SAMAEL AUN WEOR Llegando a la imponente metrópoli de México D.F., y procedentes de aquellas otras bellísimas tierras del Canadá, hubimos de ponemos en contacto con el Venerable Maestro Samael. La cita se fijó para el próximo día a las ocho de la noche. Fue el cuatro de febrero de 1976. Al llegar a su residencia, lo hallamos vestido sencillo pero muy decorosamente. Con su amable sonrisa, nos invitó a pasar. Resonaban festivamente en el amplificador, los valses de Straus. Acompañados de otra dama, mi esposa, mi pequeño hijo y mi persona, pasamos el umbral de tan espléndida morada. Entre muchas otras cosas maravillosas, nos dijo: Me alegra mucho que hayan venido-. Hace un año continuó que físicamente debí haber muerto. Por aquella época tenía el Maestro 59 años y parecía tener unos 45. Más, como quiera que aún no he terminado la Gran Obra, hubiera por tal motivo quedado estancado. Afortunadamente recordé, que por allá en Egipto, en la época de los faraones, hace unos cuatro mil años, dejé una momia. El cuerpo de aquella momia quedó intacto sin que se le extrajeran sus vísceras, gracias a ciertos procedimientos mágicos que conocían a fondo los antiguos Iniciados Egipcios. Fue entonces como apelé a un proceso de Alta Magia, que se conoce con el nombre de intercambio atómico Bio-Electro-Magnético. Como quiera que no entendíamos bien de qué se trataba, el Maestro aclaro: Es un intercambio atómico. Mientras de aquí de mi cabeza, partía un átomo hacia la momia de Egipto, a su vez, de la cabeza de la momia salía otro átomo hacia mi cabeza aquí en México. Y así, este proceso se sucedía ininterrumpidamente, matemáticamente. Ahora ya toda mi cabeza está totalmente conformada por los átomos de la cabeza de la momia. Esta cabeza que ustedes ven aquí es la de la momia. Así, pues, que ustedes están conversando con un cadáver, pues, hace un año, morí en vida. Puede decirse que tengo un año de vida. De casetes grabados de su viva voz extraemos lo siguiente: “Les soy sincero a ustedes, yo soy un hombre que está viviendo más allá de lo normal. Ustedes, dirán que ¡cómo es posible! Si se los puntualizo, el cerebro que estoy utilizando para pensar estuvo cuatro mil años en un sarcófago en Egipto. Yo dejé el cuerpo vivo cuando me tocó vivir en la dinastía de los faraones. Nací en Egipto pero no morí en Egipto. Mi cuerpo pasó a un sarcófago; ese cuerpo allí vivo lo puse en estado de catalepsia. Digo catalepsia para que ustedes me entiendan, pero es una ciencia más antigua que la catalepsia.” ¿Usted era Iniciado en ese momento? “He sido Iniciado desde hace varios Mahamvantaras.” ¿Usted contribuyó a la creación de la Tierra junto con los Cosmocratores? “Estuve con los Cosmocratores desde la aurora, desde el momento en que la Tierra surgió del Caos.” (El Venerable Maestro Samael Aun Weor, es la Mónada Planetaria de Marte encarnada en humano cuerpo, es el Quinto de los Siete Cosmocratores.) “Bueno, les estoy contando lo de Egipto. Mi cuerpo quedó allí en catalepsia, está en la cripta subterránea, hace como cuatro mil y tantos años, desde la época de Kefren, pero por esta época, en pleno siglo XX, me estoy revistiendo con este cuerpo mediante el intercambio atómico. Los átomos de este cuerpo están pasando al cuerpo egipcio y los átomos del cuerpo egipcio están pasando a éste... Por lo menos pueden estar seguros que esta cabeza que ustedes ven ya es la egipcia.” “El otro día estaba en una conferencia y hubo gente que me distinguieron como egipcio, ya la cabeza es la misma que estuvo entre el sarcófago, el resto del cuerpo, pues está cambiando, las viseras todo En este momento soy la muerte ¿Por qué?, Porque el cuerpo que tenía Víctor Manuel Gómez, ese cuerpo ya está en proceso de desintegración, sus átomos están pasando a un sepulcro, y los átomos de aquél están pasando acá”. ¿Y, esos los podría volver a revivir? “Pues, ese cuerpo de Víctor Manuel Gómez (su parte atómica) no queda muerto, queda vivo, pero con las funciones orgánicas en suspenso. De manera que si ustedes observan cuidadosamente cierta apariencia aquí, pues hace que la gente no se me acerque, pero realmente soy la muerte. Los antiguos egipcios cultivamos una ciencia que los modernos ni remotamente sospechan. Esta ciencia nos ha permitido a nosotros conservar nuestro cuerpo físico, poder existir y salir con nuestro cuerpo desde el sepulcro para afuera, para vivir entre los mortales en pleno Siglo XX. No quiero decir que todos los compañeros de esa época hicieron lo mismo, pero sí existimos un grupo de Hombres que dejamos nuestros cuerpos vivos entre el sepulcro muy bien sellado.” En una de sus últimas obras (“Misterios Mayas”), dice el V. M. Samael lo siguiente: “Hay dos clases de momias: las momias vivas y las momias muertas. Las momias muertas se conocen porque las vísceras han sido colocadas en vasos de alabastro. Las momias vivas, aún ahora en pleno siglo XX, siguen vivas. “No está de más decirles que yo mismo, cuando viví en Egipto, en una época pasada, durante la dinastía de Kefren, pasé por esos procesos.” “Mi cuerpo físico fue dejado a voluntad en estado de catalepsia. Ese cuerpo pasó a un sarcófago y fue colocado dentro de una cripta, pero vivo, y todavía conservo ese cuerpo egipcio vivo. Con ese cuerpo egipcio seguiré cumpliendo la misión que se me ha confiado. De lo contrario, ¿cómo? Actualmente soy un hombre como de sesenta años. Para poder hacer la labor en toda Europa, en toda Asia, ¿cómo la haría? Suponiendo veinte años en Europa y treinta años en Asia, llegaría como un viejecito..., para hacer una revolución espiritual, ¿con qué tiempo? Ya no habría tiempo. La única forma es tomar ese vehículo físico momificado para continuar trabajando en la Gran obra.” Maestro, ¿usted tiene que perder ese cuerpo físico actual? “Ya parte está perdido. Claro está que existe un tipo de reencarnación que es desconocida para muchos seudo-esoteristas y seudo-ocultistas; en esoterismo se llama Re-Encarnación YAO, es decir, en vida.” “El intercambio atómico permite la reencarnación del iniciado egipcio en una momia que haya tenido. Esto es desconocido para los sabios de esta época. Es claro que el intercambio atómico con una momia, da por resultado que viene uno a quedar con su vehículo vivificado, máxime si la momia está viva.” “Si yo cambio mis átomos actuales, con los átomos de ese cuerpo momificado, quedo con ese cuerpo momificado en vivo y en pleno Siglo XX. Claro que hablamos de la Re-encarnificación; en YAO; así se llama en Ciencia Sagrada.” “Con este intercambio atómico, no hay necesidad de pasar por esos estados en que se tiene que dejar el cuerpo físico y esperar varios años para volver a re-encarnificar; eso es un trabajo dificilísimo” “La Re-Encarnación en YAO es altamente científica, y pertenece a la parte más elevada de la Física Atómica.” “Tal reencarnación en YAO no sería posible si no se conocieran los HACHIN. ¿Y qué son los HACHIN? Pues son las Almas Ígneas o partículas ígneas que existen en cada átomo. Esas Almas Ígneas o CONCIENCIAS ATÓMICAS, son obedientes.” “Es la Cuarta Vertical (la cuarta dimensión) la que sirve para que los principios ígneos o HACHIN puedan transportar instantáneamente a los átomos de un lugar a otro por remoto que sea.” “La Alta Física Nuclear es desconocida para los sabios actuales. Cuando los antiguos sabios egipcios momificaban sus cuerpos con el objeto de alcanzar la inmortalidad más tarde, hacían alusión a esto que hoy aclaro.” “Muchas gentes de estos tiempos que ahora andan por aquí, por allá y acullá, tuvieron vehículos físicos en la antigua tierra de los faraones, y si ellos marcharan por el camino de las Santas Revalorizaciones del SER, podrían llegar a adquirir la inmortalidad aquí y ahora mismo, mediante el intercambio atómico de la alta física nuclear, desconocida para los sabios y físicos atómicos de este Siglo XX.” Gracias a este procedimiento Mágico de ALTA FÍSICA NUCLEAR, el V. M. SAMAEL AUN WEOR, pudo continuar su trabajo Alquímico hasta perfeccionar la PIEDRA FILOSOFAL. Fue así como en el año de 1977 nos dijo: “En estos precisos instantes, mi Señor Interior Profundo, está en su Santo Sepulcro. En el año de 1978, mi Señor Interior Profundo, resucitará en mí y yo en ÉL para poder hacer la gigantesca OBRA que hay que hacer por la humanidad. Y será ÉL, el que la haga, y no mi insignificante persona que no es sino un instrumento. Pero, ÉL en sí, es perfecto y ÉL la hace porque ÉL es perfecto. De manera que doy testimonio de lo que me consta, de lo que he vivido.” Posteriormente, el Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR, culminó la GRAN OBRA ALQUIMICA, y fue así como hubo de pasar por el proceso de Muerte y Resurrección, matando así a la muerte con la misma muerte por toda una eternidad. Su proceso de desencarnación sucedió el 24 de Diciembre de 1977, cerca a las 12 de la noche. La placa de su carroza mortuoria, sin haberse elegido programadamente, tenía las Iniciales AUM. Casi dos años después, en la “Asamblea Extraordinaria Nacional”, realizada entre el 29 de Junio y el 1 de Julio de 1979, en el Palacio de Convenciones y Exposiciones de la ciudad de Medellín, Antioquia, Colombia, organizada por el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal de Colombia, sucedió algo maravilloso. Esta Asamblea estuvo presidida por el Venerable Maestro Rabolú, quien es uno de los 42 Jueces del Karma de la Justicia Objetiva Divina, y en quien depositara el V. M. Samael Aun Weor, el cuidado y guía del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal. Dicho sea de paso, el V. M. Rabolú, está por esta época culminando también los procesos de su GRAN OBRA ALQUIMICA. Algo insólito sucede en aquella Asamblea memorable. Resumámoslo con las siguientes palabras: A la entrada del local de la Asamblea, a la que asistieron más de tres mil miembros activos del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal de Colombia estaba el V. M. SAMAEL AUN WEOR con su cuerpo inmortal, con aquel cuerpo de la momia que tuviera en Egipto hace unos cuatro mil años. Allí estaba el Maestro Samael con su cuerpo resurrecto el cual tiene una apariencia de unos 40 a 45 años. Es lógico que nadie lo identificó, a excepción del V. M. Rabolú, que ya le conoce muy bien, puesto que el cuerpo de la momia, es diferente al que el Maestro Samael tenía en México. Allí, en aquella Asamblea, sin que de ello se percatara la hermandad gnóstica el V. M. Samael le entregó al V. M. Rabolú una PESADA CRUZ DE ORO, con lo cual quedó establecido que el V. M. Rabolú también estaba ya en el mismo camino del V. M. Samael Aun Weor. En cierta ocasión, un grupo de inquietos aspirantes a la Gnosis, le preguntaron al V. M. Rabolú dónde se encontraba realmente el V. M. Samael. Y el V. M. Rabolú respondió de la siguiente manera: “Él ocupó directamente la momia que tenía guardada. O sea, por ejemplo, en estos momentos él está con su momia, trabajando, moviéndose. O sea que él no está desencarnado como creen muchas personas, él tiene su otro cuerpo. YO ME ENTREVISTE CON ÉL, ya tiene su momia, está trabajando con su momia, actuando como cualquier persona normal. Está en el Viejo Mundo, o sea, por allá en el Tibet y usa su turbante estilo tibetano. De modo que para mí, él no dejó de trabajar. Él cogió su otro cuerpo, se lo puso, y, ¡adelante! Es un tipo de combate, es un Maestro de batalla que no se está quieto un momento.” Nota: Los HACHIN (ASHIM) son las Almas del Fuego o Coro Angélico de Malchut, según la Kábala Hebraica.
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