Um- O mutável labirinto do tempo
De puntillas sobre los hielos invernales
en la descompuesta Europa
asoma de repente
Primavera.
Música color y bienestar fingido
la primavera
inicia su andadura
el invierno
regresa a su escondrijo
la vida camina
cuesta arriba
la intemperie
nocturna pide prórroga
la grisura
está de moda
triunfará esta
temporada en las soirées
la actualidad
se opone al descontento
todo ha de ser
aceptación
la electrónica
nos trae sus artilugios
más y más
sofisticados
y los
ordenadores
antes lo
intuíamos y ahora lo sabemos
nos enfilan
imponiendo su ondulado
orden de
necios.
Los ciudadanos
conscientes y por ello
críticos
se van
desmoronando grano a grano
bajo el peso
de problemas reales
y problemas
inventados.
La soledad
determina
la trayectoria
de quien lee y quien escribe
solo los
fatuos están acompañados en el ágora
la poesía se
sigue llevando en volandas
entre cuatro o
entre cuatrocientos
los mismos de
siempre o los hijos de sus hijos
en un viaje
lleno de pausas y saumerios
como se llevan
los cadáveres
a los
saturados cementerios.
La regularidad
disciplinaria sustituye
al equilibrio
buscado
en el orden de
los métodos científicos
convirtiéndose
en clave de múltiples acciones
tableteo de
las ametralladoras
endiabladas
marchas militares
repetido
soniquete de la monotonía
de la mentira
repetida hasta parecer verdad
hasta ser la
verdad única
porque la
cadena que nos ata a los unos y a los otros
nos separa a
los otros de los unos
el fuego
avanza a llamaradas
hogueras
trasmutadas en piras de cadáveres vivientes
encendidas en
habitaciones inhóspitas
para combatir
las bajas temperaturas de la miseria humana
la anemia de
las ciudades desmiente a la aurora
dejando pálida
frente al
crepúsculo
la belleza
honesta del alba.
Los déspotas
expiran ráfagas de injusticia y precios altos
y cuando se
les descubre el juego
convocan
elecciones y son sustituidos
por bien
adiestrados simuladores
que logran
engañar
durante un
nuevo lustro a la muchedumbre
pero estén
donde estén y sean quienes sean
llevan la
muerte consigo y hieden a cadáver descompuesto
porque para
que haya un rico
rico de los
ricos de ahora
dueños de
enormes fortunas
valoradas en
multitud de cuerpos y almas
son necesarios
cuando menos
un millón de
pobres de solemnidad
de los que
ahora no tienen donde caerse
ni vivos ni
muertos
y como siempre
la
incertidumbre y el miedo
planean sobre
nuestras cabezas
quitándonos la
tranquilidad del sueño.
Quienes
diseñan la faz de lo que nos conviene
mudan puntos
rayas superficies y tonalidades
dejando las
mohosas muy a mano
con la sana
intención de recuperarlas
porque todo ha
de cambiar vertiginosamente
en el
vertiginoso giro de los radios en la rueda
para dar la
perseguida apariencia
de nuevo e
igual de igual y nuevo
de manera que
la repetición intermitente del paisaje
nos procure la
sensación de cambio a unos
y de
continuidad a otros
visión resumen
de todas las posibles
miren las
personas hacia atrás
o hacia
adelante
contentas o no
con el presente maquillado que cada día ofrece
a la espera de
un mismo futuro distinto en la proximidad distante.
Ignoramos que
el tiempo cambia
a diario el
trazado de su laberinto
haciendo
cavilar a cien generaciones consecutivas
hasta que un
desconocido alcanza fama
al descifrarlo
en su agonía.
El futuro
pinta oros
de tan
pluscuamperfecto como viene
y el pretérito
huele a nardos
vestido de
color rosa
azulado.
Nos advierten
por señas
utilizando
parábolas sabidas
y viejos
símbolos recién actualizados
que consideran
una broma de mal gusto
la manía de
seguir a nuestra edad en la refriega
entendiendo
los hechos y juzgándolos
para
relatarlos después como los vimos.
Debemos
sonreír con sonrisa ingenua
aunque nadie
nos desvele el acertijo
porque la
primavera acaba de empezar
y el invierno
regresa a su escondrijo.
PSdeJ Lisboa y
Madrid el 16 de marzo de 2014
Dois- Poema do homem inadequado
A la poeta, profesora, investigadora
y académica Ester Abreu Vieira de Oliveira
Portador de un cántaro de luz sobre la cabeza,
O
homem, separado dos outros, fez-se gente.
Entre
la dura realidad y la suave fantasía
Muestra los agudos colmillos como navajas inciertas
Alfarero de la vid y las espigas.
Precipicio negro que amilana,
Agua en el pozo, avara y generosa criatura
Real
o imaginaria
Ancha vertedera y una reja aguda.
En su propio final inalcanzable
Se enraíza el imposible principio del tiempo.
Transforma el gris brumoso, el negro atormentado
En el incierto maremagno de los atardeceres rojizos
Resistiendo el fraternal embate de un millón de antepasados.
A
la espera de una divinidad emprendedora
Basta presentir que la semilla ha germinado el surco.
Resulta extraordinario que en tan adversas circunstancias
El transcurrir del tiempo
todo lo torne positivo
Urdimbre y
trama.
Vigila reliquias,
Investiga el móvil del deseo
El llanto del niño sorprendido por la vida.
Impelido pela obstinada intransigência
Remoto y resistente anclaje
A veces el pensamiento parece tomar la delantera.
Deja el refugio cálido del puerto
Emisario de paz y de sosiego.
Opuestas solo en apariencia
Las alargadas vibraciones de
las cañas junto al río,
Imprecisos
atajos o desdibujadas sutilezas,
Vallados que gobiernan los caminos.
El lugar de encalladura indaga
Impetuosa y desbordada torrentera
Rítmico repiqueteo, monótono, insistente
Aletargado, dormido, cabecea.
Primero el aire, el viento, el espíritu.
Revolotean palomas,
Olas níveas, pececillos lleva en la mirada
Fauna y flora elementales
En primavera solo florecen las palabras.
Sobre las huellas tenues de los pies desnudos
O amor, a liberdade, a convivência
Reacciones químicas o impulsos eléctricos
Ante la ingente tarea.
Y en ese momento culminante
Aviva volcanes y seísmos
Con su solo influjo.
Ama para vivir, siendo el amor el objetivo.
De fuera le llegan deidades nuevas
Evolucionada liturgia de los ritos.
Mil sueños espantó la madrugada
Incluso la belleza de la vela henchida
Cuenco imposible de las manos cálidas
Aminoácidos, paramecios, margaritas.
No el dios, el semidiós o el héroe de leyenda
A ras de suelo halla más vida
Cesado el vendaval de las galernas.
Ideas nuevas temidas por intrépidas
De la concordia huésped, de la libertad amante
Ardoroso fluido de la noche inquieta.
Estatuas, panteones, obeliscos
No puede improvisar una barrera.
Mástil y pica cargados de memoria
Un vagido cortado de raíz
Que en el sendero de la garganta degenera,
Uma mão sujeita, balindo, um cabrito trêmulo
Incitándole a suplir cualquier carencia.
PSdeJ El Escorial, a 4 de mayo de 2014
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