Pero nó, el Sargento Cabral, que ha sido victima de la necrofilia, del
raterismo, del olvido y el desinterés de quienes ignoran indiferentes el
pasado del que vienen, y frente al cual se tapan los oidos, no vé pasar ya
frente a sí "cochecitos y mucamas". Vé a una población que desesperada,
busca salidas a una situación político-institucional que no la tiene - que no
la tiene, como insistiría el negro Nicolas Guillen en algun són. La verdad
sea dicha y escuche como dijo Jesus quienes oìdos tengan: la Argentina es
hoy un soplo, una ciudad construida como las antiguas edificaciones que
Cecil. B. de Mille construía en el desierto, para hacernos creér que se
trataba de la ilustre Roma de Cesar. Una ilución como la Cinecitá de
Musolini, un Estado Hipocrita de Cartón Piedra, entregada al Imperio
Americano, que solo en America vé la salida a una implosión del sistema
capitalista, que tarde o temprano va a llegar (leer "Lecciones
Fundamentales" de Heidegger) - citamos "Una cosa es que haya reinos que
perduren milenios por perpetuarse en su estado y otra cosa bien diferente es
que dominios universales sean planificados a sabiendas por milenios y se
asegure este estado a proposito, viendo así una meta conforme a esencia en
el hecho de que dure lo más posble el mayor orden posible de contingentes
humanos tan grandes como sea posible; esta voluntad es, desde hace tres
siglos, la oculta escencia metafisica de la modernidad", texto éste*, que
no creo haya sido expuesto ni en las repulsas ni en las alabanza del
pensamiento heideggeriano y que datando de lecciones dictadas en 1941, son
suficientes para descalificar todo paso de la ontología heideggeriana, a la
consumación de la metafisica, en la praxis del partido nazi.
Si se ahonda en
la discución, que se consuma ahora en la indiscriminada voluntad de dominio
del imperio Americano encarnado por el señor Bush, diriamos tambien que la
famosa palabra desición, nada tiene que ver con el "engagement" sartreano:
en sus lecciones acerca de Nietzsche, los ataques al nazismo se convierten
en lo que debe ser una lectura parabólica (Starobinski), de constantes
desplazamientos: vemos por ejemplo que significa desición para Heidegger y
que es lo que dirigentes y pueblo pueden decidir: "No es por un hombre (lease sin ser Sherlock Holmes: Hitler) que ella - la descisión - ha tenido
lugar ni es por un hombre que ella se cumple". Así, de ésta manera se puede
entender su frase - no de otra manera - "la bomba atómica comenzó a explotar
en el Poema de Parmenides".
Que puede o debe hacer el hombre frente a estos acontecimientos epocales,
es la cuestión política por exelencia, y que el pensamiento especulativo no
puede disipar en minutos, sino abonar para el futuro,ya que el nazismo (el
capitalismo como forma técnica del estado totalitario planificado por la
subjetividad absoluta), se ha cumplido en la tecnica, en la informática, y
en poder que ostenta hoy el imperio norteamericano.
Y la Argentina, en medio de una Latinoamerica que va caldeandosé lentamente,
- la nueva Indochina? -, hasta que se enfrentarará a la fragmentación de las
nuevas formas del colonialismo o a las nuevas formas de la violencia civil,
ve como la Argentina se hunde en la nostagia del pasado y vive una
democracia blindada y mentirosa, que está entrtegando los últimos vestigios
de sus riquesas naturales, de su memoria histórica, de su identidad como
Estado Nación, hasta llegar a dejar que circulen rumortes de una deuda
externa pagada con parte del territorio Argentino.
Que podría decir Cabral de todo ésto, aún más grave que aquellos que en su
desesperación por llevarce comida al estomago invaden la plaza principal de
una ciudad, que parece surgida de una guerra y que le resulta extraña a sus
propios habitantes?
La verguenza nos ha abandonado. A ganado la decidia, lo gris, los mercaderes
han vuelto triufantes al templo, los seduceos triunfan, los filisteos de
todos los colores tienen la palabra.
Y esta es la hora: no se puede esperar más. Así, agredidos por un estado en
manos de monopolios e intereses extranjeros, y la la grisacea masa
encefalica de nuestra dirigencia no política, no (de falsos monederos, de
buhoneros y predicadores mediocres, de falsos humanistas) - porque la
política es otra cosa -, que nos espera, que les espera a los jovenes que
creén vivir en un shooping, y cuyas historias singulares se sintetiza en el
chateo y las luces de los boliches " el viernes por la noche" ?
Los yankis quieren la Amazonia? Quieren todo lo que resta de America, porque
el Asía se les va de las manos y el Medio Horiente es una herida que no
cierra: y los herederos de Peron e Yrigoyen oigan y recuerden: el erizo
catacrético leía al mediocre filosofo aleman Krausse, y Peron, descanzaba
su cabeza en Plutarco, pero ellos todavía tenían cabezas, ojos y oídos.
En "El desierto de los Tartaros" de
Dino Buzzati, existe una frontera
imaginaria, de un imperio en eclipse: para que el imperio exista, se debía
esperar que los barbaros ataquen el último reducto de ese imaginario
imperio, que es lo único que justificaría esperar inutilmente, mientras la
locura hace estragos entre los hombres que habitan el fuerte:¿y cual es la
frontera Argentina, cuanto se debe esperar, cuanto tiempo se debe hacer
creér al pueblo que se vá a salir hacía la aparente luz, de los paises,
técnicamente avanzados de la tierra, si ningun proyecto de poder, ni ninguna
ideología, que campeè hoy por las zonas de los Ejecutivos Provinciales y el
Nacional, solo simulacros de un gobierno desligitimado, por corporaciones
que suplantaron a los partidos políticos, hoy todos en plena diaspora?
A los chicos se les ha enseñado a decir todo está bién: esa es la filosofía
imperante, mientras Cabral - nuestro Sargento-vé, desde el otro lado, como
los antiguos atreidas del pasado correntino, se han convertido en
menesterosos, que invaden cada día más, los lugares reservados a la memoria
del pasado, es decir, a la memoria de los heroes.
Los minutos comienzan a contar: el peligro mide la grandeza de la hora. Las
soluciones - sean las que fuesen van a salir de cualquier serpiente que sepa
aprovechar la situación de desamparo y agreción que vive la población
Argentina en su casi totalidad, en los momentos que vivimos.