REVISTA TRIPLOV
de Artes, Religiões e Ciências


nova série | número 41 | outubro-novembro | 2013

 
 

 

 

 

ENRIQUE VILORIA VERA

Entrevista a Violeta Boncheva, traductora de la ‘Antología Búlgara’ de
A
lfredo Pérez Alencart

 

Enrique Vilora Vera, retrato realizado por Miguel Elías

 

 

EDITOR | TRIPLOV

 
ISSN 2182-147X  
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Dir. Maria Estela Guedes  
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“La poesía de Alencart conmueve al corazón de quien la escucha o lee” 

   La tecnología nos permite acercarnos hasta la casa de Violeta Boncheva, poeta, narradora y traductora búlgara. Ella vive en su ciudad de nacimiento, Stara Zagora y desde allí ha versionado la poesía de Pedro Salinas, entre otros. Su más reciente trabajo ha sido sobre la obra del poeta peruano-salmantino Alfredo Pérez Alencart. Ella, miembro de la Unión de los Escritores Búlgaros y embajadora de Bulgaria del movimiento Poetas del Mundo, ha publicado cinco libros de poesía y tres de prosa. Una parte de su obra está traducida al español, francés, catalán, sueco, inglés, alemán, etc., y publicada en México, Francia, España, Suecia, Argentina, Chile…

 









Violeta Boncheva
   
 

1.    A pesar de que no se conocen personalmente, ¿qué le llevó a traducir una muestra de la poesía de Alfredo Pérez Alencart? ¿Entiendo que antes ya lo había hecho para la Biblioteca Digital Búlgara y para alguna revista impresa de su país?

   Pérez Alencart es, además de un excelente poeta, una persona generosa y entrañable. En sus versos he encontrado una voz creíble, una fuente de certezas que unas veces se perciben con rotundidad y otras hay que ahondar en el misterio que irradian. En sus poemas vierte su personalidad pero también proyecta la de sus semejantes. Alencart trenza su mirada con el asombro propio del inocente que sabe de paraísos e infiernos aquí en la tierra, en el trato diario. Pero lo suyo es resaltar el Amor que todo lo vence. Quise leer y conocer su personalidad, todo aquello que destila en su magnífica poesía. Y tras leerlo y hacer mío parte de sus temas, empecé a traducirlos con especial interés, porque estimé que su obra tendría acogida en el mundo literario de Bulgaria. Así fue que lo traduje primero para las páginas de la Biblioteca Digital, y después en otras revistas electrónicas y periódicos digitales de mi país.

    Yo traduzco a autores que me gustan, especialmente de estos tiempos, como los argentinos Gabriel Impaglione, Gustavo Marcelo Galliano, Silvia Loustau; los chilenos Mario García Álvarez, Mario Meléndez y Leo Lobos; la mexicana Leticia Herrera; la colombiana Beatriz Giovanna Ramírez; o los peruanos Félix Hugo Noblecilla Purizaga y José María Gaona, entre otros.

 

2.    ¿Qué destacaría especialmente de la obra de este poeta peruano-español?

    De Alencart destaco su capacidad para moldear el idioma castellano, los múltiples estilos en que se bifurca su obra, la gran fuerza del Amor que transmite. Es una poesía que conmueve al corazón de quien la escucha o lee. Alfredo es muchos Alfredos, pues en su poesía lo clásico se hace moderno, lo amazónico se mestiza con lo clásico de Castilla y con la templanza de Oriente. Él disfruta del mundo y, como un niño, lo guarda en su corazón antes de compartirlo con versos de fina ternura; pero también clama por los más débiles, por los marginados de la sociedad. Su gran humanidad es buen ejemplo para quienes lo siguen y leen, pues resulta un símbolo de la justicia universal.

 3.    La selección de los poemas ha partido exclusivamente de usted. Parece que mucho le han gustado sus poemas breves, contenidos especialmente en  “Oídme mis Hermanos” y en “Aquí hago Justicia”. Y hablando de brevedad, también ha hecho una amplia selección de sus poemas que van por la impronta del hayku japonés, textos que están en “Savia de las Antípodas”. Coméntenos esas preferencias. 

Parece que los lectores prefieren más las formas breves, según mi parecer, porque también contienen una profunda sabiduría. Por otra parte, algunos textos buscan que el lector indague en ellos, no resultan tan diáfanos, hay que  reflexionar sobre las palabras, hay que tocar la idea del autor por medio de las referencias. Resulta un proceso atractivo en lo que respecta a la pasiόn de leer y entender como el lector se compenetra con el autor. Mi selecciόn fue amplia, porque al tener conmigo los libros de Alfredo, quise presentarlo con todos sus perfiles, al completo, cosa que evidentemente no conseguí, por la inmensa riqueza de su poesía.

 

4.    Ya en la tercera parte de la antología hay un largo poema titulado “Nacimiento del Mesías”, el cual está dentro de una trilogía de textos dedicados a Dios. ¿Debemos entender que usted también tiene a Cristo en su corazón?

Sí, tengo a Cristo profundamente en mi alma y corazόn y creo que sin Él no habría podido tener suerte a encontrar al poeta Alencart. No sόlo me gustan sino que me interesan sus textos y poemas dedicados a Dios. En la Antología hay esa breve sección, pero lo cierto es que en buena parte de su obra sobresale el Amor cristiano, aunque no se nombre a Cristo a cada instante. Alencart es un poeta destacado que tiene una de sus vertientes muy orientada hacia lo Divino. Y tan rumbo me religa más con este autor que vive en Salamanca.

 

5.    Usted participó por partida doble en el volumen “Arca de los Afectos”, ese magno homenaje internacional que tributaron a Alencart por sus cincuenta años. ¿Cuál su satisfacción por ello?

La principal satisfacciόn derivó del hecho de haber sido invitada a participar como autora y como traductora. Tuve la posibilidad presentar una de mis  obras, y también el poema “Árbol”, traducido por mí, del gran crítico literario y poeta búlgaro, profesor Svetlozar Igov. Me siento contenta, como todos los 230 escritores y artistas de los cuatro continentes que estamos embarcados en esa hermosa Arca. Tuvimos el privilegio y la oportunidad de ofrecer nuestros sentimientos de amistad y estima  por medio de nuestras obras, declarándoselo así al poeta.

 

6.    Recientemente la Universidad de Sofía ha concedido el Doctorado Honoris Causa al más conocido escritor peruano-español, Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura. ¿Cree que la literatura   hispanoamericana tiene un atractivo mayor en Bulgaria?

   La iniciativa de la Universidad de Sofía me encantό, porque para mí Mario Vargas Llosa ocupa el primer lugar entre todos los escritores latinoamericanos, sin menospreciar a otros  grandes nombres de dicha literatura. Digo para mí, porque su escritura me toca de una forma directa. Las obras que vienen de América Latina aquí siempre despiertan un amplio interés entre los lectores y también generan polémicas.

 

7.    La ‘Antología Búlgara’ será difundida por Fakel.bg, la más importante revista literaria digital de su país, que además es una editorial que colabora en esta edición. Háblenos de ella y del poeta Rumen Leonidov, su director.

   La revista “Fakel” se creó no solo para publicar noticias referentes al mercado editorial, sino también para publicar reflexiones, ensayos y entrevistas de carácter trascendente y perdurable. Sus páginas son un sitio donde se reafirman los nombres de autores reconocidos, sean búlgaros o extranjeros. Además, “Fakel” es una editorial bien organizada, dirigida por el poeta Rumen Leonidov. Puedo decir que Leonidov es para mí uno de los grandes poetas búlgaros contemporáneos. Sigo su creación desde hace muchos años y siempre me sorprende y cautiva, como sucede con la poesía de Alencart.

 

8.    ¿Existen ciertas afinidades entre la poesía en lengua española con la poesía búlgara actual?

Sí existen algunas afinidades en cuanto al tema de la existencia, de la amistad y del amor. La forma de las expresiones a veces se acercan, por ejemplo, en lo referente al  verso “libre”  o al verso “blanco”; también por los recursos literarios que usan los poetas.

 

9.    Hablemos ahora de su poesía. He leído unos pocos poemas suyos que se encuentran en la Red y de cierto me resultan gratos. ¿Qué subrayaría de su propia obra poética?

Todo poeta responsable sabe que la creación es algo trascendente. Lo más importante es lograr plasmar toda la pasiόn que se tiene, todo el afecto que llevas dentro, y mostrarlo a través de versos sinceros, que suenen como una oraciόn o como una  campana de alerta. En definitiva, creo que mi poesía busca empatizar con mis semejantes, darles unos instantes de gozo y sosiego. No digo nada más sobre ella, salvo mencionar que por ella he tenido generosas críticas de especialistas destacados como los profesores Igov, Yanev… También de Shumelov y del propio Rumen Stoyanov, el gran traductor del español y portugués en Bulgaria, firmante de la versión  búlgara de “Cien años de soledad”, entre otras muchas.

Además de mi propia poesía, creo que las traducciones que hago también deber ser consideradas como un aporte interesante. Y aquí debo citar el poemario del magnífico Pedro Salinas y los que traduje de Olga Ribero Jordán, Astrid Fugelle Gesán… No puedo olvidar una colecciόn de obras teatrales de dramaturgos mexicanos contemporáneos: Hernán Galindo, Hernando Garza, Víctor Hugo Rascόn Banda, entre ellos.

 

10. Vivió casi tres años en México, ¿podría darnos comentarnos algo de esa experiencia?

La vida en México fue una gran experiencia para mí. Primero, porque conocí una cultura lejana y diferente, unas costumbres que me hicieron más rica como persona, ya que cambió algo de mi carácter: ahora ya no reacciono de forma rápida, me siento más tranquila y paciente, más amable y cariñosa. Viví en la ciudad de Monterrey – un lugar donde florece la cultura y donde disfruté del festival del teatro. También de muchos eventos y exposiciones artísticas, o presentaciones de libros y contactos directos con dramaturgos, poetas y pintores. Conocí personalmente a Coral Aguirre, Leticia Herrera, Hernán Galindo o Hernando Garza… Estoy muy agradecida con el dramaturgo y traductor mexicano Reynol Pérez Vázquez, quien tradujo dos de mis libros al español: “En el ombligo de la luna” (poesía) y “El sombrerote”, un cuento para  niños.

 

11.  ¿Tienen otros proyectos en cartera?

   Acabo de traducir el poema “Al salir de la cárcel”, de Fray Luis de León, para una antología que viene preparando Alfredo y que verá la luz en Salamanca el mes de octubre próximo. Y, ya con calma y más adelante, traduciré un libro inédito suyo, cuyo contenido prefiero no adelantar.

 

12. ¿Qué opinión le merecen las ilustraciones del pintor Salmantino Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca, quien les acompaña en la Antología?

   No conozco personalmente a Miguel Elías, pero mucho he visto su excelente pintura, pues tengo casi todos los libros de Alfredo que él ha ilustrado. Todas las portadas me encantan, pero debo decir que su trabajo en Savia de las Antípodas demuestra su elevada categoría como pintor que, encima, domina las técnicas de la pintura oriental. Para mí es motivo de orgullo estar en un libro junto a este maestro de las artes. La Antología Búlgara suma otro acierto con los trabajos de Miguel.

 

13 Finalmente, ¿qué poetas contemporáneos de su país destacaría como imprescindibles y cuáles escritores iberoamericanos son sus favoritos?

Desde mi punto de vista, algunos de los grandes poetas búlgaros contemporáneos son Rumen Leonidov, Ivailo Balabanov, Liubomir Levchev, Boris Hristov, Georgi Borisov, Ivan Valev, Rashko Stoikov, Boiko Lambovski, Kristin Dimitrova, Mirela Ivanova… así como los recientemente fallecidos, Konstantin Pavlov, Hristo Fotev, Ivan Dinkov, Blaga Dimitrova o Pavel Matev…

Entre los escritores  iberoamericanos que más me atraen, están Mario Vargas Llosa, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, César Vallejo, Violeta Parra, Gabriela Mistral, Isabel Allende, Carlos Castaneda, y otros muchos, pues hay tantos y tan buenos…

                                                      ***

Termino la entrevista acercando a los lectores la propia poesía de esta traductora especialmente volcada con los poetas de lengua española. No sé el búlgaro, pero leyendo su buena poesía estoy convencido que la traducción de los poemas de mi querido amigo Alfredo Pérez Alencart gozará de una estupenda acogida en Bulgaria.

 
  Poemas de Violeta Boncheva
   
 

PARA TI
imagino palabras
y las ordeno

roca
que me proteja de la rotación inanimada


ciervo
que cargue entre sus astas
un trozo de mañana


helecho
que ha brotado de súbito en la arena


canción
que mane de coros celestiales


ballena
llevando a lomo el mar entero


corazón
escribo al final


Y te lo entrego.

 

CADA MAÑANA

lo abrazo

y me aprieto a él –

huele a musgo verde y a verano,

a relámpagos,

encendidos de calor,

a nieve lejana

y a tormentas silvestres…

 

Hay algo entre nosotros –

algún secreto,

algo inexplicable

que se apretuja

sobre esta gravedad matinal,

en este abrazo vivo,

algo que nos une

como cordόn umbilical –

 

 a mí, la andariega

 y a él, el roble secular.

 

 EL GITANO Y EL CABALLO

arrastran su existencia por la cuesta.

Los cascos golpean las piedras escarpadas

y el gitano dice palabrotas/ dirigidas a todo ser vivo,

a todo lo que respira

por el mundo idílico,

mientras chasquea el látigo.

No olvida a su madre…

Ella muestra sus dos dientes

restantes:

-Su padre –dice– resoplaba más fuerte,

por eso paría cada año.

La risa sacude sus arrugados senos,

llenos de humo –

secos e inútiles.

Largo tiempo ella masca en su boca

un bocado duro,

sentada por el fuego perezoso

delante de la choza.

 

 Por su mirada pasan caballos y novias,

 tambores, osos,

 caravanas de niños

 que desaparecen al fondo,

 por la colina/ o las estrellas.

 

Entonces baja la noche. Cansado,

pero decidido a continuar

el movimiento universal,

su hijo esconde,

entre su cabeza sudada,

la cara de la esposa

y continua resoplando y empujando

las faldas rotas de la gitana,

resucitando la vida.

 

 NO ME VOY ORILLA,

no me voy…

Solo es el ferry que se va

con su voz melancólica.

Se despiden las sirenas

y el blanco faro de Bari

alumbra

a los últimos acompañantes

de la madrugada.

 

Las luces tocan mi sombra

apenas un instante;

después se lanzan

sobre el leve

abismo ciego de Bari,

ciudad tan aromada

por blancos oleandros.

 

Con los destellos de la luna

mi sombra da señales

y el ferry, iluminado de azul,

deja su estela por el agua,

por ese camino

donde siempre regresan

las esperanzas que quedaron

sin sombra.

   
 
  Suplemento Cultural  Crear en Salamanca
 
 

Enrique Viloria Vera (Caracas, 1950). Polígrafo, poeta, ensayista, crítico de arte, cronista, abogado por la Universidad Católica “Andrés Bello” (Caracas, 1970), posee una maestría del Instituto Internacional de Administración Pública (París, 1972) y un doctorado en Derecho de la Universidad de París (1979). Actualmente es profesor titular de la Universidad Metropolitana de Caracas y ha sido profesor invitado por las Universidades de Oxford, St. Antony’s College, Cátedra Andrés Bello, (Inglaterra 1990-1991) y por la Universidad de Laval (Canadá 2002).

    Es autor y coautor de más de cien libros sobre temas diversos: poesía, artes visuales, gerencia, administración pública, ciencias políticas y humorismo. Su obra escrita ha sido distinguida con el Premio de la Academia Venezolana de Ciencias Políticas y Sociales, y con Menciones de Honor en el Premio Municipal de Literatura (Mención Poesía) de Caracas y en la Bienal Augusto Padrón del Estado Aragua. Recibió la Orden Andrés Bello (Banda de Honor) y el Gran Cordón de la Ciudad de Caracas. En el 2002, la Biblioteca Nacional de Venezuela le organizó una exposición bibliográfica y publicó un detallado catálogo con motivo de sus 80 títulos. Igualmente, la Biblioteca Pedro Grases de la Universidad Metropolitana le organizó dos exposiciones con sus respectivos catálogos en ocasión de sus 50 y 100 títulos bibliográficos.

    Preside Ediciones Pavilo, es miembro de la Asociación Prometeo de Poesía de Madrid, director fundador del Círculo Metropolitano de Poesía de Caracas e integrante del Consejo Consultivo del Círculo de Escritores de Venezuela. Dirigió la revista de poesía “Circunvalación del Sur” y ha dictado conferencias o lectura de sus poemas en Marruecos, España, Yugoslavia, Colombia, Ecuador, Perú, Nicaragua, Guatemala, Jamaica, Eslovenia, Italia y el Reino Unido. En Venezuela, ha sido columnista permanente en el Suplemento Cultural de Ultimas Noticias, El Globo, El Diario de Caracas, El Universal, El Tiempo de Puerto La Cruz y Panorama de Maracaibo. En España, fue columnista en la Tribuna de Salamanca. Actualmente, es columnista en Venezuela Analítica y en el Noticiero Digital de Caracas.

    Viloria Vera es autor del primer libro de ensayo sobre la poesía de Alencart. Su libro se titula  “Pérez Alencart: La poética del asombro” (Verbum, Madrid, 2006).

   
 

 

© Maria Estela Guedes
estela@triplov.com
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