LITURGIA
DE LAS HORAS
A mi abuela Mariela
1
Cautivas en el ajetreo de los mercados
Rostros entre rostros polvo y pájaros
Entre aromas de canela y de azafrán
El
maíz amasado por tus manos
Devoradas por el sol de la mañana
Aspirábamos el olor de los naranjos
El
frescor de las paredes amarillentas
Donde se enredaban las hojas del jazmín
Luego en la misa de rodillas y absorta
Repetías con fervor
“Ilumine tu luz nuestros ojos
Y
tu amor se derrame en el alma
Dame a conocer lo que debo realizar
Dame a conocer lo que debo sufrir”
Yo
observaba inquieta las velas derretidas
Los
ojos inermes de los santos
La
espesa rigidez del cura
Las
hostias consumidas con dolor
Horas cuando el tiempo se decretó eterno
Y
los sabores se forjaron irrepetibles
Ecos de rezos que eran poemas
Y
de poemas que eran plegarias
Sobre la torre de la iglesia suspendida
La
campana guarda celosa tu recuerdo
Ahora que sólo quiero vislumbrar tu cara
Y
que tu voz no volveré a escuchar
2
Verte niña oh abuela
Abrazada a tu madre
Sobre las piedras del río
Las
hojas aún brillan
En
el claroscuro del cielo
Bajo la sombra de la higuera
Como un sol me deslumbra tu recuerdo
De Descripción del pueblo, del libro
La mirada
desobediente.
Editorial Devenir, Madrid 2013
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