PEDRO SEVYLLA DE JUANA
O Grande Grito (Desequilíbrio insustentável)
Os inícios
Gases, líquido, sólido,
espaço-tempo,
ar, água, terra, fogo.
O hoje tem uma lenda
calculada em treze mil setecentos
e setenta
milhões de anos completos.
Rotação e translação iam
os mundos a seu devido ritmo
satisfeitos da alcançada rotina
atraentes e atraídos
cantando a universal cantiga
como estava previsto.
Matéria e energia,
na sua cópula engendraram,
o inicial sopro de vida.
As causas
Emoção e lógica caminhavam juntas.
¬humanas complementárias faculdades,
unidas sempre por vales e planuras,
e a inteligência se pensava invulnerável.
Às vezes o pensamento parecia tomar a dianteira,
até que o sentimento avançava decidido
alcançando uma vantagem manifesta
que tentava manter como objetivo.
Assim se produziram os tristes desafios,
começaram irreduzíveis as pendências,
teve fim o necessário equilíbrio
alimentando-se o ódio com as guerras.
O vão ganhou protagonismo nos medíocres,
cresceram os emocionais entre os indivíduos
começou o transvase do comum para os acumuladores
e os pensadores foram doravante perseguidos.
As consequências
Meu grito é um grito de desassossego
macho erguido e fêmea valorosa
cidade ou campo aberto
ruas, praças e rondas
vale, ladeira ou cerro
as mãos em megafone sobre a boca.
Meu grito é o grito do dia e da noite
neste pequeno globo tão errado
sete mil milhões de vozes
fundidas em sonoro abraço.
Meu grito é o rugido do tigre e a baleia
de vulcões e sismos
o grito da lava interna,
do vento que inflama as velas dos navios
o desgarrador alarido do furacão e a galerna.
Meu grito é o grito da massa vegetal
grito de araucária, choupo e catuaba,
dos cactos do deserto e o mangue do mangal,
um coro enorme que alça
sua voz descomunal.
Meu grito é o grito da terra estável
e do inquieto mar,
das nuvens cambiantes
e o azul desigual,
a queixa suave
e o bramido estelar.
Meu grito é o grito animal
o grito dos vegetais
e das pedras sem lavrar.
Planetas habitados e infecundos
meu grito brota do desespero universal
exigindo ao suposto demiurgo
sem novas perífrases nem desculpas vãs,
que aclare se o domínio do privado sobre o público
goza do seu apoio ou tem perto o final.
PSdeJ Aqui e agora
El Gran Grito (Desequilibrio insostenible)
Los inicios
Aire, agua, tierra, fuego.
Sólido, líquido, gases,
espacio-tiempo.
El hoy tiene una leyenda
calculada en trece mil setecientos
setenta
millones de años completos.
Rotación y traslación, discurrían
los mundos a su debido ritmo
satisfechos de la lograda rutina
atrayentes y atraídos
cantando la universal cantiga
como estaba previsto.
Materia y energía
en su cópula engendraron
el primer hálito de vida.
Las causas
Emoción y lógica caminaban juntas,
humanas complementarias facultades,
codo con codo por valles y llanuras,
y mi interior se creía invulnerable.
A veces el pensamiento parecía tomar la delantera,
hasta que el sentimiento avanzaba decidido
alcanzando una ventaja manifiesta
que trataba de mantener como objetivo.
Así se produjeron los impetuosos desafíos
comenzaron imparables las pendencias
y tuvo fin el necesario equilibrio
alimentándose el odio con las guerras.
Ganó lo baladí el protagonismo cotidiano
aumentaron los emocionales entre los individuos
se inició el trasvase de lo común a los avaros
y los pensadores fueron desde entonces perseguidos.
Las consecuencias
Mi grito es un grito de desasosiego
macho erguido y hembra valerosa
ciudad o campo abierto
calles, plazas y rondas
valle, ladera o cerro
las manos en altavoz sobre la boca.
Mi grito es el grito del día y de la noche
en este pequeño globo tan errado,
siete mil millones de voces
fundidas en sonoro abrazo.
Mi grito es el rugido del tigre y la ballena
de seísmos y volcanes
el grito de la lava interna,
del viento que inflama las velas de las naves
el desgarrador alarido del huracán y la galerna.
Mi grito es el grito de la masa vegetal
grito de araucaria, encina y ceiba,
cactus del desierto y majagua del manglar;
un coro enorme que eleva
su voz descomunal
Mi grito es el grito de la tierra estable
y del inquieto mar,
de las nubes cambiantes
y el azul desigual,
la queja suave
y el bramido estelar.
Mi grito es el grito animal
el grito de los vegetales
y de las piedras sin labrar.
Planetas habitados o infecundos
mi grito brota del desespero universal
demandando al hipotético demiurgo
sin nuevas perífrasis ni una disculpa más,
que aclare si el dominio de lo privado sobre lo público
goza de su apoyo o tiene cerca el final.
PSdeJ Aquí y ahora