Poemas de Jacques Prévert
Selección, traducción y nota de Rodolfo Alonso

NADA QUE TEMER

No teman nada

Gentes honestas y ejemplares

No hay peligro

Sus muertos están bien muertos

Sus muertos están bien guardados

No hay nada que temer

No se los pueden sacar

No pueden salvarse

Hay guardianes en los cementerios

Y también

Alrededor de las tumbas

Como alrededor de las camas-jaulas

Donde duermen los chicos de poca edad

Y es una precaución sabia

En su último sueño

Uno nunca sabe

El muerto podría soñar todavía

Soñar que está vivo

Soñar que no está muerto

Y sacudiendo sus sábanas de piedra

Liberarse

E inclinarse

Y caer de la tumba

Como un niño de la cama

Horror y catacumbas

Recaer en la vida

Imagínense eso

Todo otra vez en cuestión

El afecto y la desolación

Y la sucesión

Tranquilícense buenas gentes

Honestas y ejemplares

Sus muertos no volverán

A divertirse sobre la tierra

Las lágrimas han sido vertidas de una vez por todas

Y ya no habrá

No habrá que volver nunca más sobre eso

Y nada en el cementerio

Será saqueado

Los potes de crisantemos seguirán en su sitio

Y ustedes podrán holgazanear con toda tranquilidad

Con la regadera en la mano frente al mausoleo

En los dulces trabajos campestres del eterno dolor.