CAPITULO XI - TINTURAS ASTRALES 1En nuestro trabajo de transmutación metálica, tenemos que elaborar las tinturas Astrales para trabajar en la Gran Obra. 2Cuatro partes de agua metálica, dos partes de tierra de sol rojo, son la tintura madre de la Alquimia. 3Se pone todo entre un recipiente, se solidifica y se desagrega tres veces. 4Esta es la tintura madre de la Alquimia porque con esta tintura elaboramos todas las siete tinturas de la Alquimia Sexual. 5El agua metálica es el semen, la tierra de sol rojo son nuestros órganos sexuales, y el azufre sol, es el Kundalini que tenemos que despertar practicando Magia Sexual con la mujer. 6Es claro que hay que solidificar tres veces porque nosotros somos un trío de cuerpo. Alma y Espíritu. 7Con una onza de tintura de sol, podemos teñir de sol mil onzas. 8Con una onza de tintura de Mercurio, podemos además teñir el cuerpo del Mercurio, etc. 9Con la tintura Lunar, podemos trasmutar en metal perfecto el cuerpo vital. 10Con la tintura de Mercurio podemos transmutar en metal de perfección nuestro cuerpo Búdhico. 11Con la tintura de Venus podemos transmutar con cuerpo de perfección nuestro vehículo de la voluntad. 12Con la tintura solar podemos transmutar en metal perfecto nuestro cuerpo Astral, o CRESTOS CÓSMICO. 13Con la tintura de Saturno podemos transmutar en metal perfecto nuestro cuerpo Mental, etc. 14Con la tintura de Marte transmutamos en metal de perfección el Alma-Conciencia de nuestro cuerpo físico y damos a todos nuestros metales la fortaleza del hierro. 15Empero la tintura de oro nos unirá con el Uno, con la LEY, con el PADRE. 16Nuestros siete cuerpos, están influenciados por siete planetas. 17Nuestras siete Serpientes sintetizan toda la sabiduría de los siete Cosmocratores. 18Cada uno de nuestros siete cuerpos debe sintetizar toda la perfección de cada uno de los siete Cosmocratores. 19Tenemos que trabajar con nuestra Piedra bendita en la retorta de nuestro laboratorio sexual, hasta obtener el Fénix de los filósofos. 20Así es como nosotros después de haber muerto resucitamos como el Ave Fénix de la filosofía. 21Cada uno de nosotros en el fondo es estrella, y después de haber trabajado con las tinturas Astrales hasta transmutar todos nuestros siete cuerpos en vehículos de perfección, entonces regresamos al seno del Padre. 22Los siete seres ordenadores, los siete Logos Planetarios de nuestro Sistema Solar, en el amanecer de la vida se expandieron como se expanden las llamas, y de su expansión resultamos millones de partículas divinas evolucionando a través del Mavantara. 23Cada partícula divina debe realizarse como Maestro de transmutaciones metálicas y volver al PADRE. 24Toda chispa tiene que regresar a la llama de donde salió, pero conservando su individualidad. 25"El Libro de los Muertos dice: 26Mirad Dios de un Rostro conmigo está. Salve, oh siete seres ordenadores, que sostenéis la balanza la noche del juicio del Utchat. que decapitáis y degolláis; que con violencia os apoderáis de los corazones y rasgáis los pechos, que perpetráis matanzas en el Lago de Fuego: os conozco y sé vuestros nombres. Conoced por consiguiente, como sé vuestros nombres. Hacia vosotros avanzo; por lo tanto, avanzad hacia mí pues vives en mí y viviré en vosotros. Dadme vigor con lo que tenéis en vuestras manos, es decir, con el bastón de mando que vuestras diestras empuñan. Ordenad vida para mí con vuestras frases año tras año, conferidme miradas de años sobre mis años de existencia, muchedumbres de meses de existencia, e incontables días sobre mis días de existencia, y noches innumeras sobre mis noches de existencia y concededme que surja y esplenda en mi estatua; y aire para mi nariz, y poder a mis pupilas a fin de que vean a los seres divinos que moran en el horizonte, el día del cómputo equitativo de los pecados y de la maldad". (Del capítulo LXXVHIII, Capítulo sobre surgir de día, Pág. 133: EL LIBRO DE LOS MUERTOS) 27El Dios de un rostro que en nosotros está, es el INTIMO. 28Los siete ordenadores sostienen la Balanza del juicio, y decapitan y degollan, a los alquimistas para realizarlos como Maestros de transmutaciones metálicas. 29Cada vez que una de nuestras siete Serpientes sube de las Vértebras del cuello a la cabeza, pasamos por el simbólico degollamiento de Juan el Bautista. 30Los siete Genios planetarios se apoderan de los corazones y rasgan los pechos, para libertar las almas del submundo, y llevarlas hacia el lugar de la luz. 31Los siete LOGOS perpetran matanzas en el Lago de Fuego. 32Hay que morir para vivir, hay que morir para el mundo para vivir para el PADRE, en el Magisterio del Fuego debemos morir y resucitar como el Ave Fénix de la Alquimia Sexual. 33Los Dioses inmortales nos dan vigor con el bastón de mando que empuñan en su diestra. 34Este bastón es nuestra Columna Espinal, nuestra caña de Bambú de siete nudos, por donde suben las siete Culebras ardientes. 35Con los elíxires rojo y blanco adquirimos el Elixir de Larga Vida, y aunque estemos encarnados en nuestra estatua, es decir, en nuestro cuerpo físico, se abren los mundos internos y podemos ver a esos jóvenes seres divinos que moran en el horizonte, y que llevan los libros de cuentas del mundo. 36Con las tinturas Astrales volvamos al seno del PADRE, y a oír palabras inefables. 37Todo el poder se halla encerrado en la sabiduría de la Serpiente. 38"El Libro de los Muertos", dice lo siguiente: 39"Soy la Serpiente Sata, dilatada en años. Fallezco y nazco cada día. Soy la Serpiente Sata que mora en los confines de la Tierra. Muero y renazco, y me renuevo y llego a la juventud todos los días". Cáp.. XCIII, Capítulo de metamorfosearse en la Serpiente Sata": EL LIBRO DE LOS MUERTOS) 40La Tintura lunar es de color violáceo. La tintura de Mercurio es amarilla. La tintura de Venus es añil. La tintura Solar azul intenso, y dorado. La tintura de Marte es roja. La tintura de Júpiter es azul y púrpura. La tintura de Saturno es verde, gris y negra. 47El alquimista tiene que elaborar las siete tinturas para transmutar todos sus metales.
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