No hay otra. Perón o Balbín, María Estela – Firmenich-Videla – un trípode perfecto, Chupete o el Jus-ticialismo, Alfonso XIII o Herminio. Nadie “elije nada”. La elección está hecha. Con los “dirigentes” o sin estos como decía el General. Ahora conviene agregar – con "partiduchos o sin estos" - será el multiprocesador de la información y la intuición del bolsillo los que elegirán. Y el miedo. La inseguridad – ya no solo jurídica- la que dará o no un pequeño giro a la historia de este desdichado país.
Viniendo más acá fueron “Tato” O Ricardo. Y no “irigula el chirolet" – no "regula” por lo que el país sigue su parálisis recesiva. Política de la dadiva. Política menesterosa de verdadera política. La verdadera política no es ni electoralismo ni tampoco sistema electoral de gobierno. La política – y sus vicarios – tan denostados hoy – nesecita de los que no hacen electoralismo para "existir".
Entre Hitler y Junger del porvenir sabía más el novelista, pensador y guerrero prusiano con catorce balas en el cuerpo (siempre salió vivo de los frentes de batalla) que el sargento austríaco. Pues honremos la verdad que la libertad nos hará dignos.
La cuestión del lenguaje es la cuestión de lo historial – de cómo el ser temporalizadose - abre las categorías de la velocidad al estar en el mundo. Esto entre otros temas constituye la cuestión de la esencia de la técnica que lleva hoy por las narices a lo efímero "humano".
Nunca se entenderá bien la critica sociológica de “vida administrada” si primero no se ilumina la genealogía y la nesecidad de la creación de la polis. Y hoy pára el destino del genero ya no se trata solo de vida "administrada"sino de lo que Nancy llama la intrusión violenta de la biotecnología (ya prevista por Heidegger) que va de Frankestein a todo tipo de trasplantes y a la ampliación del proyecto genoma humano.
Más allá de la “Phycis” - sola y peligrosa “presencia” de lo presente - la calculadora física moderna que ha relevado a la “naturaleza” en un desesperado intento por clonarla. O reproducir todo o bien llevar todo a la nada. Esto es política y no la “indesición” acerca de si el Pingüino o Roberto.
Malos planteamientos
Los que afirman que “Robertito” Lavagna nesecita de fiscales tienen razón. De que nesecita sellos. También lo tienen. Pero equivocan el rumbo si este personaje que entiende bastante bien la idiosincrasia de su pueblo y es por la tanto claramente personalista sabe que los votos son los del único partido “desouvrée” – desarticulado y aún inactivo y mayoritario en la Argentina- el de los "ausentes" de si mismos.
Esto es política con mayúsculas. Una abrupta toma de conciencia del hombre acerca de su destino sobre la tierra. Y aquellos de quienes oigan y rompan su sordera restableciendo las correspondencias de oír y responder. Al respecto de la situación única por la que atraviesa el mutante hombre hoy desde los orígenes dice Nancy:
“El intruso no es otro que yo mismo y el hombre mismo. No otro que el mismo que no termina de alterarse, a la vez aguzado y agotado, desnudado y sobre-equipado, intruso en el mundo tanto como en si mismo, inquietante oleada de lo ajeno, “conatus” de una infinidad excreciente”.
Párrafo que se abre como abanico que DA que Pensar. Intruso – extraño- para sí mismo. Nosotros que ya no nos reflejamos en un “nosotros”. ¿ Y de que trata la "ajenidad"? .
Terrible párrafo que corona una experiencia del pensar de casi 200 años que la política no ha asimilado nunca. Y de lo universal a lo singular que ya estos términos son intercambiables en el mercado de lo planetario. Categoría aun impensada.
Y son esos extraños a si y en si mismos los que van a elegir y darse su destino como pueblo en la Argentina, en las U. States o en otro cualquier región avanzada civilisatoriamente o no del mundo.
Pero se trata sí del mísmo hombre sin cualidades.
¿Que importa pues si en Corrientes los que representan a Lavagna son o no “dinosaurios” o fósiles? A Lavagna lo elegirán las multitudes solitarias y desarticuladas de una sociedad sin rumbo y no los viejos “conservadores” porque todas las puertas dan al mismo infierno.
Y el que quiera polemizar conmigo sobre esto tiene abierto el dialogo. El periodismo que no piensa, - que no puede pensar porque no tiene en que pensar – ni tan siquiera aquello que DA que Pensar seguirá diciendo nada.
Será solo un mecanismo que se mueve al ritmo de las p/c. Se trata una vez más de cruzar el Rubicón rumbo a Finís-terree. Y eso ni políticos ni periodistas lo saben. Todo porque la política es demasiado importante para estar en manos de políticos. El tema político por excelencia fué y será.
Trascendencia o "re-descendencia (neologismo creado por Jean Whal). Nietzsche lo vió en el Cristianismo con claridad meridiana.
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