La manija abierta

 

FERNANDO CUARTAS


Fernando Cuartas (Colombia, Medellín, 1958) . Poeta, editor, ensayista, artista plástico.


Los pomos, los picaportes, el tirador de puerta, son artefactos que están suspendidos en silencio para hacer girar los goznes. Nada raro que en un avión en vuelo surcando los aires continentales, entre un whisky y la conversa, saliera la idea de hacer artefactos poéticos. Alfonso Peña tomó la Manija como ejemplo, se lanzó del avión, tocó una nube y volvió a su asiento. A los días, su cómplice Tomás Saraví lo secundó en la idea. Entre poesía gráfica, con invitación durante todo el recorrido de ediciones, pasaron poetas, artistas, diseñadores, en ediciones bimensuales, con tirada de dos ediciones en una, algo así como la “caja de la sorpresa”.

Se abrió la Manija, arte de comunicar en pequeño formato. Desde inicio tuvo enorme acogida y celebridad. Distribución gratuita, con formato lúdico de fácil manejo, pasaba abriendo puertas en ferias del libro, encuentros de arte, en sobremesas poéticas, talleres de artistas, en la calle, en bares y avenidas.

Un trayecto que es digno de celebración, a sus 15 años de su primera edición. Por sus páginas pasaron poetas y poemas de personajes como Carlos Martínez Rivas, Eunice Odio, José Ángel Leyva, Jacobo Fijman,  José Vicente Anaya, Lêdo Ivo, Claudio Willer, Jhon Sosa, María Baranda, Rodolfo Alonso, Paco Amighetti, Carlos Barbarito,   Floriano Martins, Sila Chanto, Rodolfo Häsler, entre otros.

Manija siempre fue un objeto de mano, un artefacto de libre distribución, un atentado poético celebrado y disfrutado por poetas, pintores, lectores, provocadores… Con 54 ediciones en la mochila, y con la participación de dibujantes y artistas hacen de esta propuesta algo inolvidable.

Con la idea de celebrar que se mantenga viva su memoria, varios artistas y amigos me han propuesto que en diversas revistas de circulación internacional, nos juntemos para hacer el movimiento de la “otra vuelta a la tuerca”.

La Manija se mueve, la puerta queda abierta. Hay algo entrañable en esos pequeños formatos, se llevan como minúsculos y profundos tesoros portátiles. Esas liliputienses ediciones tienen el encanto de ser obras que se llevan fácilmente, terminan siendo coleccionables, muchas personas las llevan como objetos llenos de azar y de nostalgia. En cada una de ellas pervive el poeta y el artista plástico, una nota de escritores que nos han rondado como lobos que escriben desde las sombras y llegan a enaltecer la poesía como un dulce y a veces tristísimo alimento, van desde las conjuras contra las desgracias, pasando por el erotismo, los mundos abisales de nuestros fermentos y delirios. Ninguna lectura que se haga de Manija, pasa en vano.

Muchos poetas hispanoamericanos han pasado por sus páginas, muchos han sido sus encuentros, mucha poesía hemos bebido en esos breves formatos que aligeran su paso y llegan y se van entre las manos. 15 años de poesía, que no es regalada, es mera gratuidad, es un presente compartido, siempre se ha entregado por el placer de ser llevado en otros seres que la comparten y divulgan. La poesía no se regala, se comparte. Compartir es hacer alianzas, crear ritos, hacer amistades, promocionar complicidades, regalar, suena muchas veces como algo que se entrega sin mediar esfuerzos ni misterios. El regalo viene de la realeza, de agasajar con pleitesía, el compartir es en cambio lo que se parte para varios, lo que se entrega y crea un vínculo de amor o solidario, el pan hecho para los congéneres, lo que se re-parte y crea arte.

Manija es un ejemplo pleno de ese compartir. Una gratuidad gozosa, un potlash de intercambios, el ejercicio del dar como un acto poético por excelencia. Siempre circuló de mano en mano, como objeto portátil que se abre. Que sea un motivo para celebrar su existencia y para congeniarnos con los que hicieron posible dicho proyecto.

Revista Triplov se suma a dicho festejo literario. Son muchas las revistas de poesía que sería posible hacerles una celebración, que esta edición sea un motivo para iniciar con Manija, de tan gratos recuerdos para muchos y para los que no la conocieron, vean en esa iniciativa motivos para seguir creando.

A l@s interesados en adquirir Manija les comunicamos que se consiguen algunos ejemplares de las ediciones que reposan en archivos personales, y que se les pueden enviar en formato PDF, favor de escribir a los correos alfonso.materika@gmail.com  ferrangato@gmail.com con gusto se les hará llegar, la idea es mantener viva su memoria.

¡Dale Manija!

Fernando Cuartas