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EL CUENTO DE PINOCHO
La Masoneria Forestal y la Carboneria disfrazada en un cuento

La mayoría de los cuentos encierran mensajes ocultos, algunos de ellos que inclusive, no conocemos aún a cabalidad todas las implicaciones que encierran, sus enseñanzas si bien se encaminar a una moral, también implican enseñanzas psicológicas de transformación. El cuento de Pinocho no es la excepción, en este comunicado trataremos de decodificar muchos de sus rasgos de este cuento. Este cuento hoy es conocido por millones, y se ha adaptado fácilmente a casi todas las culturas. Y hoy esta impreso en la formación psicológica de muchos seres humanos que desconocen que Pinocho fue una creación Masónica.

Para entender el cuento Masónico de “Pinocho”, inmortalizado en el cine por Disney, debemos remontarnos a la Italia del siglo XIX y dedicar unas líneas a su autor, Collodi.

Carlo Collodi (Carlo Lorenzini) nació en Florencia en 1826. Influido por los ideales políticos de Giusseppe Mazzini, Collodi plasmó en sus obras la doctrina liberal de este gran líder de la Italia Unificada.

La influencia de Mazzini en los literatos era evidente, ya que este insistía que debían influir filosóficamente en sus lectores, creando conciencias y educando al pueblo.

Al igual que muchos literatos, Carlo Collodi ingresó a la Masonería a mediados del siglo XIX. Esta organización fue otra influencia importante en la obra de este autor, y en su obra más notable (“Pinocho”) encontramos interesantes simbolismos iniciaticos que son el objeto de estudio de este artículo.

La nueva Italia unificada al igual que el resto de Europa tenía una fuerte influencia masónica, dado que sus grandes líderes (Garibaldi y Mazzini Ademas de Carbonarios) pertenecían a esta fraternidad. El Papa por fin había sido arrinconado en un rinconcito de Italia, el Vaticano, que era lo poco que quedaba de los enormes Estados Pontificios. Sin embargo, aunque la Religión Católica estaba siendo atacada, el espíritu de Cristo seguía vigente y como bien dijo un francmasón italiano “en aquel tiempo de resurgimiento se sentía la necesidad de conciliar a Cristo y a la Masonería, la iglesia y la sociedad secreta”.

En este convulsionado contexto italiano, Collodi escribió “Le avventure de Pinocho”, publicado en 1882. Un análisis superficial de la obra nos revela una apología de la educación del pueblo y una denuncia del vicio y la holgazanería.

Gepetto había pasado toda su vida deseando un hijo (deseo real), y es por eso que al ver brillar en el cielo la Estrella Azul pidió con todo fervor que su deseo le fuera concedido(contactar con algo de nivel superior). Aquella noche, mientras Gepetto dormía, hizo su aparición el Hada Azul y dio la vida al muñeco advirtiéndole que debía portarse bien para llegar a ser un niño de verdad. Para que le aconsejase sobre su comportamiento nombró a Pepito Grillo conciencia de Pinocho.

El muñeco de madera (recordemos que Gepetto trabaja sobre la madera para hacer sus titeres) que cobraba vida era amoral, tonto y estupido, carecía de consciencia objetiva, y un personaje secundario (Pepe Grillo) intenta aconsejarlo y convertirse en la voz de su conciencia si bien externa. En la obra original, Pinocho se molesta con su compañero y lo aplasta y mata de un manotazo. Detrás de la historia de Pinocho hay “otra” historia, con un profundo contenido iniciatico y espiritual que Collodi –al igual que otros escritores de cuentos clásicos- supo manejar con maestría.
Simbolismos francmasónicos carbonarios del cuento

Sabemos que Pinocho fue la creación del Maestro carpintero Gepetto, quien elaboró a partir del leño (la materia prima) una obra de arte. El trabajo fue realizado con un amor tan profundo y que fue canalizado, logrando dar vida al muñeco de madera, un hombre de buena madera. La idea básica es independiente a si es piedra o madera. En el sentido alegórico la madera pertenece a un reino superior al mineral.

Pinocho tenía vida pero, sin embargo, carecía de libre albedrío pues estaba dormido. Desconocía el sendero de la virtud y la liberación, pues era un “muerto viviente”.

Lamentablemente, la mayoría de los seres humanos son como Pinocho. Siguen el camino más fácil y no saben que existe algo mejor, en este momento todos somos como Pinocho.

“La verdad es que hay sólo dos clases de hombres en todo el mundo: los pocos que se han dado ya cuenta del poderoso esquema divino, y la inmensa masa que todavía no lo conoce. Los últimos viven para ellos mismos, y están muy esclavizados por sus pasiones; los primeros viven para Dios y para la evolución, que es Su Voluntad, ya se llamen budistas o indos, musulmanes o cristianos, librepensadores o judíos”.

Pinocho es esclavo de sus “agregados psicológicos” o “yoes” y sus mentiras hacen que le crezca la nariz y más tarde orejas de burro. Es decir, la vida descarriada y la mentira lo lleva a un retroceso a lo involutivo, donde la nariz que crece representa las ataduras terrenales, la materialidad. (Un agregado facial)

Una y otra vez Pinocho recoge lo que siembra. Sus malas acciones lo llevan a una vida desgraciada, donde el muñeco paga con sufrimiento el karma generado. Cuando la vida de Pinocho no podía ser más insoportable, es tragado por una ballena. Este episodio nos recuerda a Jonás, que fue engullido por un pez gigantesco, morando en su interior tres días y tres noches.

El interior de la ballena representa la cámara de reflexiones masónica, el descenso al centro de la Tierra. VITRIOL Es importante recordar las palabras de Mateo 12:40: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. El Hijo del Hombre que también –al igual que Pinocho- era hijo de un MAESTRO carpintero.

LA MUERTE MÍSTICA. A luz de la vela, Pinocho medita sobre su suerte y decide cambiar, dejando atrás su pasado de inconsciencia. Finalmente el muñeco es expulsado por la ballena y sale al mar abierto, actuando el agua actúa como elemento purificador, limpiando interna y externamente a Pinocho. Sabemos que cuando alguien es sumergido en una corriente de agua, renace a una vida nueva. Esta costumbre es común a muchos cultos religiosos y sobrevive en nuestros países latinos en el sacramento católico del bautismo. (El mar de bronce.)

Pinocho no sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco es la “muerte mística” del profano al ser iniciado. Este deceso se repite en otros cuentos infantiles (Blanca nieves, la Bella Durmiente, etc.) y es el prólogo de un renacimiento: el nacimiento segundo del cual habla Cristo en Juan 3:3-10: “De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios (...) el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Al volver a la vida, Pinocho pasa a un estado superior, el mismo que podemos apreciar en el relato del “patito feo”. Como hemos notado, en el relato de Pinocho se narran las desventuras del Muñeco Profano que no puede controlar su destino pues es esclavo de sus pasiones y su renacimiento como Humano Iniciado, luego de la “muerte mística”. La labor de adaptación del cuento de Carlo Collodi al cine fue realizada magistralmente por otro masón: Walt Disney. Éste respetó la esencia del cuento, pero transformó a Pinocho en un muñeco más querible que el descrito por su autor en 1882.

Vale la pena volver a ver “Pinocho” y descubrir el maravilloso contenido espiritual de sus locas aventuras. “Muerto viviente” es el adjetivo que utilizan algunos esoteristas (H.P.Blavatsky, Gurdjieff, Ouspensky, Leadbeater, Judge, etc) para denominar a los profanos que parecen vivos pero, en realidad, están dormidos. : “El Credo Cristiano” Ver Jonás 1:17. Jonás significa “Paloma” o “Mensajero de Dios”. Sobre el simbolismo de la ballena de Jonás, dice H.P. Blavatsky en “Isis sin velo”: “A los animales que hoy los naturalistas llaman cetáceos los designaban los antiguos con el nombre genérico de Cetus, forma latinizada del griego Keto, equivalente a Dagon o Poseidón, cuyo elemento femenino era la Atargatis asiria, conocida también por Venus ascalonita o Astarté, cuya imagen llevaban los buques en el mascaron de proa. Los cabalistas dicen que Jonás era un sacerdote escapado del templo donde se veneraba la paloma, por haber intentado abolir la idolatría y establecer el culto monoteísta. Que sus perseguidores le prendieron cerca de Jaffa y lo encerraron en una celda carcelaria del templo de Dagon, cuya figura de hombre-pez dio origen a la leyenda”. Véase el evangelio apócrifo “Historia árabe de José el carpintero”. Esos “tres días y tres noches” son los que permaneció Cristo en el sepulcro y luego resucitó. “resucitar entre los muertos significa, pues, algunas veces simplemente reencarnar o recurrir, otras tomar la primera gran iniciación, según el rito Escocés, y otras tomar aquella iniciación aún más alta que permite al hombre escapar por completo de la fantasía, el samsara, como la llaman los budistas”.

La ballena, furiosa, se abalanzó sobre los fugitivos destrozando la balsa de un coletazo. Gepetto estaba demasiado fatigado para nadar, y pidió a Pinocho que se salvara él solo. El muñeco de madera llevó a su padre hasta la orilla, consiguiendo salvarle a cambio de su propia vida.

Mientras Gepetto lloraba la muerte de Pinocho, se apareció el Hada Azul y recompensó el heroísmo del muñeco devolviéndole la vida y transformándolo en un niño de verdad.

 
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