MEDITERRÁNEA
Pienso en un mar lejano, un puerto, ocultas
calles de aquel puerto; como en un día allí estaba,
y aquí estoy hoy, que a los dioses las palmas
implorantes elevo, no quieran castigarme
por una última victoria que suplico
(pero, por dulce, rige el corazón apenas);
pienso en sirena oscura
--beso ebriedad delirio--; pienso en Ulises
que allá abajo se alza de un triste lecho.
|