Si algo hermana a los latinoamericanos es la insoportable pesadez de sus gobiernos, la insoportable pesadez de la deuda externa, la insoportable pesadez de la corrupción política y administrativa, en fin, todos aquellos síndromes y efectos que ocupan a Andrés Oppenheimer desde el punto de vista del periodismo investigativo.
En Golpe de Gracia (Manual de supervivencia para irrecuperables), libro del escritor venezolano Luis Britto García, la pesadilla sin fin aparece, como el subtítulo lo indica, en un manual de supervivencia en tiempos de la globalización de todas las iniquidades. Es un manual irónico que recorre sin tapujos el ser latinoamericano, su mentalidad.
El lenguaje de clara intención ironizante atravieza el libro, organizado en diez capítulos, con títulos que remiten a un también humor caústico : Kindergarten de la universidad de la vida; Propedéutico en malas costumbres; Prácticas de zoología cotidiana; Seminario de corazones destrozados; Curso de reparación en viernesnegro; Licenciatura en cuanto hay pa eso; Doctorado en desinformación; Filosofías baratas Postgrado en urbanismo satánico y Master en la misma historia.
En todos ellos Venezuela, es por así decirlo, el Leiv motiv, al que sin dificultad nos agregamos los demás países de la región: Venezuela ha pasado a ser el país sin atributos. Todas las definiciones se deslíen, todos los esquemas se derritnen en un pueblo donde coexisten cuatro modos de producción, donde las clases sociales distintas están a punto de ser reducidas a una sola marginalidad verdadera, donde las tradiciones históricas están tan olvidadas como la agricultura, y las categorías del funcionalismo no se aplican porque nada funciona. Desde las sombras arbitrarias de la infancia, no sólo la individual, también la política, con las emblemáticas láminas del álbum del Superhéroe criollo en asocio con el Monstruo, desde esos tempranos días, asistimos al asedio de la corrupción: “El Superhéroe contraataca demostrando ante una Comisión parlamentaria que él ordenó la compra, pero que no sabía nada del sobreprecio” y en otro párrafo los trabajadores gritan y piden su auxilio “víctimas de un misterioso rayo lanzado por el Monstruo que encoje los salarios reales. Para resguardarlos, el Superhéroe pone a salvo los precios por las nubes”.
La constante y mordaz crítica a un sistema y a una clase social y política pone de manifiesto las malas costumbres a que nos hemos acostumbrado. El papel del pantallero, personaje bien conocido en nuestro medio, no es más que el resultado del encuentro fortuito entre una menopausia y los medios audiovisuales sobre una mesa de repartición de cargos. Otro tanto ocurre con el uso y abuso de la máscara y su utilización en el lenguaje, eufemismos que abarca casi todo, con expresiones tales como países en vías de desarrollo, seres excepcionales o presunto inculpado son remiendos del capote que lo desgarran.
Lenguaje mordaz, irónico. Y lo reitero porque en Golpe deGracia cobra la dimensión que le dieron pensadores del siglo pasado, como Glucksman, entre otros, y que le dedicaron a la ironía un espacio importante para la reflexión. Entonces, el asunto está en que el erudito Britto García canibaliza todo lo que observa, vive, siente y por extensión transfiere, con conocimiento de causa, la irónica reflexión al Cono Sur. Por aquí se encuentran soslayados los problemas generales de la región: la sujeción al FMI, el lenguaje común y retórico de los políticos, actrices y modelos de la T.V. todos idénticos y que más parecen la primera cosecha de clones de la región y, por qué no, hombres y mujeres resultados de la misma educación sentimental intentando defenderse de los abusos de poder, porque en amor, como en todo lo demás, el poder no es más que un abuso.
En los pretendientes de la señorita inspiración pasea su vasto conocimiento del oficio y desmistifica a la esquiva dama atormentadora del poetariado y del mentidero (cuentistas y novelistas) de ambos sexos, cuidasoso como es el autor de no crear discusiones de género, a todos por igual. Es un periodismo político amargo, desencantado. El lector de Golpe de Gracia participa del festín irreverente, corrosivo y venenoso conque aborda lo divino y lo humano. Sinembargo al cerrar el libro se hace consciente la desesperanza que lo recorre, un dejo de angustia e incertidumbre ante el futuro nos toma, y replanteamos lo anterior : ni escritura canibal, ni reflexión irónica, no. Es la escritura de un romántico, de alguien que creyó y fue defraudado, un continuador de los escritos de Larra y su célebre frase antes de su suicidio: Aquí yace la esperanza.
La obra de Luis Britto García es una de las más fecundas y valiosas de Amèrica Latina. Su pensamiento, su dominio que abarca casi todos los saberes, ha influido grandemente en el devenir de la literatura colombiana, donde se leyó con profundo entusiasmo Rajatabla y su novela Abrapalabra, ambos libros galardonados con el Premio Casa de las Américas. Con más de cuarenta libros publicados, Britto García no admite definiciones es, sin más adjetivaciones, el ideal de una comprometida conciencia lationamericana.
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