar Portela
Corrientes-Argentina- julio 2003
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