BOGOTÁ
Hay un tiempo pálido de hospital
Hay un Padre Nuestro que está en los cielos
Hay un muerto en el pasillo
Y un ruido de avión que nos aturde
Hay un dibujo de niño solo con sillas y mesas
tortuosas
Hay un sonido de agua persistente
Hay dos mil seiscientos metros de angustia
sobre el nivel del mal
Y asesinatos en parques como ciruelas en el
jardín
Hay un frenazo de buseta en todas las
esquinas
Hay un tiempo sin pasado y sin futuro Hay un
niño con ojos grandes
Que come pared y sonríe por las tardes
Bogotá que renaces de tus cenizas
Inconstantes y falsas purga mis ojos
Borra la memoria donde la vida se arrebata
Y se besa en constante despedida
De Invocaciones del libro La torre sumergida
March Editor, Barcelona 2009
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