REVISTA TRIPLOV
de Artes, Religiões e Ciências


nova série | número 40 | agosto-setembro | 2013

 
 

 

 

 

           HERNÁN ANTONIO BERMÚDEZ

Mario Meléndez:

«Ricordi del futuro»

 

 

EDITOR | TRIPLOV

 
ISSN 2182-147X  
Contacto: revista@triplov.com  
Dir. Maria Estela Guedes  
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REVELACIONES

                                                                

                                      “y las palabras gimieron, aullaron” (p. 16)

  Decía David Foster Wallace (admirador de Borges y de Roberto Bolaño) en un artículo de 1994 que sólo los escritores de Europa oriental y de América Latina habían conseguido un buen maridaje entre, por un lado, los asuntos del fuero íntimo y del sentimiento humano y, por otro, el desapego paródico propio de la experiencia postmoderna.

  Esa combinación sale justamente a relucir en el poemario  Recuerdos del futuro (2013), edición bilingüe español-italiano, del chileno Mario Meléndez (1971), residente en Italia.

  Resulta, en efecto, reconfortante encontrar, entre tanta poesía chata y previsible, a un poeta con audacia y humor negro, sabedor de que “el lenguaje se burla de nosotros” (p. 14), y que no teme ser tildado de fantasioso o extravagante.

  Dotado de una conciencia magistral del oficio y de una aguda sensibilidad literaria, Meléndez, poeta errante, desplazado (de Chile pasó a México, y de México a Italia), no imposta la voz cuando afirma: “No estoy, no soy, no pertenezco/ vago de lado a lado, como un gran gusano negro” (p. 42).

  Sus poemas fluyen con las virtudes artesanales de medida y acabado, y el poder lírico de sus palabras pareciera emerger de la superficie de la conversación por su naturalidad y soltura: “Vengan a ver mi poesía/ no está hecha de material ligero/ aguantará perfectamente el invierno/ y en verano refrescará/ las mentes y los cuerpos/ Hay poderosas vigas entre cada verso,/ hay listones apuntalando mis palabras/ y si la lluvia desea entrar/ pondré mis sueños en el techo/ y taparé las goteras/ con mi propio dolor (“Para mayor seguridad”).

  Meléndez se vuelve amargamente lúcido a la hora de aludir a la muerte, que “tiene cuerda para rato” (p. 42), a la que encara en “Confesiones” y con la que torea en los magníficos versos de “La invitación”, donde narra con precisión sarcástica sus propios funerales.

  De otra parte, lleva a cabo un ácido escrutinio de Chile, del sitio primigenio de sus tormentos, en los poemas épicos “Me sobra un muerto”, “Más allá de la guitarra”, “Sangre en el exilio” y “Mi pueblo”. Son un tanto altisonantes para mi gusto, pero en ellos sabe expresar la certidumbre de que el orden social es apenas una tenue ficción que encubre la áspera maleza de desolación y violencia que tan bien conocemos en América Latina.

  Sin embargo, como –según se dice- vivimos en la esfera de nuestros deseos e imaginación tanto como en nuestra vida real, Meléndez cambia de registro para abrirle paso al humor y a la paradoja. ¿El saldo? Ahí está la deliciosa sátira de sus poemas felinos “El clan Sinatra” y “Mi gato quiere ser poeta”, hasta culminar con esa alocada recreación  de “Caperucita roja” en “La Otra”, donde no vacila en añadirle una capa insólita de juego y mordacidad –léase una “vuelta de tuerca”-  al clásico cuento infantil.

  Y aparte le brinda al lector los poemas de voltaje erótico como “Llévame”, “Si fueras calva también te amaría”, “Será debajo de la cama” y “Un día volveré a tus ojos”. Aquí la maquinaria de su poesía se enardece y sus versos, aptos para “rendir cuentas” del fragor amoroso, se tensan habida cuenta de su propensión hacia las imágenes de linaje surrealista: “Si fueras calva también te amaría/ me volvería loco besando tu cabeza/ tu pequeña luna dorada/ Si fueras calva, oh si fueras calva/ te llevaría por el río de la memoria/ me sentaría junto al fuego de tus ojos callados/ derramaría un cisne en medio de tu frente” (p. 62).

  Resta mencionar que el formidable poema “La playa de los pobres” se emparenta, por los particulares ritmos de su música, con el tono del poemario Los pobres del hondureño Roberto Sosa, que le hizo acreedor al Premio “Adonais” de España en 1968, marcado por un lacónico y sosegado patetismo.

  Para finalizar, diría en términos reseñísticos que, parafraseando a Foster Wallace, Mario Meléndez logra en Recuerdos del futuro que la efusión emotiva y la excentricidad  irónica no sólo cohabiten sino que se refuercen la una a la otra.

Hernán Antonio Bermúdez
Roma, 15 de abril del 2013

   
 



 

RICORDI DEL FUTURO
Mario Meléndez


Casa Editrice L'arcolaio
Forli, Italia, 2013

Traduzione di Emilio Coco




 

Tres poemas del libro “Ricordi del futuro”

 

LA ÚLTIMA CENA

Y el gusano mordió mi cuerpo
y dando gracias
lo repartió entre los suyos diciendo
"Hermanos
éste es el cuerpo de un poeta
tomad y comed todos de él
pero hacedlo con respeto
cuidad de no dañar sus cabellos
o sus ojos o sus labios
los guardaremos como reliquia
y cobraremos entrada por verlos"

Mientras esto ocurría
algunos arreglaban las flores
otros medían la hondura de la fosa
y los más osados insultaban a los deudos
o simplemente dormían a la sombra de un espino

Pero una vez acabado el banquete
el mismo gusano tomó mi sangre
y dando gracias también
la repartió entre los suyos diciendo
"Hermanos
ésta es la sangre de un poeta
sangre que será entregada a vosotros
para el regocijo de vuestras almas
bebamos todos hasta caer borrachos
y recuerden
el último en quedar de pie
reunirá los restos del difunto"

Y el último en quedar de pie
no solamente reunió los restos del difunto
los ojos, los labios, los cabellos
y una parte apreciable del estómago
y los muslos que no fueron devorados
junto con las ropas
y uno que otro objeto de valor
sino que además escribió con sangre
con la misma sangre derramada
escribió sobre la lápida
"Aquí yace Mario Meléndez
un poeta
las palabras no vinieron a despedirlo
desde ahora los gusanos hablaremos por él"
 

 

L’ULTIMA CENA

E il verme mi morse il corpo
e rendendo grazie
lo spartì tra i suoi dicendo
«Fratelli
questo è il corpo di un poeta
prendete e mangiatene tutti
ma fatelo con rispetto
cercate di non rovinargli i capelli
o gli occhi o le labbra
li conserveremo come reliquia
e faremo pagare il biglietto per vederli»

Mentre questo succedeva
alcuni sistemavano i fiori
altri misuravano la profondità della fossa
e i più temerari insultavano i parenti
o semplicemente dormivano all’ombra di uno spino

Ma una volta finito il banchetto
lo stesso verme prese il mio sangue
e rendendo ugualmente grazie
lo spartì tra i suoi dicendo
«Fratelli
questo è il sangue di un poeta
sangue che vi sarà dato
per il godimento delle vostre anime
beviamo tutti fino a cadere ubriachi
e ricordate
l’ultimo a rimanere in piedi
riunirà i resti del defunto»

E l’ultimo a rimanere in piedi
non solo riunì i resti del defunto
gli occhi, le labbra, i capelli
e una parte consistente dello stomaco
e le cosce che non furono divorate
insieme agli indumenti
e qualche oggetto di valore
ma persino scrisse col sangue
con lo stesso sangue sparso
scrisse sulla lapide
«Qui giace Mario Meléndez
un poeta
le parole non vennero a salutarlo 
da adesso noi vermi parleremo per lui»

 

*** 

 

CONFESIONES

No estoy, no soy, no pertenezco
vago de lado a lado como un gran gusano negro
Mi corazón tiene sus propios piojos
mi historia es un collage de perros viejos
que no ladran por temor a desaparecer
Mi infancia me persigue con un cuchillo
me persigue con un palo sin golpearme
me persigue con retratos y con flores
que se pegan a mi sombra sofocándola

Será que todavía pienso
que los árboles crecen de noche
que la pluma canta más que el mismo pájaro
y que el pájaro mataría por ser pluma

Será que en mí la vida se deshuesa como un sapo
como un sapo que ya no salta
pero se arrastra
aúlla como un quiltro desgarrado
mientras la muerte le lame las axilas
y las ánimas rasuran el umbral del miedo

La muerte me persigue con su carretilla al hombro
se desviste lentamente para que yo la vea
y me saluda de vez en cuando
dando gritos de vieja ardiente

La muerte tiene cuerda para rato
y yo que conozco sus trucos
yo que conozco su voz
yo que le sé hasta el ladrido
yo que me parezco a ella
como un mellizo fiel y resignado
yo soy la muerte también
y desde ahora soy eterno 

 

CONFESSIONI

Non sto, non sono, non appartengo
vago da una parte all’altra come un grande verme nero
Il mio cuore ha i suoi pidocchi
la mia storia è un collage di cani vecchi
che non abbaiano per paura di scomparire
La mia infanzia m’insegue con un coltello
m’insegue con un bastone senza colpirmi
m’insegue con ritratti e fiori
che s’appiccicano alla mia ombra soffocandola

Sarà che ancora penso
che gli alberi crescono di notte
che la penna canta più dello stesso uccello
e che l’uccello ammazzerebbe per essere penna

Sarà che in me la vita si disossa come un rospo
come un rospo che non salta
ma si trascina
urla come un botolo straziato
mentre la morte gli lecca le ascelle
e le anime radono la soglia della paura

La morte m’insegue con la sua carriola sulle spalle
si spoglia lentamente perché io la veda
e mi saluta di tanto in tanto
gridando come una vecchia ardente

La morte la sa lunga
e io che conosco i suoi trucchi
io che conosco la sua voce
io che so persino il suo latrato
io che le assomiglio
come un gemello fedele e rassegnato
anch’io sono la morte
e da adesso sono eterno

 

*** 

 

LA INVITACIÓN

Mis funerales serán mañana
no te los pierdas
trae a los niños si quieres
habrá números para todos los gustos
habrá mimos y magos y payasos
y una cantante
como nunca has escuchado
Vendrá gente de todas partes
a celebrar este día
Los estudiantes llegarán
con sus globos azules
los pobladores alzarán sus banderas
a un lado de mi tumba
las hojas bailarán
al compás del viento
que también estará presente
en este sencillo homenaje
y una mujer desnuda
como nunca has visto antes
entrará en mi ataúd
y lo sellará por dentro
Qué más te puedo contar
Los vendedores gritarán sus ofertas
apostados en las cruces
y ofrecerán retratos míos
que no me favorecen
y también mis originales
que no son originales
sino copias que algún vivo
imitó con cuidado para enriquecerse
Te pido no compres nada
más bien disfruta el momento
porque a las quince en punto
un coro de grillos
dará inicio a la fiesta
Entonces
se apagará el cielo de golpe
cuando las nubes lo cubran
en señal de respeto
y las palomas dibujen mi nombre
en pleno vuelo
y las abejas llenen de miel
los recuerdos y las lágrimas
Y hacia el final del día
cuando todos estén cansados
y borrachos
un niño que no sabe leer
pedirá la palabra
y dirá el más bello discurso
que jamás has escuchado
Ya sabes
no faltes a esta cita
no hagas que me levante
de mi tumba
para tirarte las orejas
o que esconda para siempre
las llaves del cementerio
y no tengas a quien
llevarle flores 

 

L’INVITO

I miei funerali saranno domani
non te li perdere
porta i bambini se vuoi
ci saranno numeri per tutti i gusti
ci saranno mimi e maghi e pagliacci
e una cantante
come non l’hai mai ascoltata
Verrà gente da ogni parte
a festeggiare questo giorno
Gli studenti arriveranno
con i loro mappamondi azzurri
i residenti alzeranno le loro bandiere
al lato della mia tomba
le foglie balleranno
al ritmo del vento
che pure sarà presente
a questo semplice omaggio
e una donna nuda
come non l’hai vista mai prima
entrerà nella mia bara
e la sigillerà da dentro
Che altro ti posso raccontare
I venditori grideranno le loro offerte
appostati tra le croci
e offriranno miei ritratti
che non mi favoriscono
e anche i miei originali
che non sono originali
ma copie che qualche vivo
ha imitato con cura per arricchirsi
Ti chiedo di non comprare niente
piuttosto approfitta del momento
perché alle quindici in punto
un coro di grilli
darà inizio alla festa
Allora si spegnerà di colpo il cielo
quando le nubi lo copriranno
in segno di rispetto
e le colombe dipingeranno il mio nome
in pieno volo
e le api riempiranno di miele
i ricordi e le lacrime
E verso la fine del giorno
quando saranno tutti stanchi
e ubriachi
un bambino che non sa leggere
chiederà la parola
e farà il discorso più bello
che tu abbia mai ascoltato
Lo sai già
non mancare a quest’appuntamento
non costringermi ad alzarmi 
dalla tomba
per tirarti le orecchie
o che nasconda per sempre
le chiavi del cimitero
e non abbia nessuno
a cui portare i fiori

  

(Traduzione di Emilio Coco)

 
  Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. A comienzos del 2005 obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Durante cuatro años vivió en Ciudad de México, donde dirigió la serie Poetas Latinoamericanos en Laberinto ediciones y realizó diversas antologías sobre la poesía chilena y latinoamericana. Actualmente radica en Italia. A comienzos del 2013 recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fundación Internacional don Luigi di Liegro.
 
 

© Maria Estela Guedes
estela@triplov.com
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