CAPITULO XXIII - LOS DOS MERCURIOS 2En este capítulo encontramos al Elixir Rojo y al Elixir Blanco en el Hermafrodita-Espíritu, dentro del Maestro de transmutaciones metálicas. 3Allí estudiamos cómo el Hermafrodita-Espíritu transmuta el plomo en oro. 4Ahora en este nuevo capítulo, vamos a estudiar los Elíxires Blanco y Rojo, actuando como Sol y Luna. 5Existen dos mercurios: el Mercurio Macho y el Mercurio Hembra. 6Estos son los Elíxires Blanco y Rojo. 7Estos son los Polvos de Proyección, con los cuales transmutamos todos nuestros metales en oro puro. 8El Elixir Rojo es el Mercurio Macho. 9El Elixir Blanco es el Mercurio Hembra. 10El Mercurio vulgar, o sea el Mercurio Hembra, no puede soportar el fuego sino con ayuda de otro Mercurio diferente, que sea totalmente cálido, seco y más digerible que él. 11El Mercurio Macho se vuelve fluido cuando se mezcla con el Mercurio Hembra, mediante la Magia-Sexual. 12Entonces los dos Mercurios se unen indisolublemente en forma totalmente inseparables, como cuando el agua se une con el agua. 13El Mercurio masculino le quita al Mercurio Femenino su glema y su frialdad lunar, volviéndolo primero negro, luego rojo, luego blanco, y de distintos colores. 14Así es como la mujer transmuta sus metates en oro puro, mediante el contacto sexual con el varón. 15Nuestro Mercurio, después de sus constantes transformaciones, tiene el poder dé cambiar nuestros metales en oro puro. 16Los dos Elíxires, Blanco y Rojo, son los dos Mercurios con los cuales transmutamos todos los metales de nuestra personalidad, en el oro puro del Espíritu. 17El hombre es el Sol, la Luna es la mujer. 18No obremos con el Sol y con la Luna, sino únicamente después de haberlos reducido al Mercurio de la Filosofía. 19Saquemos el Mercurio del Sol y de la Luna, para trabajar con esta materia venerable, en la Gran Obra. 20Hay que reducir el Sol y la Luna a la materia prima de la Gran Obra, para elaborar con esa materia prima, el Rey coronado con la diadema roja. 21Hay que unir el Mercurio macho con el Sol y el Mercurio hembra con la Luna. 22Empero, ello solamente es posible reduciendo estos dos Mercurios a Sol y a Luna. 23Esta reducción se realiza con la unión amorosa del hombre y la mujer. 24Reducido el hombre a Sol y la mujer a Luna, entonces hemos descompuesto a los compuestos en sus propios elementos de que están compuestos, y con esta materia prima vamos entonces a engendrar el HOMBRE CELESTE, el REY SOL, el MAESTRO de la FRATERNIDAD BLANCA, lleno de gloria y de poder. 25Así es como nuestro Mercurio se une con el Sol y con la Luna, y así es como el Sol y la Luna se reducen a Semen, es decir, a Mercurio filosófico. 26El Mercurio solo se une indisolublemente con otros cuerpos cuando éstos se han elevado hasta su propia naturaleza. 27Elevemos nuestro Mercurio Macho al estado solar, y el Mercurio Hembra al estado Lunar, para que el Sol y la Luna se reduzcan a Mercurio, uniéndose a él indisolublemente. 28Si tenemos un anillo de oro y queremos convertirlo en una Cruz, tenemos inevitablemente que fundir el oro. reduciéndolo a su materia prima, al Mercurio de la filosofía, para elaborar con esa materia prima la Cruz de Oro. 29Así también el hombre debe reducirse al Semen que lo engendró, para elaborar con ese semen al Maestro de Misterios Mayores de la Fraternidad Universal Blanca. 30Cualquier otro camino es absurdo. 31Recordemos que la Biblia empieza con el Génesis, enseñándonos Alquimia Sexual. 32Recordemos que el primer milagro que Cristo hizo, lo realizó en las bodas nupciales de Canaan 33El Maestro transmutó el pan en vino. 34Así también nosotros debemos transmutar las aguas de nuestro Caos sexual, en el vino de luz del Alquimista. 35La primera enseñanza que Cristo nos dio fue Alquimia Sexual. 36Si echamos una ojeada en todo lo creado, veremos que todos los seres han sido engendrados sexualmente. 37Nosotros mismos fuimos engendrados por un Hombre y una Mujer. 38Así pues, si queremos ser Maestros, debemos engendrar al Maestro, porque todo lo que existe en el Universo ha sido engendrado. 39El Mercurio Masculino es activo, seco y cálido, mientras el Mercurio Femenino es húmedo y pasivo como la Luna. 40Pero con el fuego, los dos Mercurios se unen indisolublemente. 41Por medio de la unión sexual se verifica la unión de los dos Mercurios. 42-Ese es el secreto para reducir los dos metales a su materia prima. 43Cuando los dos metales se unen inseparablemente, tienen el aspecto de un polvo blanco, y engendran Soles y Mundos en el infinito. 44Fecundando el CAOS, surge la vida interna en todo su esplendor. 45Con una onza de este polvo de proyección, haremos soles a millones y transmutaremos en Luna toda clase de metal salido de una misma mina. 46Los polvos de proyección son los Elixires Blanco y Rojo. 47El Mercurio Masculino es el Elixir Rojo, y el Mercurio Femenino es el Elixir Blanco. 48El Elixir Blanco blanquea los metales, dándoles una blancura inmaculada. 49El Elixir Rojo transforma el plomo en oro, y vuelve amarillas todas las cosas. 50Las alas de Mercurio nos elevan al mundo de los Dioses. 51Mercurio es el mensajero de los Dioses inefables. 52El Mercurio de la filosofía secreta, nos convierte en el Rey coronado con la diadema roja. 53El ligamen de la Cruz con el triángulo se realiza con el mercurio de la filosofía secreta. 54Las alas de Mercurio nos convierten en Dioses Omnipotentes del Universo.
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