Entrevista a Gabriel Jiménez Emán

 

ANA ANKA

Entrevista a Gabriel Jiménez Emán, Premio Nacional de Literatura 2019 Venezuela
Fondo Editorial Vuelta y Vuelta.  Colectivo Editorial TinteMoriche. Fundación Cultural Neoana para la integración de las Artes


Poeta, narrador, ensayista, traductor, investigador, antologista,  compilador y director de la Revista Latinoamericana Imagen; nace en Caracas el 21 de Junio de 1950 y actualmente reside en Coro ( Estado Falcón).

Mantiene una fructífera producción literaria en diversos géneros literarios.  Se inicia a los veintitrés años con la publicación del libro de microrrelatos ‘’ Los dientes de Raquel’’ del año 1973, y con  más cuentos breves como: ‘’ Los 1001 cuentos de 1 línea (1980), ‘’Saltos sobre la soga’’(1975), ‘’Relatos de otro mundo’’ (1988), ‘’Tramas imaginarias (1990), ‘’Biografías grotescas’’ (1997), ‘’La gran jaqueca y otros cuentos crueles’’ (2002), ‘’El hombre de los pies perdidos’’(2005), y ótros y en Narrativa les mostramos algunas:’’La isla del ótro’’ (1979), ´’’Mercurial’’(1994), ‘’Averno’’(2007), ‘’Hombre mirando al sur. Tributo al jazz (2014); Ensayos: Diálogos con la página’’ (1984), ‘’Provincias de la palabra’’ (1995) y en Poesía: ‘’Narración del doble’’(1978), ‘’Materias de sombra´´ ( Premio de Poesía de Monte Ávila, 1983), Baladas profanas (1993), Historias de Nairamá ( 2007),  Balada del bohemio místico.  Obra poética 1973-2006 ( Monte Ávila Editores, Caracas, 2010.

En esta entrevista les mostramos a un  ser humano tierno y sensible en sus diferentes  formas de abordar la poesía, sus reflexiones, percepciones en torno a la vida y la muerte, del proceso creativo, del humor en su obra, de sus sueños, el covid, narcisismo, egos; en  unas breves  rendijas nos acercamos y de alguna forma tratamos de  asirnos al asombro del poeta lúcido con amor.


  • Ana Anka: Felicitaciones Poeta por su merecido Premio Nacional y reconocimiento a su larga trayectoria literaria y Ud se lo esperaba y que piensa en torno a los premios y por qué dice que son al azar?

Gabriel Jiménez: –No he dicho que los premios literarios sean al azar, sino que un premio casi siempre es un azar para un escritor, una casualidad afortunada que le toca a uno en determinado momento.

  • A.A.: Podrías contarnos cómo ha sido el proceso creativo en las diferentes etapas de tu vida y específicamente en la madurez cómo te sientes?
  1. G.J: –En la juventud y la adolescencia todo es una efervescencia, un fuego en estado puro, algo maravilloso descubrir la literatura, un mundo otro, un mundo mágico que se oculta (y a la vez se abre) en las paginas de los libros, y uno aspira a que ese fuego siga así toda la vida, porque la literatura encierra como un ideal, algo en lo cual la vida se realiza y a la vez se perpetúa, uno desea que eso dure siempre, que cambie con la vida y a la vez permanezca, pues con cada escritor que nos apasiona el fuego va creciendo y va tomando formas distintas, pero uno tiene que seguir ahí, porque la madurez en literatura es muy relativa, pues uno siente que hay nuevas cosas por descubrir y mientras las esté descubriendo uno percibe una sensación de infinitud.
  • A.A: Cómo equilibra la pulsiones de Eros y Thanos, el ánima y animus en su creación literaria?      Ha sido ‘secuestrado’ por estados de arrobamientos o extáticos?

G.J:–El impulso destructivo y el impulso creativo siempre han sido constantes en el ser humano, ahi está una fuerza generadora pero que también se compone de una pulsión negativa, de una carencia o de una culpa original, pero que a la vez se regenera y nos permite continuar, es algo inexplicable que tiene sus raíces en el origen de las especies tal vez, es algo que a veces escapa de la explicación racional. Las obras literarias tampoco pueden escapar a ello, pues ellas traducen la vida, esencialmente.

  • A.A.: Usted piensa que la idea de la muerte o suicidio  nos ayuda a valorar más la vida?

G.J:–Muerte es una cosa y suicidio es otra. La muerte forma parte de la vida, es inseparable de ella; en cambio el suicidio es una cuestion filosófica, o quizas el mas importante de los problemas filosóficos, como bien expuso Albert Camus. Unamuno decía que después de tanta lucha por vivir para terminar muriendo era una idea terrible. En este sentido, la vida puede parecernos absurda, sin sentido. Todos estamos aquí de paso, pero habría que esforzarnos mas en colectivo para que no parezca tan absurda. Recuerda aquel poema de César Vallejo, “Masa”, donde un hombre que ha muerto resucitaba porque todos los hombres de la tierra se acercan a su cadáver y este se levanta porque ellos se lo piden, es una idea maravillosa, conmovedora.

  • A.A: Cómo se podría desmitificar la muerte de nuestras conciencias binarias?

G.J:–La conciencia es otra cosa. La conciencia es el fundamento del filosofar, la conciencia nos permite la lucidez y mediante esa lucidez podemos construir cosas, mundos, teorías, principios, leyes, medir, razonar, pensar. Y construir ciudades, artefactos, aparatos, objetos para prodigarnos bienestar, comodidad. Sin la conciencia somos menos que animales. Mi opinión es que la muerte no se puede desmiticar nunca porque, como le dije, forma parte sustantiva de la vida, que también es a su vez un gran mito, pues si no somos mito no somos nada tampoco.

  • A.A: Son necesarios y fundamentales nuestros padres y madres literarios y qué piensas con el corte psicológico y parricidio simbólico?

G.J:–Bueno, siempre hay padres y madres en la literatura, eso es inevitable. En mi caso, mi padre biológico también fue un padre literario, Elisio Jiménez Sierra, que me estimuló mucho, pues mi casa estaba llena de libros y él vivía una intensa vida como poeta; y están también los mentores, los guías, los maestros, aquellos que uno imita en la manera de vivir y de los cuales también en algún momento uno desea diferenciarse, y eso cuesta mucho, creemelo, ese es un proceso muy difícil porque uno los tiene siempre como modelos literarios y humanos a la vez, y en mi caso son muchos: Garmendia, Sanchez Peláez, Palomares, Gerbasi, Valera Mora, Baica Davalos, Ludovico Silva, y también otros que uno no conocía personalmente pero admiraba como Garcia Marquez, Cortazar, Vallejo, Neruda. Entonces uno los admira por todo lo que pueden expresar como escritores, pero también los admira por su humanidad, por su rectitud moral o su simpatía, por su capacidad de conectarse también con otras realidades que rodean al escritor, como son las realidades sociales o políticas.

  • A.A: Nuestra actitud racional cargada de prejuicios nos angustia y neurotiza con ‘yoes’, el egocentrismo y narcisismo y no comprendemos que la vida se extiende más allá de lo conocido y qué piensas de retomar las cosmovisiones ancestrales o del ‘volver a la normalidad’?

G.J:–Si, entiendo muy bien lo que dices. En la sociedad en que vivimos lo mas fácil es presentarse como triunfador, como persona exitosa, de acuerdo a los parámetros de triunfo que esta sociedad te ofrece, pero que no son mas que espejismos del ego, formas del narcisismo social que a larga ni nos sirven de mucho. Fíjate tú en este momento, de qué nos sirve tanto narcisismo cuando lo que necesitamos es solidaridad, comprensión mutua, humanidad, cuando tenemos que revisar tantas nociones vacías de éxito y triunfo, y lo que necesitamos es comprensión, amor, honestidad, sacrificio y desprendimiento para ayudarnos entre todos a construir una sociedad mejor. Por otro lado pienso que aquí no ha habido nunca ninguna normalidad ni nada que se le parezca, aquí casi todos hemos estado viviendo en una especie de enfermedad estructural mantenida en frágiles soportes ideológicos, pues carecemos de una verdadera ética y de una verdadera filosofia social, de un pensamiento vuelto praxis que nos ofrezca mejores ideales de vida, no tanto basados en el crecimiento, el progreso o la riqueza, hemos vivido inmersos dentro de un falso positivismo, dentro de un universo de ficciones ideológicas donde la economía se nos presenta siempre como la protagonista de la película, todo gira en torno de ella y entonces cuando ella falla todo falla también, y ésto se convierte como en una especie de juego absurdo que nunca conduce hacia una solución real, justamente porque carece de una filosofía, de un pensamiento profundo acerca de lo humano y su relación con la naturaleza, y ahí estoy de acuerdo contigo en que nos hace falta aprender varias lecciones de las sociedades ancestrales. Aquí lo que tenemos que volver es a la sensatez, a la equidad, a la justicia, porque aquí nunca ha habido ninguna normalidad.

  • A.A: Qué nos puedes decir si te has sentido algunas veces poseído por los designios del destino o eres el dueño de tu destino o …?  

G.J: –El destino?  Casi no pienso en eso. Que estemos predestinados para algo, que tengamos un fatum es una idea fuertemente hermosa. Creo que esa idea en el fondo es el fundamento de la idea de Dios. Que dios nos creó para algo, para cumplir una misión en este mundo o en el otro, es una idea grandiosa, monumental.

  • A.A: Poeta, puede explicarnos cuando ud respondió a una entrevista reciente de ‘expulsar sus demonios con la escritura le ha dado una lucidez en aras de una felicidad inexistente’.

G.J:–Siempre he pensado que los demonios estarán alli siempre, pero pueden ser controlados. Las religiones se inventaron para eso, para controlar a los demonios, pero la verdad no se si lo han logrado. Dentro de nosotros habita el alma animal y el alma vegetal y solemos devorar animales y vegetales para poder mantenernos, pues pertenecemos a ciclos de vida que giran y se mueven con el planeta, no te olvides de eso.

 A.A:  Que nos puedes decir a la máxima del escritor Cioran: ‘la vida solo es posible si hay olvido’.

G.J:–No me gusta esa frase de Cioran, no la veo dentro de su anti filosofía, que es más fuerte. Creo que mas bien vivimos con la esperanza de llegar a ser un recuerdo.

A.A: Parodiando al poeta Dante, será necesario pasar por los infiernos, sombras y diluirse para  escribir poesía?

G.J:–Si. La idea o la sensación de un infierno es algo sencillamente extraordinaria por la simple razón de que atravesamos a diario incontables infiernos. Nos hallamos rodeados de infiernos cotidianos, además de los infiernos interiores que son aún más fuertes. Esa obra del Dante es una puesta en escena del tránsito de la vida por el paraíso, la niñez, el amor, el sexo, la pasión, el averno, el purgatorio, el infierno, donde se casan el infierno y él paraíso, todo en un solo poema dramático que es la joya del Renacimiento europeo. Hasta ahora en Occidente no ha habido nada que supere al Renacimiento, excepto quizá el Romanticismo. Pero con el romanticismo ha habido demasiados equívocos, mientras que el Renacimiento se mantiene casi incólume en el tiempo. La Comedia del Dante es al mismo tiempo una épica, una lírica y una dramática, creo yo. Escribí una novela “Averno” donde intenté actualizar la imagen del infierno en la ciudad de Caracas, donde yo nací, a través de personajes quise dar una ia idea de un mundo futurista donde nos estaban esperando una serie de plagas inventadas por nosotros mismos, los seres humanos, que cuando nos lo proponemos podemos hacer mas daño que cualquier otra bestia infernal. Cuando sólo pensamos en poder, en dinero, en placer o en posesión nos llevamos por delante cualquier ideal social o colectivo. En lo futuro tiene que haber movimientos sociales de relevo para cambiar el estado actual de las cosas, pues vamos por un despeñadero.

A.A: Poeta cómo se te dio usar el humor en tu obra literaria y eso de ligar el humor con la ternura y qué te parece si la empleas con la compasión.

G.J:–Lo que ocurre es que el humor nos salva de tanta gravedad, de tanta seriedad. La sonrisa, la risa, la burla, la carcajada, la sátira nos elevan por momentos por encima de toda la tragedia humana, pues en verdad, como pensaban los griegos, nuestra vida se mueve entre esos dos polos, y eso es inevitable.

A.A: Por qué dices que los poetas tenemos la obligación de desnudarnos completamente a través de las palabras, sin pudor, sin miedo, con el corazón al desnudo, como Baudaliere y no se puede hacer porque te avasallan?

G.J:–Si desnudar el corazón es una.metáfora extraordinaria para ilustrar la naturaleza de la poesía enmarca medio de la hipocresía burguesa, es una bofetada a los encubrimientos perversos del capitalismo de Estado, y creo en este sentido que venimos todos de San Baudelaire, como lo bautizó nuestro gran poeta Eli Galindo.  El Dante abrió la senda, Baudelaire la siguió y Edgar a Allan Poe descubrió un nuevo tipo de belleza. Y aquí en América tenemos a Quiroga, Lugones, a Ramos Sucre, y también a Bolívar y Miranda, que son nuestros grandes héroes trágicos.

A.A: Si tuvieras que seleccionar  unos libros tuyos, cuáles serían y de algunos autores?

G.J:–Uno casi siempre es muy mal juez de sus propias obras, pues no puede ejercer la crítica a si mismo con objetividad, de modo que no me atrevo a hablar de mi propia obra. Tampoco me gusta hacer listas de libros, pues no tengo escritores favoritos ni creo en los cánones literarios. A veces me da por nombrar a algunos, pero siempre estoy leyendo algo distinto, autores que caen en mis manos por azar y me sorprenden. Ahora mismo estoy releyendo “Tiempo de callar” de Hernando Track y descubriendo un poeta de aquí de Falcón, León Bienvenido Weffer. Y redescubriendo a mi amigo el poeta Eli Galindo. Son tres inmensos escritores que muy pocos conocen.

A.A: Poeta Gabriel con el asombro una se queda lela o lelo y el trance a las palabras  a la poesía, ud cómo las logra alcanzar, siendo las palabras un acto racional, menos intuitivo?

G.J.–Si, es un proceso misterioso y uno no sabe muy bien cómo opera. He dicho que más bien el poema nos piensa, más que nosotros a el.

A.A: Crees que el covid amaina las tormentas del odio en la República Bolivariana de Venezuela o  más bien las atiza y cómo se siente en el campo cultural y literario con ideologías polarizadas con escritores autoexiliados en el país, fuera de sus fronteras?

G.J:–El covid 19 es un virus inducido que forma parte de una estrategia del capitalismo de estado para crear un nuevo orden mundial. Esas muertes están previstas, forman parte de una guerra; lo que ocurre es que el virus se les fue de las manos en muchos aspectos. Ya no tardan en aparecer con la vacuna para crear los nuevos protagonistas ideologicos del asunto; pero todo esto es algo armado previamente por mentes siniestras. Por supuesto, esto exacerba el miedo y acentúa las diferencias entre los seres humanos y los pueblos, fomenta el racismo y el odio, que es lo que está ocurriendo. En esta situación cualquier cosa puede producirse: éxodos, diásporas, exilios de distinta naturaleza, pero las situaciones en casi todas partes son muy semejantes, pues tienes muchas limitaciones para moverte, para actuar y para opinar.:- La verdad es que este asunto del “exilio” siempre me ha perturbado. Cada quien tiene derecho a irse de su país ya por motivos políticos o personales, buscar la vida en otra parte, a nadie tiene por qué gustarle a juro el país donde nace; de hecho hay personas que viven a voluntad en otro país porque no le gusta estar en su país de origen; a nadie se le puede meter la patria a juro en la cabeza, que ame a la patria, que luche, que se sacrifique por la patria,  justo cuando muchos gobiernos lo que hacen es demagogia con la patria. Ahora otra cosa es irse del país porque sufres persecución política, cuando te persiguen por disentir, por pensar diferente o porque te expresas de manera pública acerca de esa disensión, y entonces te ves en la obligación de irte porque si no te linchan, te matan. Eso les ha pasado a muchas personas, políticos, escritores, artistas, y yo creo que todo el mundo tiene ese derecho. Ahora también hay el caso de muchos que se sienten victimas universales de los gobiernos y hacen de eso una profesión, como lo han hecho tantos cubanos que emigraron de Cuba cuando la revolución y han vivido en Miami de eso como una profesión, es algo desagradable, cuando se dedican a vivir como triunfadores en otras ciudades denigrando de sus países, como ocurre con Vargas Llosa, que no para de denigrar de casi toda América Latina y a decir cosas maravillosas de España y Europa porque a él le ha ido bien allá.

A.A: Qué es para Usted un escritor  o escritora disidente y cree que para que el escritor sea independiente en su obra debería estar en la periferia de la cultura  y  cómo haría para zafarse del pensar binario, cuando no somos nada y tenemos nada, siendo la vida un regalo.

G.J:–Los escritores casi que tenemos el deber moral de ser disidentes, de rebelarnos ante el estado de las cosas en el plano político y social, pues lo que presenciamos a diario son injusticias, abusos, falta de conciencia, inoperancia, maltratos .a los colectivos que se rebelan. Por lo menos, eso es lo que se ve en la mayoría de nuestros países de América Latina y en África y en Palestina. Apenas se produce un avance distinto del capitalismo salvaje, entonces llegan y quieren acabar con cualquier otra iniciativa comunitaria, porque todo debe estar controlado por los bancos, la industria de la guerra, el consumismo desaforado, el supremacismo, el presidencialismo delirante. Se ha dicho ya lo suficiente: la historia se ha escrito desde los centros de poder hacia la periferia, cuando ahora se debería escribir desde la periferia hacia el centro.

A.A: Usted cree que la vida tiene sentido como nos decía Víctor Frankl o la vida no tiene ningún sentido (Cioran) o la vida es el proceso o preparatorio para morir (pensar del Budismo), sin el drama, angustia de la mente occidental.

G.J:–Lo del sinsentido o sentido de la vida es un sentimiento natural en el ser humano, todos y cada uno de nosotros nos hemos preguntado de dónde venimos y hacia donde vamos y por qué estamos aquí, que es en el fondo la razón para existir, o si no tiene nada que ver la razón en este problema. Porque no todo tenemos que explicárnoslo a través de la razón. Y entonces surge el concepto de absurdo, que remite justamente a esta idea, como bien la expuso Albert Camus en El mito de Sísifo, donde expone cómo hay que luchar toda la vida y cumplir una especie de castigo para vivir, llevando una pesada roca, una pesada carga hasta la cima de una montaña para luego dejarla caer a un abismo. Cioran ha hablaba de esto en su filosofar escéptico, pero me parece que Camus ha ahondado mejor en este asunto que Cioran.

A.A: De qué maneras crees que el covid  en una especie de homogenizador , globalizador  influya  en la conciencia individual, colectiva y cósmica del ser humano y más en los artistas, poetas y habrá  alguna nueva toma de conciencia o seguiremos en el eterno samsara.

G.J:–El covid ha generado un problema sanitario de proporciones impredecibles. Entonces tiene que generar porque sí una reflexión cósmica, como tu dices, una nueva toma de conciencia que no sea sólo un asunto de ponerse una vacuna y seguir la normalidad como si nada, o trabajar para hacer “rentable” el trabajo, para hacer negocios permanentes con el esfuerzo humano. Este problema de un virus amenazador se había previsto desde comienzos del siglo XXI incluso por el propio Bill Gates y por filósofos como Edgar  Morin, pero no hicieron caso de sus advertencias, sencillamente porque a los filósofos no los toman en cuenta para este tipo de cuestiones. Siempre llaman a los banqueros, a los economistas y a los políticos, pero casi nunca acuden a las universidades y a los centros de investigación independientes de los gobiernos, porque entonces los gobiernos se creen ellos mismos la encarnación del Estado, cuando son cosas muy distintas. El Estado se apodera de la capacidad de gobernanza y formatea a los gobiernos a su capricho, como su fuera un ente vivo.

A.A: Qué rescatarías de la razón científica, tecnológica y si pudieras realizar algunos cambios en que sería y otras miradas para refundarnos.

G.J:–La filosofía occidental moderna está montada sobre la razón, principalmente. Y la filosofía clásica sobre los mitos y la historia. Las artes y las letras de la Edad Media surgieron apegadas a las imágenes sacras del cristianismo, y luego en el Renacimiento se retomó el papel del individuo como hacedor de arte, cuyo mejor ejemplo es Leonardo da Vinci. Pero una vez que la filosofía moderna había tomado su mejor empuje con pensadores como Descartes, Kant, Hegel, Leibniz, Spinoza, Pascal y luego con Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzche y con los empíricos ingleses como Hume, Locke, Hobbes, y después con los positivistas franceses como Comte y Rousseau, la filosofía moderna cayó en manos de los liberales, que le hicieron un gran daño, pues la pusieron a depender de las distintas modalidades del capitalismo de estado; esa confianza casi ciega en la razón y en la ciencia fue manipulada hacía un progresismo desmesurado que arrasó con todo, pues está basado en la concentración de dinero y capitales que dio origen a un neoliberalismo aún más fuerte, pues tiene aun más poder y está concentrado en muy pocas manos, en unas cuantas familias pudientes que juegan con el mundo como si fuese un juego de monopolio. Te acuerdas de aquel juego verdad? -La razón científica de por si no tiene nada de malo, los descubrimientos de la ciencia son extraordinarios, pero deberían ser conducidos por un humanismo nuevo, ecológico, que respete el equilibrio ambiental y proteja las especies vivientes. De seguir como vamos, el nuevo paso será el recalentamiento global, la destrucción de la atmósfera y la polución de los mares, lagos y ríos. Nosotros, los profetas del desastre que somos los escritores de ciencia ficcion se los venimos diciendo desde hace sesenta años y no nos hacen caso, creen que se trata de un cuento para propiciar best sellers; pero no, se trata de un asunto bien serio, dramático diría yo.

La razón científica es lo que ha predominado en occidente en los últimos años, desgraciadamente esta razón cayó en manos de los tecnócratas y los centros importantes de investigación científica, que se han plegado a las necesidades del “mercado”. En los siglos dieciséis y diecisiete filósofos como Leibniz y Pascal venían de la ciencia pero sus contribuciones se hicieron sentir en el campo del pensamiento, y eso fue importante, pero ahora sólo tenemos a filósofos puros y científicos puros que no se comunican pues el conocimiento se le ha departamentalizado, se le ha fragmentado justamente para poder manejar mejor la ciencia en provecho de la economía, creyendo que la economía por si sola soluciona los problemas del mundo. Entonces usted tiene a grandes corporaciones manejando el conociendo científico y lo aplica por ejemplo a las comunicaciones y produce estas maravillas que llamamos televisor, computador personal o teléfono digital; pero también tenemos misiles programados y tenemos drones para asesinar personas y hemos tenido bombas atómicas y pandemias y guerras comunicacionales y uno se pregunta en donde está el progreso en todo esto y no lo hay, porque se ha dinamitado la espiritualidad raigal de los pueblos, se han irrespetado sus mitos para hacerlos dependientes sólo de la necesidad material, de la comida, de la vivienda o del automóvil…

A.A: PodrÍamos decir que en la República Bolivariana de Venezuela se desarrollo una cultura de la resistencia en todos los órdenes  y qué observas en el ámbito literario?

G.J:–Sí, aquí en Venezuela  hemos resistido en los últimos años todos los embates del capitalismo mas feroz que es el de los Estados Unidos, y estuvimos nadando en una bonanza económica artificial por un montón de tiempo bebimos whisky todo el año, vinos franceses, jamones españoles y todo eso lo consumíamos mas que en sus países de origen, y luego poco a poco fuimos reduciendo nuestro consumismo derivado de nuestro petróleo hasta que reventamos de placer y mira tú ahora: no tenemos gasolina ni gas y la comida está por las nubes, porque nos hicimos dependientes del petróleo y de minerales y no cultivamos una economía verde, una cultura del agua, que debió imponerse, creo, yo, sobre la cultura del petróleo.

G.J:–En el ámbito literario observo que la gente ha tomado mas conciencia y hay lectores en todas partes. Es mentira que la literatura se haya acabado y que la gente no lea  o no le interesen los libros. Lo que ocurre es que hay nuevas formas de leer y nuevas formas y soportes para acercarse a los mensajes verbales, a los mensajes de la literatura que son emitidos por los medios digitales y electrónicos, tienen otros soportes pero eso no significa que el libro o la poesía o la novela vayan a desaparecer…

A.A: Qué piensas del mundo onírico y sueñas con mucha frecuencia  y algunos son recurrentes y nos podrías compartir?

G.J:–Sí, el mundo de los sueños es un mundo tan importante como el mundo de la vigilia, creo yo. Si no soñáramos nos hubiésemos vuelto locos todos los seres humanos, si no contáramos con ese escape de vivir una vida nocturna con la ayuda del sistema parasimpático que acaece en el interior de nuestra cabeza, de nuestros nervios. Yo personalmente sueño mucho, tengo unos sueños vívidos que muchas veces son más importantes que las situaciones que vivo en la vigilia, y me he inspirado en ellos para construir buena parte de mi literatura. Tengo sueños pesadillesco complejos, cuasi pesadillas y sueños benignos también, sueño que vuelo, que soy un pájaro… pero también que estoy atascado en un terminal con unas maletas  y no puedo continuar mi viaje y no sé lo que esto significa, pero algo importante debe ser. También sueño que estoy en mi casa de San Felipe en situaciones distintas y la casa toma  una forma nueva en cada sueño, es algo maravilloso… también sueño con mi infancia en Caraballeda, en ese pueblo del litoral donde fui tan feliz, creo que fue la época mas feliz de mi vida, sueño que estoy en las misas de aguinaldo y voy  montado sobre mis patines o dándome chapuzones en el mar caribe o en el rio San Julián, qué felicidad…

A.A: Por los años 60 el poeta costarricense Jorge D Bravo nos decía: Del porvenir abrazado en la Humanidad  y ótras utopías devenidas del Mayo Francés y de Tlatelolco como ótras y usted que  piensa de la función de las utopías y en especial en Latinoamérica.

G.J:–Las utopías son muy buenas porque nos permiten soñar con países mejores, con mundos mas armónicos, pero hay que tener cuidado con las utopías porque se vuelven estáticas cuando se piensa que son mundos perfectamente diseñados donde la felicidad es completa  y total, y eso no es posible. Esa idea surgió en la mente de Sir Thomas More cuando él quiso hacer una sátira a la sociedad inglesa de su tiempo y diseñó esa “tierra en ninguna parte” para burlarse de la incapacidad del gobierno, –un gobierno que lo decapitó porque disintió de él y luego lo canonizó dos siglos después– pero la idea fue tan buena que fue retomada por los utopistas del Renacimiento  como Campanella con su Ciudad del Sol y muchos otros como Ernest Junger con Heliópolis y en el siglo veinte siguieron hasta degenerar en las utopías negativas o distopías como las de George Orwell en 1984; entonces las utopías dieron un vuelco en el capitalismo y el totalitarismo comunista de los soviéticos, en el estado burocrático perfecto que tampoco existe ni existirá. Pero también se pensó que América era una especie de Utopía donde podían realizarse los sueños que no habían podido realizarse en Europa y eso también resultó una idea falsa, pues le aplicaron los mismos modelos de “desarrollo”, “progreso” y otras idioteces y ya usted ve lo que pasó, que convirtieron a América Latina en un espacio de diversión y prostitución, de droga,  de explotación de recursos, de petróleo, de oro, de litio, de minerales, de agua… que van a dar a manos ajenas; usted ve por ejemplo como en Venezuela usan el agua de nuestro subsuelo para convertirla en Pepsi Cola y otros jugos artificiales y eso da lástima… la verdad nuestras utopías están invertidas desde hace tiempo… pero hay que volverlas a poner en su sitio para arrancar desde cero… seria mejor, creo yo.

El logos ha sido el objetivo principal de la filosofía moderna, el conocimiento mediante la razón cartesiana, hegeliana, historicista, positivista… Pero la poesía no busca eso, la poesía busca la errancia y la aventura porque ya es la poseedora de un logos distinto y no busca¡ no necesita buscar conocimiento, porque la poesía no significa nada sino que expresa algo que ya conoce, el asunto de la poesía y del arte en general es que no necesitan andar en la búsqueda de nada sino simplemente expresar la belleza o la aventura del ser en el mundo y con eso basta,  nosotros los creadores vamos a contracorriente del logos filosófico racional porque precisamente el logos poético es una utopía, un lugar donde se van a realizar los sueños sin que haya necesidad de buscarlos como un problema a resolver. Entonces tendríamos que crear otro logos, otra manera de comprender. Simón Rodríguez tenía otro logos; las sociedades raigales y tribales tenían otro logos, otra forma de comprender, pues son sociedades premodernas, son sociedades que arrancan de sus mitos y cosmogonías, de sus símbolos y no necesitan andar quebrándose la cabeza con aparatos y vainas superfluas. Por ejemplo el automóvil es visto como símbolo de progreso, cuando precisamente es un símbolo de muerte, de accidentes, de colisiones permanentes que causan mucho dolor a la humanidad.

A.A: Poeta usted que piensa del proceso de lectura del codificar palabras, del lenguaje oral  y eso que la vida se vive en los libros y se haya  endiosado al logos y muchas veces se infravalora a otros formas de lecturas  y se aprecia al escritor por la  cantidad de libros publicados o incluso la vida del autor está separada de su obra literaria.

G.J:–Lo primero es el habla, luego viene la escritura que codifica el hacer y el decir del habla, los organiza mejor y por eso se convirtió en una autoridad de conocimiento y fuente  de placer, pero yo no opondría una cosa a la otra, el libro es el soporte de la palabra pensada, y contiene los principales aportes que ha hecho la humanidad en todos los órdenes, si usted saca los libros de la cultura nos quedamos con el alma cercenada, nos quedaríamos sin reflexiones serias, sin meditaciones, si usamos sólo el  habla se disiparían nuestros sueños en el aire, creo yo…pero  la palabra escrita va buscando otros soportes, otros mecanismos de cercanía con los lectores,  que son lo mas importante.. .

A.A: Estimado poeta podría darnos una semblanza y autopercepción de usted  en estos momentos.   

G.J:–Dios mío, eso no puedo hacerlo, la verdad es que no sé quien soy, conozco mi nombre y mi apellido, mi residencia,  mi nacionalidad, mi familia y mis amigos, mis adversarios… pero la semblanza que tengo de mi mismo es muy deficiente, cada vez que me veo al espejo tengo una sensación diferente de mi mismo…


GRACIAS POR SU FORTALEZA Y PACIENCIA