OSCAR PORTELA
Ondskan
Director - Mikael Håfström
Intérpretes - Andreas Wilson, Henrik Lundström, Gustaf Skarsgård, Jesper Salén
Guión - Hans Gunnarsson y Mikael Håfström, basado en la novela de Jan Guillou
Música - Francis Shaw
 
Estrenada en España en el 2005, "Ondnskan" es un film del 2003. Todo aquel que escriba sobre esta película lo hará en forma torcida o esperando un fácil divertimento o un producto acorde con ciertas estéticas predominantes en la actualidad: el subtitulo en inglés “Evils” es ya una simplificación que vacía de contenido la forma semiótica de interpretar el archi-texto de éste film ejemplar.

Cuando Martín Heidegger se hizo cargo del rectorado de Friburgo de Brisgovia en el año 1933, lo hizo intentando que la Universidad se preservase de una regida por el partido nazi recurriendo a la instauración de lo que más tarde se denominaría el principio de Rector como Fhurer,  pero a sabiendas de que las presiones del mismo alumnado sobre sus desciciones iban a ser apeladas ante otro tribunales del Partido.

De éste modo debe leerse su negativa a la presión ejercida sobre el por jóvenes de las NASDAP cuando le exigieron la quema de todo libro de autor judío – incluido Husserl por supuesto: en Friburgo el hecho que no se llevó nunca a cabo por la firme negativa del filosofo a someter su voluntad a esa medida. Su renuncia a dicho cargo no tardó nueve meses en ser presentada.

Leído de este modo el nazismo no se basa sino en una falsa jerarquía que tenía como principio la supresión de las” norma” por los ordenamientos jerárquicos de las “reglas”: una y otra vez para los incautos cinéfilos,  “Ondskan” nos retrotrae por boca de uno de sus profesores al año 1932 cuando Schmidt trabajaba en la Reforma de la Constitución y el Plebiscito lo llevaría a Hitler al poder “faraónico” por excelencia. Esta doctrina es suficientemente conocida con el nefando nombre de “leyes de excepcionalidad”.

Pero la lectura atenta que merece “Ondskan” es que qué somete a juicio la xenofobia y el racismo en los países más adelantados de la tierra y precisamente en éstos donde esa lacra persiste oculta por las ordenes ocultas, por los profesorados que atesoran aún el principio de la pureza del más apto e incluso del más perfecto desde el punto de vista fisico siempre que esta provenga de quienes detentan el poder.

En este sentido Hafström incluye su film entre aquellos que mostraron con virulencia inusitada la hipocresía reinante en los grandes institutos de Enseñanza. “ Another Country” de Kanievska – basada en un hecho real- mostraba del mismo modo como los “novatos” se veían obligados a estar al servicio de los “Dioses”- aquellos destinados de antemano a ejercer el poder político- en la Inglaterra de los años de pre-guerra.

Los escándalos y ocultamientos de la Inglaterra victoriana - obviamente las discriminaciones- fueron retratadas por Ivory en su “Maurice” basada en la novela de Forster. En “Odskan” el verticalismo llega hasta las nauseabundas formas del sadismo y la violencia. Los “novatos” – y aún más los que no provengan de elevados rangos sociales – serán tratados por el tribunal inquisitorial tutelado por los profesores, con los adjetivos de animales como gallina,“gallina”, “cerdo” o “rata”: “rata es aquel que no se presta a las reglas para atenerse a las normas.

Visto como un divertimento, “encasillado” en las normas comerciales americanas del "thriller" para ser comercializada, nada hay para ver  en “Ondskan”. Las actuaciones son impecables, la salvaje lucha del protagonista para sobrevivir en una jungla del saber súper sofisticada no hace sino poner en evidencia que oculta y que se desenmascara en el “Saber como Poder”.

Lees a Wilde pregunta uno de los cardenales al protagonismo: ¿no era gay?:” Wilde esta muerto contesta el protagonista, porque: porque porqué está muerto o porque era “gay”. “Ondskan” reivindica el derecho a la rebelión como forma de superar toda forma de xenofobia: es un alegato en pro de la dignidad, el amor y la libertad humana, ocultas hoy, bajo las tersas pieles de las democracias “neo-humanistas” del mundo.

Oscar Portela
Sep-2006