Pedro Sevylla de Juana

Uma longa noite no Sertão

¿Qué hacía

farto do lirismo comedido

Bandeira, en el Sertão?

 

Me pregunto, ¿qué hacía aquella noche,

farto do lirismo bem comportado,

do lirismo funcionário público,

deseando ser un poeta salvaje

pez de aguas profundas

fiera en las interioridades selváticas?;

¿qué hacía esa noche en el Sertão,

sonrisa insatisfecha

en falsa actitud latifundista?

 

Soñaba yo el sueño de siempre:

la humanidad satisfecha de sus cosas,

los acaparadores devolviendo lo común;

el sueño era mío y Bandeira lo habitaba:

Abaixo os puristas!

Abaixo o lirismo namorador!

Abaixo o lirismo que capitula!

 

Siento aún el eco de sus palabras

en el pabellón de mi oído

 izquierdo

-el derecho oye distorsionado-

y me sumo a su protesta, calle arriba,

cenáculo literario abajo:

-Não quero mais saber do lirismo

que não é libertação.

 

Un sueño de libertad y de justicia

distributiva,

el sueño de los representantes

servidores de los representados,

era mi sueño aquella noche en el Sertão.

Discutíamos Ester Abreu y yo

sobre algunos aspectos confusos

de Don Juan, bajando

a los infiernos para surgir de nuevo:

femenino, triunfante,

celestial.

 

Se desarrollaba el sueño

en un Sertão imaginario

que era la suma

de los Sertões de Jô Drumond:

arideces existenciales, aleph,

horizonte detrás del horizonte,

utopía.

 

Y si sucediera: pensé un instante: que Pasárgada

ocupara un extremo imaginario del Sertão?,

el correspondiente a la Utopía, exempli gratia;

o el exoplaneta Gliese 581 g

donde la felicidad forma las ramas y las hojas de los arboles,

siendo el aire maná alimenticio;

y Manuel llegara allí

num momento de fundo desânimo,

desde la casa da Rua do Curvelo

en el fondo del ánfora de su tristeza triste:

Não sei dançar,

Meu verso é sangue,

Cai, gota a gota do coração...

 

Grita, ríe, vive!: exclamé: Manuel Bandeira;

me alegra que coincidamos en la función liberadora

detersoria

de la poesía.

 

Acomódate en mi sueño sertanejo:

invité:

não a Veneza americana

não o Recife dos Mascates,

en este Sertão de Sertões,

vozes do árido, semiárido e veredas,

imaginando con Ester y conmigo

el triunfo último de don Juan

convertido

en hembra feminista.

 

Vou-me embora para Pasárgada, dijo,

manos en los bolsillos,

mirada displicente:

Lá sou amigo do Rey

Lá tenho a mulher que eu quero.

Y le vi marchar a lo lejos, sueño adelante,

invitado por Baudelaire,

cuando el sueño despertaba en mí

y el computador se había apagado. 

PSdeJ El Escorial 15/09/2013

 

 

Evocación de Recife

Poema de Manuel Bandeira
Traducción de Pedro Sevylla de Juana

Recife

ni la Venecia americana

ni la Mauritsstad de los armadores de las Indias Occidentales

ni el Recife de los Mascates

ni siquiera el Recife que aprendí a amar después

Recife de las revoluciones libertarias

aunque sí el Recife sin historia ni literatura

Recife sin añadidos

Recife de mi infancia

 

La calle de la Unión donde yo jugaba al chicote quemado

[y rompía los cristales de la casa de doña Anida Viegas

Totônio Rodrigues era muy viejo y sostenía

[los quevedos en la punta de la nariz

tras la cena las familias conquistaban la calzada

[con sillas hablillas galanteos risotadas

la gente se entretenía en medio de la calle

los niños gritaban:

Conejo sal!

No sale!

Lejos las voces blandas de las niñas mezclaban sus tonos:

Rosal dame una rosa

clavel dame un capullo

(De esas rosas mucha rosa

habrá muerto sin abrir...)

De repente

en la profundidad de la noche

                        una campana

Una persona mayor exclamaba:

Fuego en San Antonio!

otra disentía: Son José!

Totônio Rodrigues intuía siempre que era San José.

Los hombres calándose el sombrero salían fumando

y yo rabiaba porque siendo niño no podía ir a ver el fuego.

 

Calle de la Unión...

Qué bellos eran los nombres de las calles de mi infancia

Calle del Sol

(Temo que hoy se llame del Dr. Fulano de Tal)

Detrás de casa quedaba la Calle de la Añoranza...

...donde se fumaba a escondidas

del otro lado estaba el embarcadero de la Calle de la Aurora...

...donde era furtiva la pesca

Capiberibe

— Capiberibe

Allá lejos el paraje rústico de Caxangá

aseos de caña

 

Un día vi a una muchacha corita en el baño

quedé parado con el corazón palpitante

ella rió

fue mi primera iluminación

 

Riada! Las riadas! Barro buey muerto árboles devastación remolino anegando

y en los pilares del puente del ferrocarril los cholos valientes en balsas de plátanos

 

Novenas

Caballadas

y yo me incliné sobre el cuello de la niña y ella comenzó a acariciar mi cabello

Capiberibe

— Capiberibe

 

Calle de la Unión donde todas las tardes pasaba la negra de las bananas

con su chal vistoso de paño de la Costa

y el vendedor de entrenudos de caña

o de cacahuetes

que se llamaba midubim y más que tostado estaba cocido

me acuerdo de todos sus pregones:

Huevos frescos y baratos

diez huevos por una pataca

sucedió hace mucho tiempo...

La vida no se me acercaba por los periódicos ni por los libros

venía en la boca del pueblo en la lengua errada del pueblo

lengua correcta del pueblo

porque él dice sabroso el portugués de Brasil

mientras que nosotros

lo que hacemos

es remedar

la sintaxis lusitana

La vida con una porción de cosas que yo no entendía bien

tierras que desconocía donde estaban

Recife...

calle de la Unión...

la casa de mi abuelo...

nunca pensé que desapareciera!

todo allá parecía rociado de eternidad

 

Recife...

 

Mi abuelo muerto.

Recife muerto, Recife bueno, Recife brasileño como la casa de mi abuelo. 

PSdeJ

 

 

Me voy en buena hora a Pasárgada

Poema de Manuel Bandeira
Traducción de Pedro Sevylla de Juana

Me voy en buena hora a Pasárgada

Allí soy amigo del rey

Allí tengo la mujer que busco

En el lecho que prefiera

Me voy en buena hora a Pasárgada

 

Me voy en buena hora a Pasárgada

Aquí no soy dichoso

Allí la vida es una aventura

De modo tan divergente

Que Juana la Loca de España

Reina y falsa demente

Viene a ser casi pariente

De la nuera que no tuve

 

Y como haré gimnasia

Andaré en bicicleta

Montaré un asno rudo

Treparé la cucaña

¡Tomaré baños de mar!

Y cuando esté cansado

Echado en la orilla del río

Mando llamar a la Mãe-d´água

Para escucharle las historias

Que en mi época de niño

Rosa venía a contarme

Me voy en buena hora a Pasárgada

 

Pasárgada tiene todo

Es otra cultura

Cuenta con un método seguro

Para impedir la gestación

Posee teléfono automático

Hay cuantos estimulantes se desee

Tiene prostitutas bonitas

Para seducir a la gente

 

Y cuando yo esté más triste

Pero triste de quedarme sin aliento

Cuando de noche me den

Ganas de suicidarme

– Allá soy amigo del rey –

Tendré la mujer deseada

En la cama que prefiera

Me voy en buena hora a Pasárgada 

PSdeJ

 

 

Elogio de la Ciudad de Río de Janeiro

Poema de Manuel Bandeira
Traducción de Pedro Sevylla de Juana

Alabo al Padre, alabo al Hijo

y alabo al Espíritu Santo.

Loado sea Dios, ensalzo al santo

de quien este Rio es hijo.

 

Alabo al santo patrón

 - valeroso San Sebastián -

que un día de enero

le dio santo socorro.

 

Elogio a la Ciudad nacida

en la colina Cara de Perro.

Poco después trasladada

al Castillo, y desde  entonces

descendiendo las faldas del otero,

creciendo en los alrededores,

subiendo a cerros mayores

 Gran Río de Janeiro!

 

Río de Janeiro, ahora

de cuatrocientos años...

¡Oh Rio de mis primeros

sueños! (La hora postrera

de mi vida ojalá

 llegue bajo tus cielos serenos,

porque así sentiré menos

abandonar este lugar.)

 

 Ciudad de sol y bruma,

si no eres ya la capital

de esta nación, no importa:

 jamás capital alguna,

 Río, empañará tu esplendor,

 igualará tu encanto.

alabo al Padre, alabo al Hijo

 y alabo al Espíritu Santo. 

PSdeJ

 

 

La Estrella de la Mañana

            Poema de Manuel Bandeira
           
Traducción de Pedro Sevylla de Juana

Amo la estrella de la mañana

¿dónde está la estrella de la mañana?

mis amigos mis enemigos

busquen la estrella de la mañana

 

Al desaparecer iba desnuda

¿con quién desapareció?

buscad por todas partes

 

expliquen que soy un hombre sin orgullo

un hombre que lo acepta todo

¿qué me importa? Deseo la estrella de la mañana

 

tres días y tres noches

fui asesino y suicida

ladrón, sinvergüenza, tramposo

 

virgem casi asexuada

torturadora de los afligidos

jirafa de dos cabezas

por todos pequé pequé con todos

 

pequé con los pícaros

pequé con los sargentos

quebranté la norma con los fusileros navales

violé las reglas de todas las maneras posibles

 

con los griegos y con los troyanos

con el cura y con el sacristán

con el leproso de Pouso Alto

 

conmigo mismo al final

 

te esperaré con atracciones novenarios caballadas

comeré tierra y diré cosas de una ternura tan simple

que desfallecerás

busquen por todas partes

pura o mancillada hasta la última bajeza

ansío la estrella de la mañana

 

PSdeJ El Escorial a 7deOctubre 2013

Pedro Sevylla de Juana.

 

Pedro Sevylla de Juana nasceu em plena agricultura, lá onde se juntam La Tierra de Campos e El Cerrato, Valdepero, província de Palencia, em Espanha; e a economia dos recursos à espera de tempos piores ajustou o seu comportamento. Com a intenção de entender os mistérios da existência, aprendeu a ler aos três anos. Aos nove iniciou seus estudos no internado do Colégio La Salle de Palencia. Para explicar as suas razões, aos doze se iniciou na escrita. Cumpriu já os sessenta e oito, e transita a etapa de maior liberdade e ousadia; obrigam-lhe muito poucas responsabilidades e sujeita temores e esperanças. Viveu em Palencia, Valladolid, Barcelona e Madrid; passando temporadas em Genebra, Estoril, Tânger, Paris e Amsterdã. Publicitário, conferencista, tradutor, articulista, poeta, ensaísta, crítico e narrador; publicou vinte e três livros e colabora com diversas revistas da Europa e América, tanto em língua espanhola como portuguesa. Trabalhos seus integram seis antologias internacionais. Reside em El Escorial, dedicado por inteiro às suas paixões mais arraigadas: viver, ler e escrever. www.sevylla.com